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28 de Noviembre de 2008

Chinos con cuello

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Casi trece años le habría tomado a Axel Roses, junto a su variada y amplia red de colaboradores, completar “Chinese Democracy”, el último trabajo de lo que queda de su grupo, Guns and Roses. Recién lanzado el 23 de noviembre, el disco ha gozado de una buena recepción por parte de la crítica especializada y de las revistas de rock, pero no por parte de los fieles que, en su mayoría, no han captado del todo las intenciones del trabajo, considerándolo no tanto el disco de un Guns and Roses que renace de las cenizas, sino, más bien, el de un Axel Roses solista, que renace de las cenizas que quedaron de sus descarrilados y carreteros últimos años y que ahora vuelve para decirle a todos que se vayan a la chucha.

Sobre la calidad técnica del trabajo, no hay mucho que decir sino que es una producción de primera línea, propia del profesionalismo con que los gringos enfrentan este tipo de empresas. Son años de preparación, pruebas, un sinnúmero de colaboradores, músicos de por acá y por allá, activos productores que participaron y, según cuentan, casi veinte millones de dólares invertidos en este trabajo. El disco es largo, lo componen catorce temas originales, por lo general cargaditos a la balada cebollera que Guns and Roses explotó con fuerza en los noventa, en discos como los “Use your Ilussion I y II”, y que tan bien retrataron en los videos clips, que a modo de pequeñas películas con mansiones californianas, delicias de mujeres drogadas y pianos de cola blancos, hablaban de amores truncados por el engaño y el alcohol. Así suenan “There Was a Time”, con guitarras eléctricas y pianos acompañando la superposición de distintas voces, hechas por Axel Roses, quien, dicho sea de paso, está con la voz como tuna. “Sorry” es otra de las baladas que, con un renovado sonido, recuerda las depresiones existenciales que sufrían las estrellas de esas décadas; también lo hacen “Madagascar” o “This I Love”, ambas con arreglos orquestales que resultan siúticos y cándidos. De las canciones con la fuerza y decisión de trabajos como el primero en estudio del grupo, “Apettite for destruction” (1987), encontramos “Riad N` The bedouins”, “Chinese Democracy”, en la que Axel Roses grita como si diera comienzo a “Welcome to the Jungle”, y “Schackler s` Revenge”, tal vez la más agresiva y representativa de un hard rock típicamente Guns and Roses, a pesar de llegar a ratos a un sonido parcialmente industrial.

Guns and Roses -en perfecta comprensión del camino que, para bien o para mal, ha tomado la música en vista a los cambios tecnológicos de hoy en día-ha puesto en su myspace una versión preliminar del disco para que el mundo entero lo escuche gratuitamente, salvo, eso sí, los cientos de millones de chinos que viven en China y que no podrán hacerlo por la prohibición de ese país, que vetó el disco por el título que lleva, lo cual deja un poquito en evidencia lo susceptibles, irascibles, decimonónicas y pseudodemocráticas que son las autoridades amarillas.

CHINESE DEMOCRACY
Guns and Roses
Universal music, 2008

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