“Santiago a Mil”: Las Veleidades de la Cultura Concertacionista

Por Patricio Araya G, Periodista

Difícil resulta saber si se trata de una mera coincidencia, o si tras ello se oculta alguna malvada jugada –no sería extraño–, lo cierto es que este 2009 la última versión de “Santiago a Mil” (Romero y Campbell) pasará desapercibida para los habitantes de Cerro Navia. Hasta el año pasado esa comuna siempre había sido considerada dentro del itinerario veraniego de las compañías que se pasean por la capital. La programación en esta ocasión contempla presentaciones en 16 comunas santiaguinas; de ellas, doce son dirigidas por alcaldes oficialistas, sólo cuatro (Santiago, Providencia, Las Condes y San Bernardo) pertenecen a la oposición. Dentro de las concertacionistas, ocho pertenecen a la circunscripción de Guido Girardi.

No es por ser mal pensado, pero, no será que la productora Romero y Campbell, a la que se encuentra ligada la esposa del senador Girardi y ex concejala de Cerro Navia, Paula Echeñique (FESUR, “La Pequeña Gigante”, 2007), le está propinando un “castigo” a los cerronavinos por haberse aburrido del girardismo y mandar al carajo al ungido de su maridor, el ex ministro Álvaro García. O sólo se trata de un by pass casual, ya que los habitantes de Quinta Normal, Lo Prado y Pudahuel –que sí renovaron a sus alcaldes DC, PPD y PS– están siendo “premiados” por su lealtad política a través de la visita de varias compañías. O no será que la cultura concertacionista se ausentará del cerro Navia mientras reine allí el edil RN Luis Plaza. (Ver Espectáculos Gratis en www.stgoamil.cl).

¡Pobres cerronavinos!, tanta cultura que les prometieron durante el girardismo, tanta magia y sueños rotos; cómo podrían imaginar siquiera que una rayita en un voto los sacaría del corazón de esa familia benefactora que los cobijó durante catorce años, cómo sospechar que esa rayita (ahora maldita tal vez) los privaría de su única oportunidad de disfrutar de una obra de teatro gratuita, cómo no calcular que durante los próximos cuatro años no verán por esos lares a ningún iluminado de la cultura francesa entregándoles las claves para superar la pobreza. O será que dicha privación de cultura veraniega será esgrimida por una futura candidatura como una cuestión a recuperar, ¡quién sabe!

Pero, no se preocupen cabros, para eso tenemos una ministra de Cultura que se la juega por llevar sus batucadas y saltimbanquis, su bullanguera arrogancia y su alocada posmodernidad, a las poblaciones; así es la cultura concertacionista, acotada, minimalista, reduccionista, que no logra concebir la cultura sino a través de su algarabía callejera, y explicárnosla mediante alegorías trasnochadas como si fuésemos tarados, muy alejada de esa visión antropológica de la ex alcaldesa Cristina Girardi, quien posee una visión holística del ser humano y su devenir. Olvídense de esos ingratos de “Santiago a Mil”, a partir de marzo verán sus calles plagadas de propuestas y argumentos histriónicos recriminándolos por haber elegido a un derechista, por cuya culpa las compañías teatrales pasaron de largo este año; muy pronto su ex alcaldesa llamará a sus puertas para pedirles su voto, para ser su diputada.