Blíndese contra la delincuencia este verano

Desde fines del año pasado una serie de robos y asaltos a casas del barrio alto han prendido las noticias. Las ventas de las empresas que ofrecen servicios de seguridad -desde puertas blindadas para el dormitorio a cercos eléctricos-también se han disparado. Ésta es una guía si usted decide que no quiere dejar entrar ni a una mosca a su hogar. Y dejar de mirar el paisaje, claro.

Por Daniela Zamora y Leonora Hey

La semana pasada un asalto en Lo Barnechea se ganó portada en La Segunda. Tres pistoleros entraron a una mansión camino a Farellones, amarraron al cuidador y después se metieron a la casa. Sergio Verdugo, el propietario del chalet, los alcanzó a ver y se refugió con su esposa en el dormitorio, confiando en que la puerta blindada detendría a los intrusos. Pero los ladrones abrieron la chapa a balazos. Y se fueron con joyas y dinero.

La puerta de la casa de Verdugo probablemente no era realmente blindada. Probablemente, dicen en la empresa “Puertas Blindadas”, fue fabricada en China, donde se hace una imitación del modelo israelí, que cuenta con láminas de acero de 2 milímetros que pueden detener una bala de bajo calibre. Las chinas, dicen en “Puertas Blindadas” -que, claro, venden el modelo israelí en Chile y es de las cinco firmas que se dedican a eso acá-, tienen un grosor de 0,5 milímetros.

Las verdaderas puertas búnker tienen más mecanismos de seguridad aparte del acero: desde cerraduras por los cuatro lados de la puerta a llaves incopiables, sólo obtenibles a través de una tarjeta de código único.

“Puertas Blindadas”, incluso, se fabrican con acero y madera, cuidando conservar la estética de la casa.

Los valores son tan blindados como la puerta, y varían según la cantidad de cerrojos que usted le quiera meter. Oscilan desde los $350 mil a los $600 mil. Si la quiere para aguantar balazos, todo sube a 800 lucas (incluida la instalación).

Hasta el momento, “Puertas Blindadas” lleva 2 mil puertas instaladas en Chile. El verano, reflexionan, es la mejor época del año para vender estas cosas. Desde diciembre las ventas han aumentado en un 50%.

LA AMÉRICA

La crisis no ha afectado mayormente a la industria de seguridad casera chilena.

Desde diciembre, la empresa Security ha aumentado sus ventas en un 50%. Sus servicios van desde cerco eléctrico a alarmas.

Lo mismo puede decir Blindak, que ofrece un servicio de puertas antibalas, y Blindhouse, que vende ventanas que resisten balazos ($24.978, IVA incluído, por metro cuadrado). Esta última agrega que sus cotizaciones se han elevado entre un 200 y un 300%. Y que venden un 100% más que antes.

El servicio de cerco eléctrico al menos se ha mantenido. Instalar una red que electrocute a los intrusos y a los que se les ocurre tocar sus murallas) cuesta cerca de $500 mil si su casa tiene treinta metros que rodear. La gracia, dicen los que lo venden, es que el cerco no tiene costos adicionales de mantención y la cuenta de la luz se mantiene, a menos que alguien trate de pasar la barrera. La variación, en todo caso, no se nota en la boleta.

Los que sí han sufrido con la crisis han sido las empresas de guardias. Algunas de ellas, dicen en el sector, han visto disminuir en la mitad sus ventas de servicios. Y tiene su lógica: el $1.670.760 (Iva incluido) que suelen cobrar por poner guardias las 24 horas puede suplirse con alarmas, rejas y cables con corriente.