Caupolicanazo

Por SEBASTIÁN VERGARA

Leía la nación.cl cuando vi un titular que decía: “Evidenciar ‘fuerza’ de Frei es objetivo de ‘Caupolicanazo’”. Sinceramente, no pude evitar pensar en lo atractiva que podía ser la idea de ir a ver como el candidato estancado en las encuestas, se sentaba en una pica, aún corriendo el riesgo que aquel acto fuese de su gusto. Lamentablemente no se refería a eso, sino a una emulación de otros tiempos, de otro “Caupolicanazo”, esta vez con carácter de acto político-cultural.
Pero lo impactante, vino cuando como fanático que soy, vi escrito el nombre de Los Tres, como el grupo que se presentaría en dicho acto.
Si hay algo indiscutible es la calidad musical de sus integrantes en particular y como conjunto, probablemente la mejor banda del país por muchos años. Hasta hace poco, tampoco cuestionaba su línea política, especialmente en la figura de Álvaro Henríquez; aún le recuerdo, en Mayo del 2005 en el escenario central del Acto del Día del Trabajador, interpretando El Pueblo Unido y animando a los manifestantes que resistían la legítima violencia de carabineros que nos caía encima. El aire estaba viciado e incluso intentaron lanzar agua al escenario, pero Álvaro y compañía seguían tocando para los asistentes sin siquiera desafinar, quizá hasta con más fuerza.
Minutos antes mientras avanzaba en la columna de marchantes, había conocido la “policía roja”, jóvenes y no tan jóvenes el Partido Comunista con radios, gorros y chapitas, que pasaban sin temor al lado de carabineros o de sus carros lanza aguas y gases; y que corrían codo a codo para capturar y entregar a anarquistas, Trotskistas y comunistas de verdad. Me sentí triste al ver como posteriormente se repartían en las dependencias de la CUT medallas a los más destacados de cada “escuadrón”. Sin embargo, todo valía la pena manifestándose al ritmo de Álvaro.
Luego le escuche muchas veces interpretar aquel tema y lo vi con su Boina olivo en varios recitales, también lo seguí cuando me pareció alucinante que tocara con Jorge González canciones de hace algunos años con letras contemporáneas. Así mismo, escuche a Ángel Parra y lo imagine creciendo con canciones de cuna de la Gran Violeta o escuchando canciones al ritmo de su Padre, como La Universidad o América Insurrecta. Me imagine a un Titae de barrio, compartiendo tragos pobres en bares de Valparaíso mientras grababan ese gran documental, lo pensé tomando un vino y compartiendo historias únicas con esos viejos olvidados por la Concertación de Partidos.
La verdad es que probablemente les he idealizado más allá de la música y el error es mio, pero espero con ansias, quizá tontamente, que salgan a desmentir su presencia en el vigésimo octavo lanzamiento de campaña del candidato o que en las noticias de la noche o por ultimo en un grupo de feisbuk, se diga que finalmente no se presentaron.