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Nacional

14 de Agosto de 2009

Comunero muerto por la espalda: Testigo vio “tormenta” de disparos cuando perseguían a mapuches que iban con “sus boleadoras y palitos”

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El Servicio Médico Legal ha confirmado que el comunero Jaime Facundo Mendoza Collío fue muerto de un balazo por la espalda y las pruebas parecen ir desvirtuando la versión de Carabineros de un caso de defensa propia. Recordemos que las autoridades policiales aseguran que un carabinero mató en al comunero, luego de que éste le disparara un escopetazo a quemarropa. Por otro lado los testigos parecen relatar más una cacería que un enfrentamiento.

Pedro Cabrapán Millape es vecino, del fundo San Sebastián, escenario de la muerte del comunero mapuche. Don Pedro tiene sus años y se desprende de su testimonio que a él no le emociona la violencia ni empatiza mucho con los enfrentamientos. Además afirma tener una buena relación con el dueño del fundo tomado, Sergio González Jarpa. Cuenta que él dejó sus labores, asustado al ver como perseguían y baleaban a los comuneros manifestantes, que no habrían estado armados.

A continuación reproducimos lo esencial de la versión entregada a la prensa regional, por Cabrapán.

-Yo vi a los chiquillos cuando venían arrancando de allá, del fundo de Sergio González -relata Cabrapán.

¿Y de quién venían arrancando?
-De los carabineros. Porque les venían disparándo. Detrás de ellos, que venían arrancando. Unos y otros se gritaban para escapar de los carabineros. Porque los carabineros venían disparando.

¿Y las personas que venían escapando también iban disparando?
-No. Venían así nomás, con puras boleadoras. Con palitos que traían, también.

¿Y los carabineros estaban disparando muy fuerte?-Muy fuerte. Como le estaba diciendo, que le vuelvo a repetir, los vieron a ellos y ahí empezaron a disparar. Pero más después yo no supe que sucedió en el otro sentido, donde está el muerto… el otro lado.

¿Y cuantos eran los jóvenes que venían arrancando?
-Yo vi más o menos unos ocho niños, que fueron los que se apartaron para el otro lado. Pero no supe cuantos eran.

¿Y que traían en sus manos?
-Lo que era pura cuestión de boleadoras. Hondas, elásticos. No traían nada más.

¿Y carabineros con qué venía disparando?
-No sé si era con metralleta. No sé. Pero el hecho es que venían disparando ellos detrás.

¿Disparaban muy fuerte? ¿Era muy seguido?
-Noooo. ¡Seguido, pues! Era una tormenta harto grande lo que traían los carabineros.

Me imagino que se asustó ahí.
-¡Claro que sí! Si yo me quedé un poquito estacionado. Dejé de trabajar pa’ mirarlo. Me pasaron por ahí mismo, al lado de la iglesia, donde vive mi cuñado. Pasaron ahí los chiquillos.

¿Cuántos carabineros vio usted más o menos?
-Como unos diez o quince carabineros. Si venían varios. Y todos los que se apartaron por el otro lado.

¿Y todos venían armados?
-Todos venían armados. Todos venían disparando. A pie. El furgón venía por el otro lado.

¿Y los jóvenes venían encapuchados?
-Ninguno. Ninguno encapuchado. Nadie.

¿Cómo se entera de que muere uno?
-Yo cuando llegué aquí a la casa. Ya quedaba poquito de sol, ya eran como las seis. Y ahí llegué a la casa, y la señora me dijo: “Hay ya uno matado”, me dijo, “y hace rato” me dijo. Y le preguntó a carabineros que le pasaba a él. “No sé que pasó”, que le dijo él. Y ningún carabinero se acercó al lado de él. Y al último ya estaba muerto.

¿Usted lo conoció?
-No. Yo no.

Pero la señora le dice que el joven estuvo botado ¿Entonces estuvo harto rato botado?
Harto rato. Sí, solo ahí. Y nadie… los carabineros no lo fue a ver. De lejitos lo miraban, dice. Si, porque ella lo miró de mi casa, ahí.

¿Y aquí siempre hay manifestaciones así tan fuertes?
A la primera. Imagínese. Nunca en esta comunidad había sucedido eso. ¿Se imagina? Gente que vino de otra parte nos vino a ponernos mal a nosotros en esta comunidad.

¿Los de qué comunidad vinieron?
De Reiquén Pillán

¿Ellos vinieron a tomarse los fundos?
-A tomarse el fundo de don Sergio González Jarpa.

¿Y cuál ha sido la relación de ustedes con don Sergio?
-Muy bien con don Sergio. Muy bien.

¿Nunca han tenido problemas?
-Ninguno. Ninguno con don Sergio… Y si gustan lo pueden llamar y, en ese sentido, tal como le estoy diciendo yo, él le va a contar.

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