Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

12 de Septiembre de 2009

Efectos secundarios de proclamar a Piñera: La UDI está deprimida

Por

POR JORGE ROJAS Y VERÓNICA TORRES.• FOTOS: ALEJANDRO OLIVARES

Por primera vez en su historia, el partido de Jaime Guzmán, el más votado del país, no lleva candidato propio. Y a pesar que en las fotos todos sonríen al lado de Sebastián Piñera, apoyarlo es más duro de lo que creían. Al interior de la UDI, culpan a Hernán Larraín de no haber potenciado a Longueira como candidato y muchos creen que Juan Antonio Coloma no supo negociar los cupos al Congreso. Mientras, en la pieza del lado, los parlamentarios liderados por José Antonio Kast y Gonzalo Arenas afilan los cuchillos para comerse a los coroneles en junio del próximo año.
___________

El 22 de agosto pasado la UDI en pleno llegó al karaoke de la discoteque El Huevo de Valparaíso. Allí estaba planeada la celebración de la proclamación de Sebastián Piñera como candidato presidencial del gremialismo, pero en el partido de Jaime Guzmán los ánimos no estaban para fiestas. Pese a que la leche estaba cocinada hace bastante rato, no podían entender cómo en su partido -el más votado de Chile, gracias a su máquina electoral- no habían sido capaces de levantar una candidatura propia durante un año.

-Se suponía que Sebastián Piñera con su discurso nos tenía que hacer olvidar a Joaquín Lavín y a Pablo Longueira, pero más nos acordamos de ellos. Incluso uno de los consejeros le dijo a Juan Antonio Coloma, de frente, que el discurso de Piñera no había calentado a nadie -cuenta una fuente que estuvo en la discoteque y que vio el incidente en la mesa que el timonel UDI compartía con Lavín y la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Regginato.

En la mesa de al lado, los seguidores de José Antonio Kast –lider de la “disidencia” UDI- hicieron grupo aparte. Allí las críticas eran las mismas, aunque los comentarios eran más punzantes. Un consejero que estaba allí recuerda:

-Fue un consejo frío cuando debería haber sido uno muy efusivo. En esa mesa discutíamos que se escuchaba con más fuerza “UDI fuerza creadora” que el “Piñera presidente”. Las únicas que gritaban por Sebastián eran las viejas que apoyaban a Lavín, que incluso tenían más banderas por el candidato a senador que por el presidencial -dice.

Y agrega:
-Coloma le presentó el partido a Sebastián Piñera mientras éste estaba en el estrado. Le dijo que la UDI tiene a los presidentes de la Cámara y del Senado; a 34 diputados, a 9 senadores, a 73 alcaldes y a 406 concejales. Ahí como que nos preguntamos cómo era posible que con esta máquina la UDI no tuviera un candidato propio.

De eso, en la UDI la mayoría culpa a la anterior presidencia del partido, la de Hernán Larraín, la que, según dicen, no fue capaz de posicionar un rostro para convertirlo en candidato.

-Si Larraín hubiese tenido una presidencia más fuerte, con menos institucionalidad hacia la Alianza, eso habría colaborado en que hoy tuviéramos un candidato. Podría haber sido Pablo Longueira, pero Jovino Novoa y varios otros se hicieron los locos, porque no estaban convencidos de que él era el mejor candidato -cuenta un parlamentario gremialista que prefirió mantener el anonimato.

Otros, como el diputado Julio Dittborn, prefieren dar vuelta la página.

-Mucha gente en el consejo de la UDI quería un candidato propio. Varias personas me dijeron que sentían pena porque no teníamos nuestro candidato. Ellos hablaban con el corazón, pero la Coalición por el Cambio es un conglomerado que incluye muchas visiones y había que pensar con la razón y eso fue lo que hicimos al apoyar a Piñera.

DIENTES APRETADOS

El que hoy la UDI no tenga candidato presidencial sólo es el final de una larga teleserie. Algunos dirigentes fijan la fecha de inicio de la debacle en marzo de 2008, cuando al gremialismo le reventó en la cara una granada de acusaciones de corrupción en tres de sus comunas más populares y emblemáticas de Santiago: Recoleta, Huechuraba y Renca. En esa tole tole, el propio Joaquín Lavín se cuadró con su yerno, que lideraba las denuncias, y acusó que la UDI estaba corrupta.

Fue entonces cuando apareció José Antonio Kast -el diputado en contra de la píldora- exigiendo unas inéditas elecciones al interior del partido para elegir al nuevo presidente. ¿La razón? La UDI había perdido el horizonte luego de olvidar los principios constitutivos que le imprimiera en el pasado Jaime Guzmán. De ahí que Novoa escuchara por primera vez un NO rotundo cuando le pidió a Kast que depusiera su candidatura y apoyara a Coloma.

No hubo diplomacias. La UDI se vio enfrentada internamente y Kast obtuvo el 37% de los votos. Cuando se constituyó la actual mesa, se negó a integrar la directiva aunque anunció que “no haría oposición”.

El enfrentamiento se repitió en diciembre, durante el Consejo Ampliado, donde se definió si el partido llevaba candidato propio o no. Aunque Kast y la senadora Evelyn Matthei anunciaron que estaban dispuestos, se quedaron con las ganas luego que los coroneles, encabezados por Coloma, negociaran cupos parlamentarios con Piñera y descartaran el camino propio. Algunos consejeros, como el representante de la V región Manuel Millones, aún no entienden la lógica de la decisión.

-En materia parlamentaria, ahora se están pagando los costos de no tener un candidato presidencial. Por eso cada día más le encuentro la razón a Longueira, Matthei y Kast, de la necesidad de haber levantado nuestra opción presidencial –comenta.

Longueira bien sabía de esa necesidad. Y por eso en el 2006 levantó su candidatura presidencial, pero no contó con el apoyo de los Coroneles. Para un lavinista, está claro que fueron éstos quienes liquidaron a todas las cartas presidenciales del partido durante los últimos años.

-Lo que pasó acá es que todos los proyectos personales que estaban eclipsados por este fenómeno de Joaquín Lavín empezaron a aflorar. Pero la UDI nunca dejó correr ninguna carta. Es cosa de mirar a los presidenciables que hubo en estos cuatros años: tuvo a Lavín, pero dijo que no porque la UDI le sacó la cresta durante mucho tiempo; tuvo a Pablo Longueira, pero la misma UDI lo dinamitó. Y lo mismo le pasó a Hernán Larraín.

Hacia afuera los dirigentes de la UDI dicen que la proclamación de Sebastián Piñera es un acto generoso. El propio diputado Felipe Ward, autoreconocido kasista y uno de los últimos en apoyar al empresario, explica la no candidatura UDI como una de las tantas sorpresas que el partido suele dar:

-Si bien teníamos el derecho de levantar un candidato presidencial, éste es un partido político que está llamado a sorprender. Acá nos equivocamos, sorprendimos y la gente lo valora. Pero, efectivamente, hace 10 años era poca la gente que habría apostado a lo que hicimos hoy –dice.
Pero al interior de la UDI muchos de los que hoy sonríen lo hacen con los dientes apretados, porque el empresario RN nunca fue la mejor de las cartas. Se trata del mal menor, dicen, algo similar a lo que ocurre con Frei en la Concertación. A muchos les cuesta olvidarse de las “maldades” de Piñera, que para los UDI más duros tuvieron su clímax en el 2003, cuando la diputada María Pía Guzmán acusó con su apoyo a Jovino Novoa de participar en la red de Claudio Spiniak. Una gran estocada que se sumó, en el 2005, a la proclamación de Piñera como candidato cuando RN estaba detrás de Lavín en teoría.

-Después de lo que hizo Piñera con Jovino, después que le hicieron exámenes asquerosos, después de todo lo que pasó ¿alguien le levantaría la mano a ese gallo como candidato a presidente? -se queja el mismo lavinista.

En la UDI a Piñera no lo ven como un personaje carismático. Es uno de los hombres más ricos de Chile y, para algunos en el partido, apoyarlo es ir en contra de los principios populares que están en el discurso del partido. No están llevando más que a un político tradicional, dicen, que no representa el cambio del cual tanto hablaron hace algún tiempo. El empresario RN tampoco levanta sus banderas de lucha, como la “defensa de la vida”, expresada en el combate a la Píldora del Día Después, que Piñera ha apoyado, así como la discusión sobre el aborto terapéutico. El problema es que esos dos caballitos de batalla, enarbolados por Kast han creado un grupo “pro-vida” al interior del partido, que integran parlamentarios como Felipe Ward, Marcelo Forni, y el recién estrenado Gonzalo Arenas, que empapeló al ministro Edmundo Pérez Yoma en la Cámara hace algunas semanas.

-Al final, Jaime Guzmán creó este partido para gallos como Arenas, no para gallos que andan con la calculadora en la mano, como Coloma, como Jovino -critica un ex UDI.

Y agrega:
-El proyecto de Guzmán se echó a perder hace mucho tiempo y eso ocurre cuando los Coroneles comenzaron a ver más las encuestas que el fondo. Jaime Guzmán nunca habría permitido que Piñera hubiera sido candidato a presidente y en el consejo, cuando los UDI gritaban “se siente, se siente, Piñera Presidente”, yo creo que Guzmán se debe haber revolcado en su tumba.

LA TETERA Y EL TÉ

“Pusimos el agua a calentar y el té se lo toma Piñera”. Así resume un UDI histórico lo que está pasando en la sede de calle Suecia.

Los de su generación tienen un diagnóstico parecido. La UDI, agregan, es un “partido guerrero”, que necesita estar en campaña, enfrentándose a algo. Con el binominal, su rival real siempre fue RN, socio, enemigo y a veces empleado, en los tiempos en que la UDI mandaba en la oposición. Estar sin candidato, sienten, los deja casi a la deriva.

Un cuadro que es peor cuando sienten que en las cosas que el candidato dice no están de acuerdo. Y en eso recitan las últimas declaraciones de Piñera que a su juicio son equívocas: la idea de derogar la Ley del Cobre, la Píldora.

Los UDI senior sienten las hachas de Kast afilándose en la pieza de al lado. Hoy, dicen, el futuro líder del partido está moderado, calladito. Pero saben que va a salir al ruedo en diciembre, si hay malos resultados electorales, o en marzo, donde sí o sí anunciará su candidatura para presidir el partido. La nueva generación, representada por Gonzalo Arenas, se los comerá. No olvidan que en los peores momentos de la campaña interna del año pasado Kast a veces no le contestaba el teléfono a los coroneles que lo llamaban para “bajarlo”.

Hay otro factor de inquietud: un triunfo de Piñera. La tranquilidad de la generación que actualmente manda en el partido está supeditada a cómo se mueva Piñera si logra llegar a La Moneda, es decir, qué tan lejos queden del poder. Y lo otro, que también será un dolor de cabeza: a qué militantes podría convocar Piñera a trabajar con él.

“El miedo es que Piñera, desde La Moneda, termine fagocitando a la UDI”, reconoce uno de los históricos UDI.

NEGOCIACIÓN

La negociación de cargos en un eventual gobierno piñerista es una pesadilla que ronda a algunas cabezas en la UDI.

-No hay que esperar que Piñera sea generoso, porque está en su ADN el negociar. ¿Cómo vamos a saber si él no nos va a cagar si en la mitad de las huevadas que hace se caga a la gente? Por eso, la negociación de la UDI con Piñera tiene que ser antes de que salga electo y la conversación parte con que él nos asegure que el próximo candidato presidencial será de nuestro partido -cuenta un consejero gremialista.

El problema –asegura un lavinista- es que Juan Antonio Coloma ha ido perdiendo los bonos dentro del partido. Son muchos los que no creen que el senador pueda dar el ancho para exigirle a Piñera que respete los acuerdos cuando aún en la memoria está fresca la reacción que tuvieron cuando Lily Pérez amenazó que iba a competir con Coloma.

-Cuando ella habló de la senaduría del Maule Norte, los coroneles se asustaron y le dieron todas las pasadas a Piñera a cambio que se cambiara a la Quinta Cordillera -cuenta una fuente de la UDI.
Manuel Millones ocupa el mismo ejemplo para graficar por qué no se puede confiar en el presidenciable de la Alianza.

-En la Quinta Cordillera, Marcelo Forni fue el primer diputado que se declaró piñerista y ayudó desde esa tribuna a cerrar filas con el candidato de RN. ¿Pero cuál fue el pago? Ponerle a la mejor carta de RN, Lily Pérez, para retener el cupo.

LA NUEVA UDI

No son sólo los UDI mayores, los de la generación de Guzmán, los que tienen claro que Kast se va a hacer del partido tarde o temprano. El diputado por Buin lo ha dicho y hasta ha llegado a esbozar una suerte de programa, definiendo su partido ideal como uno apegado a los valores que les dejó Jaime Guzmán. La fórmula es “un partido bueno, aunque sea chico”. Aunque esto signifique jubilar a la generación que rodeó al propio Guzmán cuando fundó la UDI en 1988.

La presidencia del partido, dicen sus partidarios, no lo inhabilita para nada para convertirse también en la carta UDI el 2014. Una ambición que Kast también ha reconocido.

-En la UDI se estila que los presidentes del partido sean reelectos por dos años más, pero lo más probable es que nosotros levantemos una candidatura nuevamente. Tenemos la sensación de que Coloma no va a competir, pero si no da un paso al lado vamos a levantar la candidatura igual. Los Coroneles deberían retirarse de la toma de decisiones, dejar que las caras visibles sean otras y aportar desde el lado con su experiencia. En Punta de Tralca nos dimos cuenta que la UDI sigue siendo la misma, pero que nuestros dirigentes cambiaron por las ganas que tienen de ganar; que sienten una frustración porque han pasado 20 años en política y han perdido todas las presidenciales –cuenta un kasista.

Los kasistas, los jóvenes, son la mayoría de los parlamentarios que saldrán a pelear su cupo en diciembre. Se transformarán así en el único seguro de vida que le queda al partido para no quedar de rodillas ante Piñera: la mayoría parlamentaria.

Por eso es que Kast ha dedicado tanto tiempo a los candidatos jóvenes en el último año. Y ha logrado cuadrar al partido con ellos. La apuesta es grande porque de todos los que se presentan 15 son menores de 35 años y por primera vez enfrentan una elección.

Los kasistas dicen que el futuro el gremialismo no debe perder la línea que trazó Jaime Guzmán. Pero algo han reflexionado frente al rechazo a algunas de las posturas más extremas del rubio diputado que hace algún tiempo quiso retirar todos los sistemas de control de natalidad del sistema de salud pública. Ahora están flexibles y dicen que tampoco deben agarrar las banderas de la Iglesia y salir a la calle a batirlas.

-Hay que ser súper pragmático, éste no es un movimiento religioso, es un partido político. Acá se persiguen objetivos políticos y poder para cambiarle la vida a la gente, pero no hemos renunciado ni hemos dado medio paso atrás en materia valórica, ni de principios, por apoyar a Piñera –dice el diputado, Felipe Ward.

Notas relacionadas