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Cultura

18 de Octubre de 2009

La Nana o Isla 10: ¿Cuál merecía ir por el Oscar?

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THE CLINIC PRESS
Pete Hammond es uno de los mayores expertos en el complejo mundo de las premiaciones cinematográficas estadounidenses. Ha escrito guías al respecto y es recurrente colaborador de los medios gringos en todo lo relacionado con el Oscar.

Pero ahora el ojo de Hammond se posó en un problema muy chileno, denunciando desde su blog en el Los Angeles Times una aparente injusticia en la representación de Chile en la competencia. La cinta nominada por la comisión evaluadora del CNCA (Consejo Nacional de la Cultura y las Artes) ante los premios Oscar (EE.UU.) y Goya (España) es “Dawson, Isla 10”, de Miguel Littin, que trata de la experiencia de prisión política sufrida en 1973 por la elite gobernante nacional en el campamento magallánico de Dawson. Mientras que “La nana”, de Sebastián Silva, pese a haber sido un éxito de crítica y público, además de premiada en el prestigioso de Sundance, fue relegada a representar al país en el menos prestigioso Premio Ariel de México.

A Hammond este hecho le sugiere la necesidad de cambiar el mecanismo con el cual se escogen las películas representantes de países extranjeros, pues dejar esta decisión al criterio de comisiones gubernamentales puede provocar distorciones.

En Chile existió un jurado encargado de tomar esta decisión. Estuvo integrado, entre otros, por el cineasta Andrés Wood, la actriz Tatiana Molina y el guionista Jorge Ramírez. Argumentaron su preferencia por la película de Littin, cuyo personaje protagónico es el actual ministro Sergio Bitar, afirmando que se trata de “una película de notable calidad artística, junto con una óptima factura en su puesta en escena y fotografía que dan forma una obra valiosa, además trata un tema social e histórico relevante con proyección nacional e internacional”.

QUÉ DICE HAMMOND

“Al terminar Sundance con dos importantes premios – incluyendo el Gran Premio del Jurado para el cine del mundo -, con un éxito de taquilla en su país de origen y un acuerdo de distribución en EE.UU., escritor joven chileno y director de la aclamada comedia de humor negro “La Nana”, Sebastián Silva, pensó que su película tenía un boleto a los Oscar.

Pero, como sucede a menudo, la política se interpuso y el comité que selecciona a la presentación oficial de Chile entregó el puesto a “Dawson, Isla 10”, del veterano director ya nominado en 1985, Miguel Littin, políticamente cargada de acusaciones sobre los malos tratos dados a un grupo de “prisioneros de guerra” después de un golpe militar ocurrido en dicho país.

Silva me dijo esta semana, en la proyección de “La Nana” (estreno hoy en Nueva York y en la próxima semana en Los Angeles), que hasta llamó a Littin para preguntarle cómo fue que sucedió esto. Por supuesto, Littin no siente la misma sensación de decepción, ya que a los 67 años, el director ahora tiene otra oportunidad de una nominación al Oscar, mientras que Silva sólo tendrá que contentarse con sus trofeos de Sundance.

Silva no está es el único con esta sensación de haber sido menospreciado por su patria. Consideraciones políticas, además de los habituales éxitos localistas de taquilla a menudo se imponen cuando se trata de los Premios de la Academia en la categoría “película en lengua extranjera”, ya que cada país, no la academia, elige a su candidato propio. Es un proceso que la academia en realidad debería cambiar, porque los mejores del cine mundial no son siempre representados. Sin embargo, nadie ha llegado con una idea mejor de cómo hacerlo, así que es probable que todo siga igual por ahora”.

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