Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

5 de Diciembre de 2009

Jorge Arancibia, senador UDI y almirante (r): “A Perú le hemos ganado hasta en el fútbol”

Verónica Torres
Verónica Torres
Por

POR VERÓNICA TORRES SALAZAR • FOTO ALEJANDRO OLIVARES

Desde su oficina en el Congreso, el ex edecán de Pinochet mira el caso de Víctor Ariza y se pregunta por qué Perú envió a Chile un especialista de inteligencia como él. “¿Perú espía acá o no?” dice el ex almirante, que hoy aparece cuadrado completamente detrás de la Presidenta Bachelet pero, sí, pidiendo un poquito más de agresividad comunicacional frente a Alan García. Un nacionalista furioso al habla…
____________

Ha dicho que el caso de Víctor Ariza es un montaje mediático. ¿Qué parte no se traga de la historia?
Yo digo que es un montaje porque no tenemos ninguna comprobación específica de que este hecho haya ocurrido. Y, por lo tanto, sin tener una base de respaldo, la supuesta teoría del espionaje es mediática. Si el día de mañana en los procesos que se investigan se llegara a encontrar la línea que establezca realmente que existió una operación que terminó en espionaje, yo no tendría ningún problema en reconocer este hecho.

El diario peruano El Comercio publicó unos e-mails que supuestamente habría recibido Ariza con ciertas coordenadas de lo que él debería haber investigado. ¿Esas no son pruebas?
No son pruebas, a no ser que se encuentre el origen del e-mail y se asocie a una institución en particular porque si tú te vas a e-mails y cosas de este tipo, es decir, está llenos de locos en el mundo…

Usted dijo que esto de que Ariza hubiera llegado a la embajada peruana ya le parecía sospechoso…
Ariza fue mandado por el gobierno peruano y por la Fuerza Aérea Peruana a la embajada de Perú en Chile y Ariza es un especialista en inteligencia. No es una blanca paloma ni es un cordero. Es un hombre que ha hecho estudios de cómo efectuar operaciones de espionaje y fue mandado por Perú a Chile. Ahí digo yo “oiga, pero momentito ¡si usted me mandó un espía a mí, pues! Y ahora -si es que llega resultar al revés la cosa- era tan malo su espía que terminó siendo espía para el otro lado”. Pero el espía que llegó acá a Chile fue mandado por Perú. Y no venía a hacer relaciones internacionales ni a establecer vínculos de amistad: venía a cumplir aquello para lo cual lo habían preparado. Entonces yo puedo decir “qué notable, qué extraordinario, este Perú que se queja tanto, nos mandó a nosotros un hombre de inteligencia, un espía a su embajada”. ¡¿A qué lo mandaron? ¿Perú espía en Chile o no?!

En la prensa se mencionaba que una de las informaciones que habría entregado Ariza era la defensa que iba a tener Perú en el Tribunal de La Haya.
¿Pero tú crees que un suboficial de la Fuerza Aérea va a estar en los niveles de información como para aportar algo de esa naturaleza?

Dicen que estaba conectado con gente de más alto rango …
¿Pero un suboficial, cuál es el nivel de conexiones que tiene? Poco, bajo. Acéptame que su nivel natural de información es bajo. Llega a los espacios de su oficina donde trabaja. No tiene contacto con un general ni con el ministro de Defensa ni con el jefe de Seguridad Nacional. Entonces, tenerlo como un agente para que nos dé información sobre la estrategia que va a seguir Perú en La Haya me parece que es sobredimensionar su capacidad. Si el del espionaje fuera el ministro de Defensa peruano yo te diría que es la punta del iceberg. Aquí te diría que está a nivel plancton. Ja,ja,ja.

LOCOS POR COCA

La demanda marítima peruana es algo que usted conoce bien, ¿Por qué cree que Perú cuestiona los acuerdos marítimos?
Ah, bueno, los han respetado 100 años. Ahora este cambio que ellos tuvieron lo encuentro dentro de las pretensiones naturales de un país. O sea, ¿cómo logro mejorar mi condición? Buscando esta teoría de la proyección de la costa sobre el mar que es una teoría que existe: la de la bisectriz, o la mediana. Pero nuestros convenios internacionales establecen con absoluta claridad que esta línea y lo que hay hacia al sur es de soberanía nuestra. Lo de ellos es una pretensión y por eso han montado todo esto y desde entonces han afectado la relación que teníamos porque nos llevan a un tribunal. Son ellos – los “buenos” de la película- los que tensionaron al máximo la relación y te voy a agregar una tercera cosa: si haces un seguimiento de las declaraciones que han existido en Perú a lo largo del tiempo, te vas a encontrar con los generales Edgardo Mercardo Jarrín, Juan Francisco Velasco Alvarado, que ya en esa época escribían libros respecto de la pretensión y de la necesidad de que Perú recuperara los territorios que habían perdido con Chile.

¿Y Chile ha escrito sobre Perú?
Nunca. Si revisas nuestro proceso histórico, no encuentras una sola palabra que hable de una pretensión que tengamos sobre espacios peruanos. En ningún momento hemos expresado el sueño de agredir a Perú, por lo tanto, este tema de la carrera armamentista no tiene ni una relación con el tema del Perú sino que obedece a dos necesidades nuestras: la de disuadir, de que nadie pretenda agredirnos u ofendernos y segundo, la de estar en las condiciones de participar en el sistema internacional. Nosotros hacemos ejercicio militar con Estados Unidos, con Japón, Corea, con la OTAN, estamos en Haití operando con otros países, estamos armando una fuerza en conjunto con Argentina y eso nos obliga a tener un desarrollo tecnológico militar de alto nivel. El Perú no nos interesa. No ha sido un tema para nosotros. Ni ahora ni antes. Perú no nos interesa como conquista militar. Nos interesa como un país aliado para establecer las mejores relaciones. Pero jamás alguna autoridad chilena ha planteado un interés de naturaleza militar sobre territorio peruano. Encuentra a un chileno que lo haya dicho y yo me rindo.

¿Cómo enfrentó la relación con Perú cuando era comandante en jefe de la Armada?
Yo hice algo inédito, que fue fijar un reforzamiento con los países vecinos y por lo tanto monté una estrategia: que la primera visita al extranjero que iba a hacer en mi mandato sería a Perú y la primera visita que iba a recibir sería la del comandante de la marina argentina. Y así lo hicimos. Fui a Perú y llevaba un plan con varias propuestas para poder avanzar en una relación más estrecha que, realmente, rompiera el hielo que había existido cien años entre las dos marinas. Y me recibieron muy bien, pero cuando me venía el comandante de la marina peruana me dijo que él no podía ir a la misma velocidad que yo.

¿Por qué?
Porque ellos tienen un problema interno: nosotros somos un factor para los peruanos. Si buscas en El Comercio la palabra “Chile” vas a encontrarla 200 veces. En cambio, en El Mercurio si buscas la palabra “Perú” aparece tres veces.

En su época de comandante en jefe usted ubicó una caseta en la frontera con Perú…
Hubo ahí un tema bien complejo cerca del año 2001. Esa caseta tenía el problema siguiente: era una caseta de observación que tiene la Marina para cuidar la playa y para vigilar que no pasen extranjeros a nuestro territorio. Pero la caseta estaba mal ubicada, porque estaba al sur de la Quebrada Escritos y a causa de los inviernos bolivianos las minas se desplazaron y en muchas oportunidades nacionales peruanos que trataban de penetrar ilegalmente al país volaban en estos campos minados. Por eso, decidimos poner la caseta al norte de la quebrada para tener una prevención. Lo segundo, era poner la caseta más cerca de la costa porque hay una playita donde se estaba generando un intercambio de locos por coca. Queríamos vigilarla y mirarla desde arriba. Sin embargo, puesta la caseta se armó un escándalo del lado peruano, particularmente de Ollanta Humala, que convocó a gente que se paraba a gritar en la frontera. Hicieron una serie de manifestaciones que lograron que el gobierno chileno volviera la caseta a su posición de origen.

¿Detectó algún infiltrado peruano?
No, y lo que sí te puedo decir es que como comandante en jefe nunca ordené una operación de inteligencia. Y nunca supe que se hiciera una operación de inteligencia, lo cual te indica que ese tema tiene reglas del juego bien especiales. Es muy probable que el director de Inteligencia de la marina haya dispuesto operaciones de inteligencia, pero el comandante en jefe de la Armada, que era yo, ni lo dispuse, ni supe. Yo estaba dedicado a la administración de la institución.

Usted ha dicho que todas las técnicas de espionaje que uno conoce a través de las películas son las mismas que ocupan los gobiernos. ¿Cuáles son las estrategias clave?
Lo que pasa es que ahora hay elementos tecnológicos que te ayudan a que cada vez esta necesidad del espía, del James Bond, sea menos necesaria. Hoy existen interceptaciones telefónicas; observación remota donde tú a través de satélites o de aviones espías que vuelan, como el famoso U2, en que tú obtienes la información visual de lo que estás viendo. Por ejemplo, si la escuadra peruana está en El Callao a través de ese mecanismo sé cuántos submarinos hay, cuántos están navegando, cuántos hay en reparación…

O sea, que la figura del espía estaría en peligro de extinción.
Nunca porque el hombre es irremplazable. Pero te diría que sí, antiguamente, era la fuente. Tú tenías que penetrar en el área enemiga; infiltrar a la Matahari que era la “amante de” y de esa manera llegar a los accesos. Hoy existen fuentes abiertas. Hay una capacidad de análisis de lo que los medios publican que te permite ir concluyendo ciertas cosas. Hay información en cuanto a armamento que está disponible: el que te vende una pistola le dice al otro como es tu pistola y le ofrece el chaleco antibala que impide que las balas lo penetren.

BESTIA BÉLICA

¿Cree que le tenemos envidia a Perú como dice Alan Garcia?
Pero ¡por favor! ¡Si les hemos ganado hasta en el fútbol! Ja, ja, ja… Si esa fue la expresión más brutal sobre todo cuando vemos la cantidad de peruanos que hay en Chile buscando mejores horizontes… La verdad de las cosas es que debo ser muy orgulloso, muy chovinista, pero la diferencia entre los dos países es gigantesca. Independiente que ahora estén creciendo a buen ritmo, tienen unas limitaciones de tipo cultural, ideológico y racial. Tienen unas divisiones internas brutales. Por eso, yo les envidio su cultura, el pasado que tuvieron, pero envidiarles el estilo de vida ¡no! Yo doy gracias a Dios de haber nacido acá.

¿A su juicio como lo ha hecho Alan García?
Se dio una vuelta en el aire. Cuando inició su gobierno él expresó, públicamente, su deseo de estrechar de la forma más fuerte y posible las relaciones con nuestro país. De hecho, lo puso como ejemplo para demostrar cuál era la forma en que Perú debía desarrollarse y le fue bien en este afán de imitar a Chile, pero todavía está a años luz de lograr un nivel equivalente al nuestro. Probablemente, en este declive que ha tenido en la aceptación debe haber encontrado este factor (espionaje) como un elemento importante para recuperar ciertos niveles. No lo entiendo de otra manera. Porque él es un hombre inteligente, pero ha caído en el empleo de términos que han sido altamente ofensivos.

Como el de “republiqueta”…
Me da pena que haya empleado una expresión de ese tipo, cuando lo único que quieren es parecerse a esta “republiqueta”.

¿Se equivocó Chile en haber ayudado a Perú en el tema de los TLC, en la incorporación a la APEC?
No, son cosas distintas. Uno tiene que ser capaz en la gran política de mirar un horizonte a mayor plazo y eso pasa por una articulación entre los países para el beneficio de ellos mismos. Te lo planteo de otra manera: no va a ocurrir, pero suponte que frente a esta agresividad peruana empieza a acalorarse la cosa y LAN decide suspender los vuelos: en Perú se quedan andando en auto. Es tan brutal que ellos no tienen línea aérea, LAN les cubre todas las necesidades internas. Así que esta “republiqueta” y esa empresa de esta “republiqueta” les presta un servicio que es vital y lo va a seguir prestando porque es un buen negocio. Pero si la cosa la llevaran a un extremo ¿quién pierde? El que se queda sin aviones.

¿Le ha parecido tibia la respuesta del gobierno a los dichos de Alan García?
Me ha parecido bien la respuesta del gobierno y de la Presidenta, que cuenta con todo nuestro respaldo. Lo que creo es que en paralelo a esta postura tan sólida también deberíamos montar una estrategia comunicacional un poco más agresiva.

¿Estamos pasando por débiles?
Es que pasa otra cosa. Acá se está viendo cómo te lee el mundo y estas campañas comunicacionales prenden y llegan. Lo que creo es que las cosas buenas deberíamos publicarlas y si las malas las resaltan debiéramos decir “pero cómo puede creer alguien que yo tenga algo contra Perú cuando he invertido 6 mil millones de dólares”. Te lo planteo así: no voy a declarar una guerra para que esos 6 mil millones se quemen. Pero hoy la imagen de la Presidenta Bachelet, que es fantástica a nivel internacional, está siendo cuestionada porque ordenó espionaje, porque ha comprado armas como nunca en la historia de Chile. Entonces hoy Michelle Bachelet -una tremenda Presidenta, querida por su pueblo, reconocida internacionalmente- de improviso se transforma en una bestia bélica frente a un Alan García hecho bolsa interiormente. Lo que digo es cómo no somos capaces de decir “¡Fíjense cómo nos trató a la Presidenta de Chile este tipo”.

Notas relacionadas