Opinión
18 de Diciembre de 2009Marcela Sabat, la tortuga en el poste
The Clinic
Por Sergio Alvaretz
La elección de la señorita Sabat me trae a la mente una fábula que en algún momento leí o escuché y que bien le cae a ella, (como también a la mayoría de los políticos) como una acertada metáfora. La historia es así:
Un anciano contaba que cada vez que escuchaba a un político, se imaginaba una tortuga sobre un poste. Todos lo que le escuchaban la afirmación se preguntaban que semejanza podría existir entre la tortuga encima de un poste y los políticos en cuestión.
Pues el anciano daba cinco motivos que relacionaban al animalito con esta dama y otros parlamentarios que nos dirigen desde la Cámara.
Primera analogía: No se puede creer que está allí
Segunda duda: ¿Cómo logró subir tan alto?
Tercera incertidumbre: Es imposible que haya llegado hasta arriba solita y sin ayuda.
Cuarta certeza: No es lugar que le corresponde
Quinta relación: No podrá hacer nada útil mientras esté allá arriba.
Al final, nos queda la tremenda impresión que lo único sensato que podemos hacer por la tortuguita, es ayudarla a bajarse del lugar donde nunca debió haberse subido
MORALEJA: Hay que impedir que los animales se suban a los postes.