Carta a nuestro director general de lector asqueado con theclinic.cl

Patito:

Yo entiendo esta onda rebelde, del todo vale, y de dejar que todo el mundo publique lo que se le ocurra y para qué hablar de las reacciones y “comentarios” que acompañan los posteos… Y entiendo ese súbito escalofrío histérico y todo el show de rasgar vestiduras y demases frente a todo lo que pueda parecerse a la “represión” o la “censura” (“¡Ay! ¡Qué gente más mala, esa que quiere andar censurando y reprimiendo! ¡Fachos! ¡Fachos!”) Entiendo los traumas de las víctimas del abuso de represión en la dictadura, y la verdad es que también entiendo a los cuicos abajistas y renegados que tienen una necesidad loca de bajarse el pelo, de sheudo-intelectualizarse y sheudo-izquierdizarse y de despotricar contra la derecha y contra TODO lo que pudiera llegar remotamente a asociarse con ella (como la represión, como la censura). Lo entiendo un poco más en los adolescentes, pero en la gente más viejona igual lo entiendo. Sin embargo, como sé que tienes inteligencia suficiente (y porque para esto tampoco hace falta demasiada), te propongo la siguiente analogía, a ver si te convenzo de restringir un poquito las publicaciones de toda esa mugre que tienes en el sitio web.
Si quieres hacer una fiesta libre, sin imposiciones, democrática y donde se respeten todas las ondas, estilos y preferencias, puedes dejar entrar a todos los que quieran, bailar a cada cual como se le antoje, ir vestidos como les parezca, puedes permitirles elegir parte de la música, ofrecerles copetes y bebidas para todos los gustos, dejar que cada cual consuma lo que tenga ganas de consumir, etc. Libre, libertario, liberador, liberémonos ashí… Shin censhura, huena onda… Ya, pero… ¿y los que se pongan a vomitar en la pista de baile? ¿Y los que en vez de hacer caca en el water, prefieran hacerla en un rinconcito? ¿Y los aficionados a andar agarrándole el poto a minas que no les gusta que les agarren el poto? Viejo querido, por más demócrata, librepensador o rebelde que seas, si realmente crees en el valor del RESPETO entre los seres humanos (y no sólo en el respeto de los Sacralísimos Derechos Humanos de unos cuantos), entonces pides que limpien el vómito de la pista de baile y la mierda del rinconcito, mandas a los borrachos jugosos a sus casas, y expulsas a los que andan agarrando culos que no consienten (mal que mal, uno de ellos podría ser el de tu hermana…) O no?

Montón de cariños,

Juan