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Mundo

7 de Febrero de 2010

Berlusconi canta bonito (y Piñera apenitas canturrea)

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POR JUAN PABLO ABALO

Como otros medios internacionalees, el diario Bagbladet de Oslo publicó, tras saberse los resultados de nuestra reciente elección presidencial: “El Berlusconi de Chile toma el mando” (www.dagbladet.no). Mucho se hace en el extranjero la asociación entre el primer ministro italiano Silvio Berlusconi y el presidente electo de por acá, Sebastián Piñera; y la verdad es que, aunque lejos de ser un ejercicio caprichoso y antojadizo, pues tienen ambos similitudes bastante obvias, la cosa no es tan pareja. Más exacto que igualarlos es acotar la relación entre ambos a una de maestro y discípulo.

Tanto Berlusconi como Piñera son dueños de una fortuna posiblemente desmesurada, pero el italiano -con 6.500 millones de dólares- supera con creces los 1.000 millones de dólares del chileno. Tanto Berlusconi como Piñera son dueños de parte importante de la televisión de sus respectivos países, canales que, dicho sea de paso, en tiempo récord lograron ubicarse entre los más vistos a punto de una programación centrada en la diversión, la entrometida opinología y concursos de mal gusto; aún así, nuevamente el presidente electo chileno se ve superado con creces por Berlusconi, que es el mandamás del principal grupo de televisión privada italiana, Mediaset (Telemilano, Canale 5, Italia 1, Rete 4), a lo que hay que añadir su participación en importantes medios escritos (Il Giornale y Grupo Mondadori). Por otra parte, tanto Berlusconi como Piñera son dueños de un equipo de fútbol importante en sus respectivas ligas; las diferencias, además de que el italiano es hincha de su propio club y el chileno hasta antes de la compra era hincha del archirrival, son más que evidentes entre el AC Milan y Colo Colo.
Por último, ambos gustan de cantar; la diferencia es que Berlusconi ya lo hace casi profesionalmente, prueba de lo cual es que recientemente ha vuelto a entonar -para recuperarse del chancacazo que le llegó en el hocico- las canciones de su primer disco “Meglio ‘n canzon” , escrito junto al cantautor italiano Mariano Apicella, hombre de gran dominio musical y a quien, por lo mismo, Berlusconi contrató a tiempo completo en condición nada menos que de asesor personal. El disco contiene catorce canciones que tratan de los amores y desamores que durante la vida del italiano han robado su atención y encendido su deseo más profundo. Canciones que resultan jocosas y livianas, gratas para un distendido oído veraniego. Berlusconi canta bien y el aroma de la tradicional canción romántica italiana se asoma, aunque con relamido gusto.

Piñera, en cambio, y en palabras de su hermano Miguel, solo “canturrea”, y por lo general las peores canciones de la nueva ola. Y cómo no si su asesor en materia musical es su propio hermano, el Negro, que -dueño de un talento defectuoso y limitado- lo tiene convencido de que cantar “El rock del mundial” en televisión es una expresión conmovedora del arte chileno. Nada contra Los Ramblers, pero se trata de una canción siempre infernal, tan infernal y pesadillesca como ver al mismísimo negro Piñera en la celebración de la derecha cantando el himno nacional con una leve cadencia baladesca-folklórica, mientras las señoras de teñido rubio (probablemente solo de la cintura para arriba) pasean en sus van full equipo 4×4 tocando con sus bocinas una melodía que resulta incomprensible en dicho escenario: los bocinazos del “y va a caer / y va a caer”.

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