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Cultura

27 de Marzo de 2010

El error aritmético de “El Principito”

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En la famosísima obra de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944) “El Principito” aparece un diálogo entre un hombre de negocios (del cuarto planeta) y el principito que contiene una errata aritmética. Las sumas que hace el hombre de negocios en el original en francés son: 3+2 = 5, 5+7 = 12, 12+3 = 15, 15+7 = 22, 22+6 = 28, 26+5 = 31. En la traducción en español, el traductor escribió la última suma como 28+3 = 31. Quizás, porque se observa que el primer término de cada igualdad es la suma encontrada en la suma anterior. El traductor interpretó que el hombre de negocios cometió un error aritmético y lo corrigió. ¿Cometió el error el propio Saint-Exupéry a propósito? Visto en Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea), “Las matemáticas de la literatura,” Un Paseo por la Geometría, DivulgaMAT, 2006/2007. Recomiendo este artículo a los interesados en este tipo de curiosidades.

A continuación el extracto de “El Principito” en francés y en español, con el error y sin él, resp., extraídos de la web. He de confesar que en octavo de EGB en mis clases de francés leí “Le Petit Prince” y no descubrí el error (tengo la copia en mi biblioteca personal y el error está en dicha copia). También tengo una traducción en español donde el error ya no está.

“Le Petit Prince” Chapitre XIII

“La quatrième planète était celle du businessman. Cet homme était si occupé qu’il ne leva même pas la tête à l’arrivée du petit prince.

– Bonjour, lui dit celui-ci. Votre cigarette est éteinte.

– Trois et deux font cinq. Cinq et sept douze. Douze et trois quinze. Bonjour. Quinze et sept vingt-deux. Vingt-deux et six vingt-huit. Pas le temps de la rallumer. Vingt-six et cinq trente et un. Ouf! Ça fait donc cinq cent un millions six cent vingt-deux mille sept cent trente et un.

– Cinq cents millions de quoi ?”

“El Principito” Capítulo XIII

“El cuarto planeta estaba ocupado por un hombre de negocios. Este hombre estaba tan abstraído que ni siquiera levantó la cabeza a la llegada del principito.

– ¡Buenos días! -le dijo éste-. Su cigarro se ha apagado.

– Tres y dos cinco. Cinco y siete doce. Doce y tres quince. ¡Buenos días! Quince y siete veintidós. Veintidós y seis veintiocho. No tengo tiempo de encenderlo. Veintiocho y tres treinta y uno. ¡Uf! Esto suma quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno.

– ¿Quinientos millones de qué?

– ¿Eh? ¿Estás ahí todavía? Quinientos millones de… ya no sé… ¡He trabajado tanto! ¡Yo soy un hombre serio y no me entretengo en tonterías! Dos y cinco siete…

– ¿Quinientos millones de qué? -volvió a preguntar el principito, que nunca en su vida había renunciado a una pregunta una vez que la había formulado.

El hombre de negocios levantó la cabeza:

– Desde hace cincuenta y cuatro años que habito este planeta, sólo me han molestado tres veces. La primera, hace veintidós años, fue por un abejorro que había caído aquí de Dios sabe dónde. Hacía un ruido insoportable y me hizo cometer cuatro errores en una suma. La segunda vez por una crisis de reumatismo, hace once años. Yo no hago ningún ejercicio, pues no tengo tiempo de callejear. Soy un hombre serio. Y la tercera vez… ¡la tercera vez es ésta! Decía, pues, quinientos un millones…

– ¿Millones de qué?”

Fuente: Emulenews

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