Sobre la “creatividad” del Ministro de Educación para hacer frente a la crisis

Por Fabián González

Hace unos días circulan en la prensa nacional diversas notas referidas al novedoso modo en que el mineduc, con Lavín a la cabeza, ha enfrentado el problema del inicio de clases post terremoto. Una de las virtuosas estrategias concebidas por el ex-genio de Las Condes y Santiago fue adaptar Buses en desuso para convertirlos en salas de clase. Para La Tercera y El Mercurio dicha genialidad ha sido un nuevo conejo en el sombrero de su mago favorito.
Esta “nueva manera de gobernar” y de actuar con eficiencia ante las urgencias inmediatas tal vez se halla inspirado en lo que sucedió en Chile, tambien en la zona central, pero en 1971. Ese año un terremoto azotó las regiones del centro del país y dejó inutilizables muchas escuelas. Además existía una extraordinaria demanda social por educación y por más escuelas. Frente a esa demanda y con terremoto incluido el gobierno de la época (Unidad Popular) decidió ocupar 300 buses dados de baja por la Empresa de Transportes Colectivos del Estado (ETC) y convertirlos en lo que se llamó buses-escuela que atendieron a cerca de 24.000 niños y niñas de los sectores más pobres del país. Todos,obviamente, damnificados -no del terremoto.- si no de la centenaria catastrofe social que ha empolvado a Chile por años.
Hace casi cuarenta años que el Pdte. Allende dio esas soluciones de emergencia (y otras definitivas) al problema de deficit escolar, cuatro décadas más tarde los responsables de la “modernización” ejemplar del país copian (sin sentido alguno de la memoria, sin verguenza) las ideas “upelientas” porque en la ética del mercachifle “todo vale”. El gobierno de los gerentes le miró el cuaderno al gobierno de los trabajadores. En terminología escolar eso se llama: flojera, deshonestidad, y no tiene nada de creativo. Lo siento, Lavín no es ningún mago, tampoco un estafador, de ningún modo, simplemente el ministro y su gobierno no tienen memoria.