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LA CALLE

14 de Mayo de 2010

Weblo en armas • El clasismo y la “clase alta”

Weblo en Armas
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Weblo en armas es una selección de comentarios posteados por lectores. Se publican conservando la hortographia orijinar, para respetar el estilo, por ser.

Por Observador
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Chile no es sólo clasista sino que también racista como se demuestra con el tratamiento que se da al pueblo mapuche.

El clasismo no es un fenómeno nuevo que ha surgido por la actual acumulación de dinero en cierta gente, como dice la entrevistada. Es un fenómeno de siempre. Incluso antiguamente, cuando no se reconocían los derechos humanos y había menos conciencia ý educación, el clasismo era infinitamente mayor. Me eduqué en el San Ignacio de El Bosque en los años ‘60 y ahí había un clima tan asfixiantemente clasista que sería inconcebible en naciones más inteligentes. Recuerdo que el P. Pomar S.J. sólo leía revistas de genealogía y estaba interesado en conocer el árbol genealógico de cada alumno para clasificarlo como un insecto en categorías de personas más o menos nobles. Para ingresar a este colegio como a muchísimos más de la burguesía católica se debía pasar por lo que se llamaba “la prueba de sangre” para demostrar que se venía de una familia “bien” olvidándosele a los curas y monjas que el fundador de su religión nación en un pesebre de padres inmigrantes que huían de la autoridad. Entre esos jóvenes “bien” del San Ignacio hay un médico-asesino de Frei Montalva y algunos dirigentes de las juventudes de Pinochet y otras lacras sociales.

También es un error creer que los ministros de Piñera son más exquisitos que los de la Concertación. Tanto los unos como los otros pertencen al mismo grupo social. Aún más, muchos de ellos están emparentados y hacen negocios juntos.

Finalmente llama la atención la siutiquería de la así llamada “clase alta” chilena en su mayor parte conformada por descendientes de inmigrantes que hace muy poco llegaron al país muertos de hambre. Cualquiera puede comprender que si esa gente llegó a nuestro pobre y lejano país fue porque estaba en una situación social y económica tan baja en sus países de origen que Chile les ofrecía una solución para la sobrevivencia. Por eso es extremadamente cómico ver a gente como Ravinet, Frei y un sinfín de otras personajes que se pienan “aristócratas” y miran con desdén a los criollos que descienden de quienes inmolaron sus vidas para conquistar la Independencia Nacional y se sacrificaron en la Guerra del Pacífico, entre otras muchas cosas que une a los chilenos que estamos desde generaciones inmemoriales. De modo que esto de la “clase alta” chilena es muy ridículo y el pueblo (que está asentado en esta tierra durante siglos) no debería en absoluto dejarse maltratar por esta clase de siúticos arribistas sino que dejarles puestos donde les corresponde cuando vienen con prepotencias, arrogancias y desprecios.

Todo este profundo clasismo y racismo chileno se produce en un país que se profesa profundo creyente en Dios y corre a los altares para hincarse de rodillas ante los crucifijos cada vez que hay un terremoto. Dejémonnos de una vez por todas con la hipocresía que caracteriza a este país. Chile no es un país cristiano porque es incompatible la creencia en los Evangelios con el clasismo y el racismo. Chile es un país bárbaro y violento con una violencia que no sólo ha quedado bien reflejado en el régimen de Pinochet sino que en la forma como la así llamada clase “alta” trata al pueblo chileno.

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