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Poder

4 de Junio de 2010

Pinochetistas están furia con Piñera

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• Exigen libertad para los presos por violaciones de derechos humanos.

Por VERÓNICA TORRES Foto: ALEJANDRO OLIVARES
En noviembre del año pasado, Piñera se reunió en plena campaña con un grupo de militares en retiro y familiares de quienes están presos en Punta Peuco y Penal Cordillera. El encuentro no fue publicitado por el Presidente, pero ahí- según cuentan los asistentes- prometió que haría cumplir “el estado de Derecho”. Los militares interpretaron aquello como “libertad para los presos”. Hoy, sin embargo, los presos empiezan a morir. Y Hermógenes Perez de Arce no escatima en recordarle a los militares que les advirtió que Piñera los iba a utilizar. Acá una pelea que recién comienza.
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El martes 18 de mayo, a eso del mediodía, Sebastián Piñera recibió una carta de manos de Juan González, presidente de la Corporación 11 de Septiembre; Loreto Iturriaga, hija del director asistente de la DINA, Raúl Iturriaga Neuman, y además de cuatro generales de las Fuerzas Armadas en retiro. La carta se entregó en el marco de una manifestación, que se realizaba en las afueras de La Moneda, donde llegaron familiares y amigos de los militares presos en Punta Peuco y Penal Cordillera, quienes flamearon banderas chilenas y lienzos que decían “Presidente, ayude a nuestros prisioneros militares”.

El acto, convocado por la Corporación que dirige González, era para recordarle a Piñera sus promesas de campaña. El año pasado Piñera sostuvo una reunión con militares en retiro y familiares de los presos en el Círculo Español, a la que asistieron más de 700 personas. Ahí, según cuentan los asistentes, les dijo que en su gobierno haría cumplir “el estado de Derecho” y aplicaría las leyes. No habló de indultos, ni de amnistía. Tampoco su comando estimó que fuera pertinente publicitar el encuentro, que pasó casi inadvertido en los medios.

-En esa reunión hicimos un primer y segundo gesto, porque dejamos de lado ciertas cosas. Como cuando el Presidente dijo que el peor gobierno había sido el de general Pinochet y todo el mundo sabe que no es así, para nosotros el peor fue el de Allende. O cuando dijo que había votado No. Nosotros nos olvidamos de eso, y como la pelea era tan estrecha, el voto militar contaba -dice González, que se queja que hasta ahora Piñera no ha actuado como ellos esperan.

La principal queja es que, a los seis días de asumir, Piñera le negó el indulto al general Odlanier Mena, ex director de la CNI, y no se pronunció sobre el tema de los militares presos en el discurso del 21 de mayo. La protesta en La Moneda, dice González, fue un “ayuda de memoria para el Presidente. Todavía lo apoyamos, pero estamos observando, porque nosotros sabemos que si un candidato nos dice “vamos a aplicar la justicia”, yo digo los militares van a salir todos libres. Porque aplicando bien la justicia, esta gente no tendría nunca que haber estado presa”.

LAS SEÑALES DE PIÑERA

Para este grupo de militares en retiro, es urgente una definición del gobierno. Sobre todo cuando el pasado martes 25 de mayo murió en el Hospital Penitenciario el suboficial Héctor Vallejos, que cumplía una condena en Punta Peuco de cinco años y un día como autor del doble homicidio calificado del matrimonio del argentino de Bernardo Lederman y la mexicana María del Rosario Avalos, ocurrido el 8 de diciembre de 1973, al interior de Vicuña, Cuarta Región.

El caso de Vallejos era conocido entre quienes visitan Punta Peuco, ya que además de tener cáncer vesicular lo aquejaba una diabetes y le habían amputado una pierna y un pie. Su familia estaba en La Serena y sólo una hija carabinera que vivía en Santiago lo visitaba. Pasaba solo y debido a que no podía moverse, se aseaba poco. “Era un animal tirado en un sucucho de una pieza”, dice la esposa de un ex militar que lo visitó.

Vallejos es el primer condenado por violaciones a los derechos humanos que muere en prisión. Y podría no ser el único: el mismo Odlanier Mena está aquejado de un cáncer, al igual que el general Álvarez Scoglia (preso por el asesinato de Tucapel Jiménez) y Manuel “Mamo” Contreras, entre otros.

El abogado Juan Carlos Manns, que defiende al ex DINA Francisco Ferrer Lima y a Hugo Salas, ex jefe de la CNI, condenado perpetua por la Operación Albania, sostiene que “un indulto se puede plebiscitar y hay que tener voluntad política, fuerza y hombría para hacerlo. Porque siendo este un problema uno no se puede poner anteojeras. No estoy pidiendo regalos, estoy pidiendo los beneficios que están en la ley y si esa ley no existe para nosotros, que se diga. Y por último si quieren que se mueran todos adentro, que se diga”.

Para Manns, Piñera entró “titubeante” a La Moneda y aquello se notó cuando su gobierno no concedió beneficios carcelarios a los militares presos (como Álvarez Scoglia y al ex miembro de la DINA, Rolf Wenderoth) y también aceptó sin más la renuncia de Iván Andrusco, ex general de Carabineros que dejó su puesto en Gendarmería al ser vinculado con la DICOMCAR, el organismo relacionado con las muertes del Caso Degollados. A Piñera, dice Manns, “le faltó autoridad, lo de Andrusco fue una señal”.

Álvaro Puga, ex director de comunicaciones de Pinochet y ex director de la web ultraderechista DespiertaChile, considera que fue un error de Andrusco haber renunciado: “Él se acoquinó y no debería haber renunciado porque es darle el favor a ellos, a quienes lo acusan. No olvidemos que estos señores eran miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Entonces, ¿quién manda en el país? ¿Manda el gobierno o mandan los terroristas de siempre, los que secuestraron al hijo de Edwards?”.

CAÍDOS EN LÍNEAS ENEMIGAS

Para Jovino Parada, actual director de la página web de ultraderecha “Despierta Chile”, las “vacilaciones” de Piñera responden a lo difícil que ha sido la instalación del gobierno post terremoto. Además, precisa, han pasado sólo dos meses y viene el mundial de fútbol, que también demorará las cosas. Parada dice que hay que ser cauto.

Una postura que Hermógenes Pérez de Arce, ex columnista de El Mercurio y ácerrimo pinochetista, no comparte: “el tiempo para Piñera fue más que suficiente. Y se ve que Piñera es mucho más amigo de los comunistas que persiguen a los militares que de los militares. Consiguió el voto de ellos, pero no cumplió. Ellos creyeron que iba a velar porque se aplicaran las leyes y recibió a Hugo Gutiérrez -diputado comunista y defensor de terroristas-, y le dijo que nunca iba a indultar o perdonar a los violadores de derechos humanos”.

Según Hermógenes, el gobierno de Piñera es igual que un gobierno de izquierda para los militares. “Piñera no va a hacer nada porque no le conviene, y creo que los militares tampoco, porque no han hecho nada en 20 años. Por eso, son víctimas y están caídos bajo las líneas enemigas, porque se han dejado atropellar. Yo les advertí a los militares: “va a conseguir el voto de ustedes y después se va a olvidar”.

Parada, en tanto, confía en que para el Bicentenario Piñera debería pronunciarse e indultar, por ejemplo, a Manuel Contreras.”Tiene que indultarlo por gratitud, por ser chileno, porque él (Contreras) evitó un enfrentamiento con la Argentina que habría sido fatal. Si yo fuera él, ya lo habría indultado a él y a los otros generales”.

El abogado Manns es más práctico y le pide a Piñera que dentro de los próximos meses: “se ponga los pantalones y empiece a ver al menos los beneficios carcelarios”. Mientras que Pablo Gran, miembro de la Cruzada por la Reconciliación Nacional (CREN), tiene confianza en el Presidente: “él va a cumplir con lo que tiene que hacer un estadista y nosotros esperamos un estadista como Nelson Mandela, capaz de lograr la unidad nacional y dejar atrás el pasado”.

Pero aún no hay novedades de la carta enviada a La Moneda. Y se acaba de morir Vallejos.

Sin embargo, para Juan González, presidente de la Corporación 11 de Septiembre, hay un detalle en el discurso de Piñera que lo tiene esperanzado:

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-Él empezó a usar la palabra Dios y ese en Chile es un cambio muy lindo. Soy un convencido que cuando un país se apoya en Dios está muy bien apoyado. Eso abre una esperanza. Porque un ateo no puede tener claro el concepto del bien y el mal, a diferencia de un creyente, porque como los ateos piensan que todo es físico y con lo físico se acaba todo, cuando alguno de ellos se manda una cagada grande, no saben que esa cagada, va a otro lado, y abajo va a ser mucho más hedionda de lo que era arriba”.

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