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Opinión

20 de Junio de 2010

Fernando Moreno Valencia, filósofo y defensor de Karadima: “Los ambientes diplomáticos son caldo de cultivo para los homosexuales”

Jorge Rojas
Jorge Rojas
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POR JORGE ROJAS
Es director del Instituto de Filosofía de la Universidad Gabriela Mistral y miembro laico de la Orden de la Madre de Dios. Sus influencias, cuenta él, llegan incluso a los últimos dos papas. Con Juan Pablo II trabajó en un par de ocasiones y con Benedicto XVI eran prácticamente amigos cuando él aún no era Papa. Hace poco sacó la voz para atacar a los denunciantes de Karadima. Acá habla de los sexuales tiempos que vivimos. “He visto mujeres (besándose) y eso me repugna, me indigna y me descompone. Claro que no les digo nada”, dice.

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¿Usted es muy amigo del Papa Benedicto XVI?
-Acabo de recibir una carta de él.
¿Qué le dijo?
-Que lo apoyaba en esta crisis, que desde luego debe ser dolorosísima para él como Papa y para nosotros, que somos creyentes desde chicos. Tengo con él una relación personal, porque fui su colaborador durante 23 años y permanentemente le escribo. Antes lo llamaba por teléfono cuando era cardenal y Prefecto de la Fe, pero ahora no. De hecho cuando vino a Chile, fui yo el que lo convidé.
¿Qué le respondió?
-Tengo como 10 cartas suyas, siendo ya Papa, aunque de su puño y letra tengo dos, pero dictadas a su secretario privado tengo como ocho. Cuando era Prefecto de la Fe también le escribía y le sugería la nominación de algunos obispos.
¿Por qué está sobrepasado el Papa?
-Por los problemas de la Iglesia en el sentido de toda esta especie de destape que ha habido en relación a los problemas sexuales. Eso es muy grave y muy doloroso para él. Desde que fue elegido, además, hubo mucha oposición. Pero mucha de la gente que estaba desagradada por su elección ha cambiado de opinión, porque se pensaba que era muy rígido, duro y retrógrado, sobre todo desde España y Estados Unidos.
¿Qué posición tiene usted frente al celibato?
-No basta con decir simplemente que la Iglesia se abra a tener sacerdotes casados, porque hay que preguntarse qué pasa con la estructura de la Iglesia en esos casos. Va a haber sacerdotes de primera y otros de segunda.
¿Los casados serían los de segunda?
-Claro, pero también qué pasa con las monjas, porque todavía tenemos ese machismo que nos viene de los españoles y los araucanos. Por esa razón, no soy partidario de anular el celibato. Ahora que voy a Polonia, espero pasar por Roma y hablar con el Papa del celibato, para decirle que no es bueno eliminarlo. Creo que hay que hacer algo con respecto a esto, pero no sé qué se debe hacer.

CURAS POLÍTICOS
¿Cómo ha hecho su pega el arzobispo de Santiago Francisco Javier Errázuriz?

-El cardenal es mi patrón, porque es el arzobispo de Santiago, pero él sabe perfectamente que no comparto toda su administración. Rezo por él porque es mi obispo, pero estoy en desacuerdo con una cantidad de cosas que ha hecho.
¿Qué cosas?
-Me habría gustado, como ideal, que existiera una delimitación muy clara entre lo político y lo religioso.
¿Cree que es muy político?
-Me quedo ahí no más. Por eso se necesita alguien que venga y ordene esto.
¿A usted le hubiese gustado que fuese otro el arzobispo?
-Él lo sabe también, porque en vísperas de la designación del arzobispado de Santiago, pensé que monseñor Antonio Moreno era la persona para ese cargo.
¿Juan Ignacio González le parece un buen candidato hoy?
-Sí, porque encarna lo que yo pienso sobre ese cargo y creo que es un buen nombre. También puede ser Felipe Bacarreza, que también encaja dentro de lo que yo pienso.
¿Usted es pinochetista?
-No, yo no estuve para nada en el gobierno de Pinochet. Lo admiré, pero esa es otra cosa. Era lo único que había, un mal menor. Hubo muchas cosas buenas y también malas, aunque se exageró el tema de los Derechos Humanos, la comisión Valech y esas cosas.

HOMOSEXUALIDAD
¿Qué piensa de la homosexualidad?

-Desde luego es algo anormal, lo que no quiere decir que todo homosexual es un perverso. El que tiene la disposición genética no necesariamente es un perverso, pero sí lo está en quien cultiva eso, porque invierte el orden natural y eso es muy impropio.
Ud. dice que hay homosexuales por genética y por degenerados. ¿Cómo es eso?
-Claro, o porque se han desarrollado en ambientes que favorecieron a eso. Por ejemplo, los ambientes diplomáticos son caldo de cultivo para los homosexuales, porque son muy refinados y terminan todos con todos, qué se yo. Como decía mi mujer: “eso está lleno de maricones”.
En la Iglesia también hay muchos homosexuales.
-No creo que tanto, pero sí hay más de lo que se pensaba.
¿Qué debe hacer la sociedad con los homosexuales?
-En la educación se juega todo. La educación sexual debería estar en los colegios desde chicos, para enseñarles a los alumnos que hay hombres y mujeres y que esa es la forma natural. El cultivo del sentido común nos muestra eso.
Eso discrimina a los homosexuales.
-Pero depende de las categorías de homosexuales.
¿Ha visto a los homosexuales besándose en la calle?
-Sí, he visto mujeres y eso me repugna, me indigna y me descompone. Claro que no les digo nada.
¿Qué roles no pueden desarrollar los homosexuales en la sociedad?
-Educadores, claramente. Hay que respetar los principios de la naturaleza misma.
¿Y pueden ser sacerdotes?
-Si son homosexuales genéticamente, claro que pueden ser. Pero en los educadores el no serlo es fundamental.
¿La homosexualidad tiene relación con la pedofilia, como dijo el Secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone?
-Sí, claro que sí. Ha habido sacerdotes homosexuales, eso ha pasado a lo largo de toda la historia. Eso es un poco fuerte igual, porque hay homosexuales de distinta categoría y que no necesariamente dependen de la pedofilia.

KARADIMA
Moreno dice que no conoce a Karadima, pero que su hijo es amigo de uno de los denunciantes del cura de El Bosque. Sin conocer el caso, dice que “la acusación es muy débil” porque la hacen un homosexual –“que es un homosexual muy honesto”- y alguien que viene a hablar después de mucho tiempo.
¿El hecho de que sea homosexual deslegitima su testimonio?
-Hace más leve el problema, pero no deslegitima su testimonio.
¿Y qué le parece el testimonio de Hans Kast, cuando él dice que vio conductas impropias en esa parroquia?
-Primero me llamó la atención que Kast haya tenido esa intervención, pero también es una cosa un poco vaga, imprecisa. Hubiese preferido que no hubiese intervenido.
¿Pero encuentra que este testimonio es más legítimo que el de las víctimas?
-Sí, el testimonio de Kast es otra cosa. No comparo su intervención con la de Hamilton. Pero insisto, el testimonio de Hamilton es debilísimo.
¿A Kast le cree?
-Es que tampoco es algo muy preciso.
Pero para llegar a un consenso ¿Karadima es un homosexual o un pedófilo?
-No creo que Karadima sea un pedófilo ni un homosexual.
¿Qué es?
-Soy un hombre de la Acción Católica y que vengo de niño ligado a esto, y he visto que en la Iglesia siempre ha habido sacerdotes que son más afectivos, cariñosos, pero no en el sentido sexual.
¿Karadima era uno de esos sacerdotes cariñosos?
-Tengo la impresión que sí, que era un hombre afectivo. No lo conozco, pero sí he oído mucho a otras voces de la Iglesia que afirman que esto es un montaje y que es todo muy perverso. Eso lo han dicho sacerdotes respetables y no sólo chilenos.

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