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Mundo

3 de Julio de 2010

Harto lejos llegó Argentina

Por

Texto y foto: Leo Salazar, desde Ciudad del Cabo

Harto lejos llegó Argentina. Messi no hizo goles y jugaron todos, menos Diego Pozo y Mariano Andujar, los arqueros suplentes, y Ariel Garcé, el invento de Maradona.

Estaba prendido Dieguito en el Green Point. Mientras los alemanes realizaban el precalentamiento ordenados, uno al lado del otro, los argentinos se movían por todos lados, zigzagueando con el propio Maradona que caminaba con las manos atrás.

El ex DT de Mandiyú fue más ovacionado que Messi y cuando los equipos entraban a la cancha siguió a sus jugadores y, por equivocación, casi se mete al campo. Unos 50 fotógrafos esperaban en el lado de Alemania. Otros 50 captaron a Argentina y como 30 le hacían guardia solo a Maradona.
Uno de los escoltas de Pelé como el mejor de la historia, se quedó en Ciudad del Cabo, donde hay más rubios que negros y musculosos tostados corren por la playa. Estaba seriote y sus jugadores distantes. En el “Say no to racism”, los argentinos no se quisieron mezclar con los alemanes para la foto, como lo hicieron por ejemplo Uruguay con Ghana.

Merkel estaba en las tribunas, cerca de Leo Di Caprio y Mick Jagger, que lleva cuatro partidos en el Mundial como hincha.

Empezó la funcia, y el árbitro de Uzbequistán, Ravshan Irmatov, evitaba sacar la amarilla. Messi metió su primer pase a los 22’, Otamendi fue el primer amonestado por un patadón a Friedrich y Tevez corría cabeza agacha, hasta que se le salió un zapato. Mala noche la del bueno, el malo y el feo.

Alemania con su 4-2-3-1 hizo lo que quiso. Tienen al mejor lateral del Mundial (Lahm, el único titular alemán bajo el metro ochenta), al mejor volante de contención (Schweinsteiger) y al jugador revelación, que ante Argentina estuvo bajo (Oezil).

Maradona por lo menos acertó cambiando de posición a Di María. Harto hizo. Argentina mejoró como para no irse boleteada en el primer tiempo.
Muller, Klose, Friedrich, Klose, 4-0 y Maradona que se escondió en la espalda del papá de su nieto, Agüero, cuando la boleta se consumó.
Al final el árbitro se paleteó y dio solo un minuto de descuento. Podrían haber sido 5. Maradona, pobre, casi se va a las manos con unos bravos que le gritaron desde la primera fila de la tribuna.

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