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Opinión

18 de Octubre de 2010

El periplo europeo de Piñera

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Por Andrea Dufournel, Temuco

El presidente “héroe” ha iniciado su tan ansiado viaje al otro lado del charco…, imposible no ver las verdaderas intenciones que le acompañan en su equipaje, maletas con recuerdos de la mina incluidos, léase piedras, para entregarle a sus anfitriones, desde presidentes, primeros ministros, monarcas y seguramente al Papa.
El lo dijo… “Chile será recordado no por Pinochet, sino como un ejemplo de unidad”.
Qué manera de tergiversar los acontecimientos, lo ocurrido en Chile con los mineros, no reconocer que el “accidente” ocurrió principalmente por la ambición e irresponsabilidad empresarial que no cambiará ya que ellos no pondrán por encima de sus intereses la seguridad de los trabajadores ni, tampoco, habrán cambios sustanciales en la legislación laboral que los proteja. Lo que debería haber llevado para regalar en Europa es un nuevo código del trabajo, un documento en donde se ratifique y se ponga en práctica el Convenio 176 de la OIT.
La unidad que pretende conseguir Piñera no se da por decreto ni porque a él se le antoje, ni poniendo a O´Higgins y Carrera uno al lado del otro en la plaza Bulnes de Santiago. El pretender que el mundo olvidará al dictador Pinochet por la hazaña del rescate, es no reconocer lo que significó para la humanidad el golpe de estado y las violaciones a los derechos humanos, los miles de asesinados a manos de agentes del estado, los miles desaparecidos, exiliados y exonerados que aún sufren las consecuencias de la injusticia de un castigo impuesto por el solo hecho de no simpatizar con lo ocurrido o pensar distinto, pensar que los chilenos tenían la oportunidad de construir su propio destino el que se vio truncado a mano de la derecha y de los intereses del imperio.
Los capítulos que se escriben en la historia no se borran por la actitud voluntarista de un presidente que ve la vida como una inversión en la bolsa o con una llamada por teléfono a algún amigo para conseguir favores que convengan a sus intereses. Pretende conquistar al mundo con trozos de piedras recogidas a la rápida emulando a los conquistadores españoles que llegaron con cuentas de vidrio para impresionar a los indígenas de América, o los conquistadores que, a su regreso, llevaron “ indios” para exhibirlos en Europa. Hay algo que olvida el Sr. Presidente y es que es, precisamente, en Europa donde los chilenos tienen puesta la esperanza de alcanzar verdad y justicia, claro ejemplo es lo que ocurre con Italia y el arresto de Alfonso Podlech Michaud, detenido por la desaparición forzada de Omar Venturelli cuando Podlech se desempeñaba como fiscal militar en Temuco; la detención de Pinochet en Inglaterra donde tuvo que enfrentar un juicio por crímenes de lesa humanidad del cual se salvó por razones humanitarias, aduciendo su defensa, que el criminal se encontraba muy enfermo y senil para enfrentar un juicio, pero que, cuando llegó a Chile cual Lázaro se puso de pie burlándose de la buena fe de los jueces ingleses, que lo dejaron ir con el compromiso de los que corrieron a defenderlo que sería juzgado en Chile, ya que; los supuestos crímenes que se le achacaban los habría cometido acá… y el dictador se murió en su cama, sin pasar un solo día en la cárcel, como ha ocurrido con muchos de sus cómplices.
La sola mención de que el golpe de estado deje de tener la connotación que hasta nuestros días tiene, es creer que por la caída del muro de Berlín, Europa olvidaría los crímenes de Hitler, o que con la muerte de Franco el pueblo español olvidaría el horror de su dictadura. Neruda dijo en su poema Recuerdo algunas cosas…” venid a ver la sangre por las calles…venid a ver la sangre por las calles”.
No podemos permitir que gracias a la tragedia de los trabajadores se pretenda hacer la prueba de la blancura de un gobierno que, olvida a muchas de las víctimas del terremoto de febrero que hasta hoy carecen de lo más mínimo para sobrellevar una vida llena de carencias viviendo en condiciones inhumanas, que vio a los mapuche sólo bajo la presión de una huelga de hambre de más de 80 días por la aplicación de la ley antiterrorista , una ley originada en la dictadura y aplicada por los gobiernos de la concertación, sin dar hasta hoy una solución real y de cara al problema y hoy como guinda de la torta pretenden que el mundo olvide la dictadura usando como trampolín el rescate de los mineros poniéndolos como la carne que le faltaba a la parrillada exitista tan propia del gobierno del cambio, el futuro y la esperanza, seguramente muchos empresarios extranjeros querrán venir a invertir a Chile con la seguridad de que las leyes laborales, las normas que rigen el funcionamiento de las empresas en cuanto a seguridad se pueden violar, el Estado les dará la seguridad de que no serán molestados.

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