¿Se deberían trasladar las protestas desde la Alameda a un lugar cerrado?

Foto: Agencia UNO

Estas últimas semanas el país ha sido sacudido por una serie de protestas que han puesto en aprietos a la Nueva forma de Gobernar. Las causas son múltiples: que las hidroeléctricas, que los aranceles universitarios, el incumplimiento de las promesas; etc.

La última propuesta del gobierno consiste en nada menos que ¡Trasladar las protestas desde la Alameda a recintos cerrados como el Parque O Higgins! Ante la posible concreción de esta medida, el equipo de The Clinic Online encuestó a lo más TOP de los TOP con la crucial interrogante:

Pedro Pablo Álvarez, diputado UDI:

“No se si sacarlas, pero si pedir que se cumplan ciertas condiciones. No podemos pretender que en cada marcha se saqueen locales y propiedades públicas y privadas. Yo estoy de acuerdo con las marchas, pero hay que pedirles requisitos potentes, como los que está pidiendo el gobierno. Donde estén, las manchas siempre deben ser ordenadas”.

Clemira Pacheco, diputada socialista:

“Me parece que no corresponde, como dijo Salvador Allende, las grandes Alamedas se abren para que el pueblo se exprese. Son las grandes Alamedas por donde pasa el hombre libre. El gobierno no puede tomar la decisión de que las marchas se hagan en un lugar cerrado. Porque es una manera de limitar a la ciudadanía. Esta forma de imponer las cosas me recuerda a épocas pasadas de este país”.

Rene Naranjo, opinólogo:

“Eh… me parece que no corresponde. La ciudadanía tiene todo el derecho de expresarse, incluso sin autorización. La voz de la gente tiene que escucharse en un espacio público relevante. No en un espacio cerrado como si fuera un recital de Rock”.

Montserrat Álvarez, periodista TVN:

“Yo creo que las protestas buscan ser lo más visible posibles. Si se manifiestan en el Parque O’Higgins, puede pasar mucho más desapercibida para la ciudadanía y los medios de comunicación. Ahora, yo no logro entender el fenómeno social en Chile de que no sabemos terminar las protestas sino es terminando con piedrazas, bombazos y enfrentamiento. Es un juego del pillaje que es como una herencia de la dictadura. En esa época, el fin de las protestas era un enfrentamiento”.

Matías Rivas, escritor:

“Pésimo, pésimo. Puede ser más peligroso incluso en el Parque O’Higgins. Me parece un descriterio. Desde el punto de vista estratégico es muy peligroso ahí. Porque el Parque O’Higgins lo pueden quemar, además los vándalos se van a esconder detrás de los árboles. Va a ser una batalla campal”.

René Alinco, diputado pro Hidroaysén:

“No, no me parece para nada. Yo me crié haciendo protestas poh weon. La protesta pacífica, la movilización, es una herramienta legítima de la gente, del pueblo. Es una forma de expresión. La Alameda es un símbolo en que el pueblo tiene que manifestarse. Al frente está La Moneda, esa es la idea, sino que vayan al desierto a hacer la marcha. Si Allende dijo que se abran las grandes Alamedas, no puede Piñera cerrarlas. Aunque no comparto los actos vandálicos, eso es otra cosa.

Juan Placencia, dirigente sindical de suplementeros:

“Mira, a mi me da la impresión que eso es ocultar una realidad que se ha expresado ya de una manera impactante. Ha provocado impacto lo que ha ocurrido donde la ciudadanía ha salido convocada por las comunicaciones electrónicos y no por los partidos como era tradicional.  Llevar esto a un recinto es como tener cautivas las movilizaciones sociales”.

Javier Macaya, diputado UDI:

“No se está hablando de eso, es mentira. Lo que salió en la prensa son solo especulaciones, sería muy raro llevarlas al Parque O’ Higgins o al Estadio Nacional. Es raro una movilización con la gente encerrada. Si fuera así no me parece bien”.

Felipe Harboe, diputado que lucha contra Dicom:

“Me parece mal. Porque si tu ves las marchas en otros países, las manifestaciones son frente al centro del poder político. Además el Parque O’Higgins no es un lugar apto para manifestaciones. Como diputado por Santiago te puedo decir que los vecinos se pueden ver afectados si hacen una manifestación ahí. El gobierno, en vez de esconder la cabeza, debería planificar bien el orden público, lo cual lo ha hecho bastante mal”.

Pablo Simonetti:

“Tiene dos lados. Me parece que por una parte la Alameda, la Plaza Italia, tienen una representatividad desde el punto de vista ciudadano que es valioso para los movimientos sociales. Como participantes que somos de esta ciudad, deberíamos ser capaces de mostrar nuestros ideales, nuestras esperanzas en un lugar público como ese. Pero también considero que hay un problema con las personas que aprovechan estas circunstancias para hacer actos desesperación que no llevan a nada”.