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Poder

24 de Mayo de 2011

“Este estallido social hay que cuidarlo y ayudarlo”

El Premio Nacional de Historia 2006 Gabriel Salazar, quien hace poco publicó un libro de conversaciones con Carlos Altamirano, le da como bombo a la pusilanimidad social de la izquierda (Concertación y PC), pero sobre todo, naturalmente, le da duro a Piñera y su discurso payaso.

Por

Foto: Alejandro Olivares

-¿Vio el discurso del 21 de mayo?

No lo escuché porque no me interesa. Es muy aburrido y sólo verlo me repele. Pero leí algunos de los párrafos que destacó El Mercurio y vi imágenes en la tele.

-¿Qué le llamó la atención?

La defensa que hizo Piñera de la política energética: un espaldarazo a HidroAysén. Su discurso es el de un hombre que está tratando de marcar con fuerza sus convicciones políticas de una manera más dura y fuerte que la usual. Estaba enrabiado.

-Por otro lado, no planteó nada nuevo.

Ni nada significativo, e ignoró también la cuestión de Kodama. No entró a fondo tampoco en el problema educacional, salvo para señalar cuestiones que ya son conocidas… Dedicó mayor tiempo de su discurso a anunciar la creación de nuevas instancias burocráticas del Estado, sea para el deporte o la educación superior. Pero eso no es política.

-¿Si no qué?

Eso es crear aparato burocrático. Será recordado como el presidente que más estamentos burocráticos ha creado. Nada más. No fue un discurso para abrirle una nueva proyección a su gobierno. Sólo trató de destacar lo que ya se conoce. La verdad es que no rescato nada de su discurso.

-Queda la impresión de que al gobierno se le acabó la agenda.

No me extraña, porque el hombre no tiene más política que aplicar. Mi hipótesis, incluso antes que comenzara a gobernar Piñera, es que el modelo neoliberal, tal como se lo acomodó la Concertación, está ya suficientemente realizado, casi perfecto, por lo que este hombre no puede añadir nada. Sólo le queda practicar un populismo guerrillero.

-Un populismo en cosas menores.

Un populismo barato. En ese plano se inscribe el posnatal de seis meses, que por lo demás la Concertación se lo mejoró en un buen porcentaje, el 7% de los jubilados o el bono a los viejitos que llevan casados 50 años. Todo es relleno. Es similar a la política de Bachelet de dar bonos cada cierto tiempo a los pobres. Eso es caridad, no política. Las únicas políticas de fondo de Piñera están favoreciendo a las grandes empresas, que se están llevando los beneficios, como es el caso de HidroAysén, donde está metida sin ir más lejos su mujer.

Lee esta entrevista completa mañana jueves en The Clinic.

 

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