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Cultura

28 de Mayo de 2011

“El reggaeton levanta a weones que no son músicos”

El líder de Los Panteras Negras habla del reencuentro del grupo, ocho años después de su separación. Más sereno y maduro, Meneses recuerda las historias de enfrentamientos con la policía como las anécdotas de un viejo, de alguien que fue y volvió y que hoy prepara un nuevo disco y un libro vivencial -por ocholibros- sobre los inicios del rap en Chile. Ambos sin nombre: “eso se verá en el camino”.

Por

 

Lalo Meneses está viejo. Viejo y canoso, pero su verborrea sigue punzante. A sus cuarenta años, el precursor del rap en Chile se prepara para ser abuelo trabajando en el nuevo disco del grupo.

Lejos quedaron los días en que bailaba elástico El Rapulento por las calles de la población Huamachuco de Renca y armaba barricadas con llantas ardiendo.

Hoy, desde un noveno piso a dos cuadras de Plaza Ñuñoa, cree que no es coincidencia que haya aumentado el narcotráfico con la democracia: se trata de una conspiración de control.

-¿Y cómo crees ha cambiado Chile en estos 20 años?
La parte económica sigue siendo muy mala. La gallada no tiene ni espacios ni recursos. Yo creo que estamos igual que antes. Hay más weones fumando pasta, cabros chicos tirados y aunque digamos que hay millones para educación y cultura, está la cagada. Yo, que estoy en los barrios, veo que el país, la gente, están muy mal. Llevando vidas duras, imposibilitados de cumplir metas. Aunque en la tele te vendan que Chile es un país modelo.

-Y tú ¿en qué has cambiado desde El Rapulento?
He aprendido a ser más humilde y más aguja. Yo voy dócil como paloma, pero ágil como serpiente, como le dijo Jesús a sus discípulos. Voy más callado, escuchando más. Pero siempre disfrutando la música, en ese sentido no hay mucha diferencia de cuando bailábamos en la Huama (población Huamachuco).

-¿Cómo crees que se sintió el cambio de Gobierno en la Huamachuco?
Hay algo curioso. Antes la gente ocultaba ser de derecha. Ahora que ya no está el estigma de los militares, han salido más weones del closet. Hay mucha gente de derecha en las poblaciones. Inconscientemente, porque un pobre de derecha es inconsciente. Y en la Huamachuco, como en todas partes, hay gente de derecha que esperaba un tipo de disciplina , un control a la corrupción, a la delincuencia con el cambio de Gobierno. Pero eso no pasa por los gobiernos, pasa por la gente.

-Entonces, ¿no sirve de nada la mano dura que dicen poner contra la delincuencia?
Es que Hinzpeter sale en la tele, pero con el que hay que estar aguja es con el ministro de Economía. Yo creo que la gente está mirando mal, está mirando a los actores del show del Gobierno, pero los más importantes son los que negocian la plata. Lo importante es qué están haciendo con la plata estatal. Porque desde que pagai el papelillo smoking y te dan una boleta por 500 pesos le estas dando plata al Estado, plata de todos los que se sacan la mierda trabajando.

La Huama

¿En qué ha cambiado la Huamachuco desde que grabaron el rapulento?
En la pobla han habido hartos cambios a nivel cultural, económico y moral. Como en todo el mundo hay mas plata, como en todo el mundo hay mucha más mierda, hay más locura. En la pobla hay mucho vicio, hay mucha delincuencia y hay gente que tiene mucha plata por el tráfico. Esa gente ejerce un poder maligno sobre la gente normal. Entonces han habido hartos cambios que son negativos y que tienen mucho que ver con el proceso de traspaso a la democracia. La Concertación nos dejó tirados. Prometieron muchas cosas a la pobla para volver a la democracia. Pero cuando llegó la democracia, se convirtieron en concejales, alcaldes, diputados, altos funcionarios públicos; y ahí abandonaron la pobla. Y en forma bien misteriosa llega la democracia y al mismo tiempo la pasta base. Para mi es un tema bien extraño.

-¿En qué sentido?
Estoy con la teoría de que dijeron ´democracia, libertad y droga más barata. Para que sean más felices droga barata y harto alcohol. Y ahora encima van a poder ver porno por internet. ¿Qué les parece? La raja. Ahora no tienen que comprar revista’.

-Pero hay democracia…
Yo no creo en la democracia. La democracia es el fascismo occidental más puro. Lo que vivimos no es lo que yo quiero. No es la democracia que nosotros queríamos. Para los locos lo democrático significa que todos somos iguales. O sea un weón que trafica pasta, vale igual que un cabro que en la pobla trabaja y que después va a la universidad.

-Pero tu ya no vives en la Huamachuco ¿Te webean por vivir en Ñuñoa?
Es que yo viví en varios lados. Yo dejé la Huama el año 1999 o 2000. Viví un tiempo afuera, en Valparaíso, en el centro. Yo me fui hace tiempo de casa de mi mami. Pero siempre voy a la Huama a ver a los amigos. Igual me han webeado.

-Guerrillerokulto dice en un tema que cambiaste la pobla por Ñuñoa
Él tiene un tema con los barrios y ni siquiera vive en uno. Para mí el tema más importante es ser real. Si decis que eris revolucionario y andai armado, entonces no podis ser cantante. Tenis que abandonar tu vida pública. De lo contrario estai metiéndote en atados. Y metiendo a más gente. Y la familia de esos cabros te va a odiar. Pero ahora un chiquillo puede declarase ecologista e izquierdista mientras esta tomando una coca cola y viendo una chiquilla que le gusta en el Facebook.

-El pulento de hace 20 años ¿es el mismo de ahora?
Sí, sigue siendo el mismo. Pero sí hay más cuenteros. El pulento es el weón que con su gracia personal conquista a cualquier persona y abre cualquier puerta. Con su tollo, con su dialéctica, con su forma, ya sea como artista, como choro, como amigo. El pulento es pulento. El pulento puede ser también un cabro del barrio. Que es un weón bueno, que todo el barrio lo quiere. Y que es de buena cepa interna.

-¿Y pasa lo mismo con los flaites?
Es lo mismo. El flaite verdadero viene del tema de los choros antiguos, que no se usa ahora. De lo que significaba ser un ladrón o un delincuente, que actuaba en forma limpia. O sea andaba sobre el aire. Ni siquiera tocaba el piso. Iba como flaite, como fly. Pero para los cabros más cuicos, lo flaite es algo malo, ordinario.

Harta raja

-¿Qué piensas del Reggaeton?
El reggaeton, como es música comercial, levanta a weones que no son realmente músicos. Entonces hay que ir cambiando y van creando artistas nuevos. Un weón ya está gordo y lo cambian. Le cortan el pelo. A otro tipo le ponen lentes, graban un video y listo. Hay muchas modas pasajeras parecidas, como el Axe. Lo mismo hicieron los gringos. Desde la época de los ochenta tenis llenos de grupos comerciales de rap que hablaban puras weadas como 50 cent. Pero es una cosa pasajera

-Pero ya lleva 10 años…
Es que yo creo que también el negocio a través de Internet ha sido muy grande. Es más visual, hay más rajas. Va a una categoría de jóvenes de 18 hacia abajo. Un cabro de 25 no va a escuchar reggaeton. Es como el activismo. Eri reggaetonero y activista hasta como los 22 años. Después te mandaste el condoro, tuviste hijos, tenis que pagar las cuentas y se acabó tu falacia. Y si vai a ser artista, vai a tener que ser verdadero.

-¿Estás afiliado a la SCD?
Sí, desde el año 1993.

-¿Y te llega algo de la SCD?
Nos llega harto apoyo.

-Pero, ¿en plata?
Es que el apoyo tiene que ver con lo que generai. No es un sindicato. Acá cada uno como socio hizo lo suyo, el Chino Máquina por su parte, El Pita también. Generó mucho más que yo, hizo una pura canción pero sonaba mucho más en la radio. Yo igual porque escribí harto. Pero lo que llega es un resto, de repente 30 lucas, 20 lucas mensuales.

-¿Algún mes te sorprendió?

Jajaja. No, porque le debo mucho a la SCD, le he pedido varios préstamos, varios adelantos. Tengo 4 hijos, entonces hay harto gasto.

-¿Y ahora cuál es la ruta a seguir de Los Panteras Negras?
Bueno, nosotros vamos a seguir con el rap, porque somos eso. Finalmente trabajamos en la cultura del hip-hop haciendo clases, asesorando artísticamente a otras bandas, haciendo discos, tocando. Es una cosa que uno ya es. Es como el folclor para el que vive ligado a las costumbres campesinas. Esto de ser rapero, es algo que uno nunca va a dejar de ser. Nosotros vimos muchos locos en la población que eran de la esquina y nosotros también estuvimos ahí.

-¿Y dentro de la pobla, hay críticas por dejar de ser “de la esquina”?
No, si lo seguimos siendo, pero de una manera poética. Si vas a una población no vas a ver a un weón de 40 años que esté todo el día en la esquina. Y si lo es, el weón es deficiente. Un weón que pasa todo el día durmiendo, que va a chorear y tiene 40… Chucha, o sea que como ladrón era como el pico. Porque otro tipo que era ladrón se compró autos y cosas. Hay una época para la esquina.

-¿Cómo es tu relación con la policía, sigue siendo conflictiva?
Siempre digo que con nuestros impuestos les compramos la ropa. La verdad es que a esta edad esas historias son parte de mi adolescencia… como me agarré a combos y a piedrazos con los pacos. Pero eso son parte de las historias de un viejo. Ahora, como organizador de eventos he tenido que transar con los carabineros a cargo de la seguridad y he transado como transo con cualquiera. Obviamente mi pega, como productor, es que la gente se divierta. Y la del paco es que no hagan cagadas.

El libro que viene

-¿Qué opinas del caso bombas?
Puta que fome lo les pasa a los cabros. Fue como un regalo que viene del gobierno de Bachelet que le dejaron a Piñera, una justificación para allanar casas. A mi no me consta que ellos hayan estado metidos. Yo no he visto a ningún grupo armado nuevo. Hoy día no existe eso. Me parece raro. Para mi es como el caso de Osama Bin Laden. O sea, el caso bombas me parece que los responsables puede que trabajen con terno y corbata y hayan utilizado una cadena de weonaje que llegó hasta el guerrillero… por decirte algo.

-¿De qué se trata el libro que estas preparando?
Es la vida de Los Panteras Negras y el Lalo Meneses en el hip-hop chileno. La idea es ir narrando los encuentros que tuvimos, las cosas que pasaron. Algo más personal. Cosas como cuando los cabros bailaban break en Bombero Ossa y quizás nosotros estábamos juntando neumáticos para la protesta de la noche.

-¿Cómo qué?
Jajaja, muchas. Pero como anécdotas el libro cuenta el recorrido de una persona muy simple, un poblador, hasta llegar de repente a estar bailando en Martes 13 con la Cecilia Bolocco. Eramos chicos, yo iba con el Chino Máquina, lo tuve que ir a buscar a su colegio, llegué con las cámaras y quedó pa’ la cagada el director, me lo dejó sacar para ir a bailar, ese día tocaba también Emanuel. Hay muchas anécdotas, y también reconocimientos, porque así como estuvo Sergio Lagos, estuvo la señora del negocio de la esquina que nos prestaba el teléfono para que nos llamaran.

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