Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Poder

31 de Mayo de 2011

“Chile no debe alzar banderas de nuevas agresiones”

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, ha instado hoy a Chile a que no alce “banderas de nuevas agresiones”, en alusión a la renovada reticencia chilena a reconocer la histórica demanda boliviana de tener una salida al mar. “Es un tema de justicia y de cerrar una vieja herida y una vieja deuda histórica […]

Por

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, ha instado hoy a Chile a que no alce “banderas de nuevas agresiones”, en alusión a la renovada reticencia chilena a reconocer la histórica demanda boliviana de tener una salida al mar.

“Es un tema de justicia y de cerrar una vieja herida y una vieja deuda histórica en aras de consolidar un continente con miras al desarrollo del siglo XXI”, ha dicho García Linera, en una entrevista con Efe, en la primera jornada de su visita de dos días a Madrid.

El Ejecutivo de Bolivia anunció el pasado fin de semana que llevará el contencioso a la 41 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que empieza el próximo 5 de junio en El Salvador.

En ese foro, explicó el vicepresidente, Bolivia acusará a Chile de incumplir las recomendaciones de la OEA -que ha emitido varias resoluciones de apoyo a Bolivia- para resolver el litigio, al tiempo que ratificará su intención de “recurrir a los tribunales internacionales” con el fin de lograr una “salida positiva”.

“En el año 1979”, ha recordado, “ya hubo un pronunciamiento muy contundente de la OEA en favor de Bolivia. Convocaba a ambos estados a resolver de manera dialogada una salida soberana al Océano Pacífico para Bolivia. Nos vamos a mantener en ese tono”.

“No es que hayamos renunciado al diálogo bilateral. Recurrir a los tribunales internacionales no es sustitución del diálogo bilateral. Es en complemento del diálogo bilateral, que se ha estancado. No ha dado los resultados que se esperaban”, precisó.

El conflicto se remonta a la Guerra del Pacífico (1879-1883), en la que Bolivia cedió ante Chile su provincia Litoral, con 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio, y perdió su acceso al mar.

En los últimos días, el litigio ha desencadenado una escalada verbal entre ambos países, que no mantienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1962, salvo el paréntesis 1975-1978, debido a esa disputa histórica.

Este lunes, el ministro chileno de Defensa, Andrés Allamand, afirmó que Chile “es un país que tiene en su posición todo el amparo del derecho internacional” y, además, dijo, “tiene Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas que están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales (…)”.

El vicepresidente boliviano tildó hoy esa declaración de “frase agresiva, inútil e innecesaria”, pues, resaltó, “no resuelve el problema”.

“Frente a ello”, ha subrayado, “nosotros mantenemos nuestra posición tranquila, serena y confiada, porque de nuestro lado están la justicia y la historia. Y no necesitamos estar levantando banderas de nuevas agresiones. Esa actitud corresponde a quienes sienten que las cosas van mal, que están perdiendo terreno”.

Más allá del choque dialéctico, García Linera pidió hoy a Chile “propuestas concretas para avanzar, ya no simplemente para dilatar” el proceso, tal y como hizo el pasado 26 de mayo el presidente de Bolivia, Evo Morales.

El “número dos” del Ejecutivo de La Paz también se mostró en desacuerdo con el presidente chileno, Sebastián Piñera, que exigió el pasado fin de semana, como requisito para mantener un “diálogo sólido” con Bolivia, el “pleno y total respeto” al tratado de 1904, que marcó las fronteras de ambos países tras la Guerra del Pacífico.

Para García Linera, “ese tratado de 1904 ha sido reiteradas veces maltratado y violado por el mismo Gobierno de Chile. No puede uno apelar a un respeto de un tratado como carta última cuando, en verdad, ese tratado ha sido violado. No se sostiene esa posición”.

“No podemos seguir arrastrando deudas, traumas, fisuras, agresiones e injusticias de hace dos siglos”, insistió el vicepresidente, al agregar que, con una solución al litigio, la “herida abierta y sangrante” de Bolivia “quedaría cerrada”.

Notas relacionadas