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Mundo

3 de Junio de 2011

Milicos Birmanos encierran en perreras a manifestantes

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Las autoridades birmanas han encerrado en perreras a los manifestantes detenidos por protestar contra el régimen, denunció hoy Amnistía Internacional. Siete presos, entre ellos dos monjes budistas que se declararon en huelga de hambre en la prisión de Insein, en la ciudad de Yangon, fueron encerrados en celdas destinadas a perros militares entre el 24 y el 26 de mayo, según la ONG de derechos humanos.

“Los reclusos de esa prisión están siendo sometidos por las autoridades birmanas a un nuevo caso de total desprecio por los derechos humanos más básicos”, critica Benjamin Zawacki, especialista de AI en ese país asiático.

“Las autoridades de Myanmar (nombre actual de Birmania) deben poner fin inmediatamente al maltrato de los presos y todo funcionario responsable de tales delitos debe ser suspendido y procesado”, agrega Zawacki, citado en el comunicado de AI.

Un preso político que estuvo encerrado en una de esas perreras hace algún tiempo denunció que estaba llena de chinches y olía a alcantarillado mientras que otros se quejaron de que les negaron el agua y la comida.

Al menos tres presas políticas comenzaron una huelga de hambre el 17 de mayo en la citada prisión en protesta por la decisión del Gobierno de reducir sólo en un año todas las condenas de cárcel. Cinco días más tarde se les unieron otros veintidós presos políticos, que protestaron así contra las condiciones carcelarias.

El 24 de mayo, Aaung Kyaw Soe, Nyi Nyi Tun, Soe Moe Tun, Zaw Tun Naing y dos monjes budistas, U Vithoddy y U Yavat fueron metidos en perreras. Éstas miden tres metros de largo por dos de ancho, carecen de ventanas y de WC o lavabos y están insonorizadas. Tampoco hay en ellas ni una cama ni siquiera una estera.

Por otro lado, un grupo de presos políticos de la prisión de Kale en el norte del país han firmado una petición en la que reclaman una mejora de las condiciones carcelarias.

Entre sus signatarios figura el monje y militante de los derechos humanos U Gambira, condenado a 68 años de cárcel por su papel en las manifestaciones a favor de las reformas de agosto y septiembre de 2007.

En su petición, enviada al presidente Thein Sein y al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, los firmantes explicaban que se declararían en huelga de hambre si no se atendían sus demandas antes del 31 de mayo.

Actualmente hay en las cárceles birmanas como mínimo 2.200 presos políticos.

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