Paquita la del barrio y sus canciones anti machos

Fotos: Gentileza Discos Musard, México.

Esta es la escena que sus fans adoran: Paquita, vestida de lentejuelas y con el jopo rucio bien peinado, interrumpe una canción y grita con su vozarrón: “¡¡¿Me estás oyendo inútil?!!”. Entonces, miles de mexicanas “empoderadas” como se dice en estos lados, corean, apuntan y se burlan de los hombres que se pierden entre las luces de su espectáculo. Achaplinados, chiquititos, minimizados.

Con 28 discos y miles de copias vendidas en México y América Latina -en Chile están prácticamente agotados- Francisca Viveros Barradas o Paquita la del barrio, se ha convertido en un ícono de los corazones rotos y las rancheras anti machos, un éxito total en una región donde los hombres son reconocidamente machistas y aun quedan mujeres que bajan el moño.

-La mujer está un poco miedosa de contestarle al hombre, pues cuando se pelean ya sabe, mejor se agacha y baja la cabeza en lugar de contestarle. Yo canto lo que las mujeres no se atreven a decir- dice desde su casa-pub en México D.F. , a horas de subirse a un avión rumbo a Estados Unidos para dar varios conciertos.

Sus temas llevan años en el ranking de las radios y las mexicanas los piden, cada vez, como si fueran nuevos: “Tres veces te engañé”; “Hombres malvados”; “Arrástrate”; “Rata de dos patas”; “Invítame a pecar”; “Y si tomo, qué” (en esta reivindica el derecho a beber tras una pena de amor); “Me saludas a la tuya”, “Que me perdone tu perro (el coro dice “por compararlo contigo…”) y “Chiquito”, una canción que golpea directo al ego del galán: “Ahora que estuve contigo/ pobre machito engreído/ ya te vi en paños menores/ y he podido descubrir/ que en verdad no tienes nada/ pero nadita de nada /nada de que presumir/(…)”. Y tanto ha calado la letra de “Chiquito”, que una de sus fans, en un blog dedicado a la cantante, hizo el siguiente llamado: “Chicas, por favor, el sufrimiento tiene que ser directamente proporcional al tamaño de poronga”…

“Arrástrate” es una de las canciones que vuelven locas a sus admiradoras, y su letra es una verdadera pócima –mejor que una cerveza bien helada en verano, dicen- para calmar la sed de venganza de una infidelidad: “Arrástrate, a mis rodillas/ te quiero ver llorando sangre/ vas a pagar lo que me hiciste/ porque lloré por tu traición /aquella tarde te supliqué /amargamente recuerdo que tú te burlaste/ te vi partir y con tu amante /cuánto sufrí/ y mi dolor no respetaste /la venganza vendrá en mí/ y ahora vas a pagar/ por todo lo que me hiciste /como perro suplicarás/ pidiéndome compasión/ y no la tendré de ti /te aplastaré como un gusano/ y ya después te enterraré en el pasado”.

Y ahí, la frase de siempre, esa que azuza al público: “¡¿Me estás oyendo, mendigo, gusano?!, ¡Arrástrate!”.
Pero es “Rata de dos patas” la que, sin duda, saca más aplausos en sus recitales. El coro lo más suavecito de su letra: “Alimaña/ culebra ponzoñosa/ desecho de la vida/ te odio y te desprecio/ Rata de dos patas/ te estoy hablando a ti…”

EL CULPABLE ERA DE VERACRUZ
Paquita vive en México D.F. desde 1970, cuando salió de Veracruz con el corazón hecho pedazos: descubrió que su marido, con el que tuvo a sus tres hijos y estuvo siete años, era casado. Y peor: se enteró cuando la esposa llegó a encararla a Alto Lucero, el pueblo donde vivía la pareja.

Él, claro, tenía doble vida y… en una localidad vecina.

-Esa era una vida pues fea, difícil. Fue muy triste la vida que llevé.

Paquita conoció a esa “alimaña” cuando era una escolar y él, un empleado municipal algo mayor que ella.
-Él pasaba por la escuela y así me fui enamorando. Luego me dio trabajo en la presidencia municipal, pasó lo que tenía que pasar y nos juntamos.

¿Y qué hiciste cuando te enteraste que era casado?
-¿Mande? Para mí fue muy fuerte. Me vine al D.F. y a mis hijos se los dejé a mi madre.

Paquita llegó a Ciudad de México junto a su hermana Viola. Juntas armaron el dueto de rancheras “Las golondrinas”. El dúo duró 10 años, pues Viola se vino de gira a Chile y se quedó pegada un año acá. Entonces, Paquita se dedicó a banquetera, algo que hoy en parte también hace en su casa de dos pisos: el primero es para su bar-restorán “Paquita del barrio”; en el segundo vive ella.

En 1985, sin embargo, Paquita no aguantó seguir sin un escenario y se lanzó como solista. Partió con rancheras románticas, pero su éxito se disparó cuando a sus manos llegaron las letras de sus canciones anti machos, curiosamente, compuestas por un hombre: Manuel Eduardo Toscano.
-Las primeras que grabé fueron “Cheque en blanco”, “Lámpara sin luz”, “Aunque tenga razón” y “Déjame en paz”. Pero cuando canto “Rata de dos patas”, bueno, pasa lo que ya sabes… Me da mucha risa, ya se imagina ¡Las mujeres gritan, cantan! Ha sido pues un boom.

SU LADO “VULNERABLE”
Después de su pena de amor, Paquita se volvió a enamorar. Estuvo casada 30 años y enviudó en 2002. De esa relación habla sin resentimientos.
-Bueno, cada uno sabe cómo es su hombre, pero a mí no me ha tocado un machista. El último era bien a todo dar conmigo. Vivíamos una vida bien. Y la que mandaba era yo- dice.

Los mexicanos tienen fama de machistas, qué crees tú.
-Pues yo creo que sí. Aunque realmente la que manda en un hogar es la mujer. La última palabra la tiene la tiene ella y yo creo que está bien.

De sus canciones, Paquita cree que la que más identifica, esta vez a hombres y mujeres, es “Tres veces te engañé”: la primera por coraje, la segunda por capricho y la tercera por placer.

-Fue de las primeras, del tercer disco. Sigue siendo hasta ahorita aplaudida la canción. Todavía no cae.

-¿Y “Hombre perverso”?
-También, pero ahorita acaba de salir una que está pegando mucho. Se llama: “Si yo fuera varón”. Se la canto:: “Si yo fuera varón/ a mi hembra de rodillas daría yo las gracias/ Porque yo les pregunto, a todos estos hombres/ si saben que es estar embarazada nueve meses/ atendiendo al marido, cual sirvienta sin sueldo/ que ni un beso se merece/ hundida en la rutina, del patio a la cocina/ bailando con la escoba, el fregadero y esas cosas/ pero el marido llega/ buscando como loco, el control de la tele/ y ni se acuerda de la esposa/ Si yo fuera varón/ si yo fuera varón/ le daría a las mujeres…mi total comprensión…”.

-Si con las otras canciones los hombres se enojan ¿qué les pasa con este tema?
-Me han hecho muchos comentarios y como que ponen mucha atención. A lo mejor se arrepienten de algunas cosas, sobre todo con ésta que te canté. El hombre como que ha reaccionado. Pues se quedan muy pensativos.

¿A ti te quitaron alguna vez el control remoto?
-No pues, eso lo hacen los machistas, los que ven a la mujer con un trapeador. Un cero a la izquierda. {|[

CANCIONERO
*Extracto de sus canciones.

RATA DE DOS PATAS

Rata inmunda
animal rastrero
escoria de la vida
adefesio mal hecho
infrahumano
espectro del infierno
maldita sabandija
cuánto daño me has hecho
Alimaña
culebra ponzoñosa
desecho de la vida
te odio y te desprecio
Rata de dos patas

TE ESTOY HABLANDO A TI
porque un bicho rastrero
aun siendo el más maldito
comparado contigo
se queda muy chiquito
Maldita sanguijuela
maldita cucaracha
que infectas donde picas
que hieres y que matas
Alimaña
culebra ponzoñosa
desecho de la vida
te odio y te desprecio
Rata de dos patas
te estoy hablando a ti
porque un bicho rastrero
Aun siendo el más maldito
comparado contigo
se queda muy chiquito
(Recitado)
ME ESTÁS OYENDO INÚTIL
HIENA DEL INFIERNO
¡CUÁNTO TE ODIO Y TE DESPRECIO!

CHIQUITITO
Ahora que estuve contigo
pobre machito engreído
ya te vi en paños menores
y he podido descubrir
que en verdad no tienes nada
pero nadita de nada
nada de que presumir
ya que me puedes contar
si lo que vieron mis ojos
tan sólo me hizo reír
Yo me esperaba unos brazos
tan musculosos y fuertes
y resultaron huesitos
Yo me esperaba un cuerpazo
de esos atletas bien dados
y resultó un pellejito
Tienes el pie chiquito
tienes los ojos chiquitos
tienes el talón chiquito
en fin que todo en chiquito
¡ME ESTÁS OYENDO INÚTIL!
¡QUÉ INGRATA FUE
LA NATURALEZA CONTIGO!