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Cultura

23 de Agosto de 2011

“Los últimos años de la Concertación fueron francamente malos”

El autor de “La batalla de Chile” y de la reciente “Nostalgia de la luz”, habló desde París con The Clinic sobre su último trabajo, comentando el estallido social en Chile.

Macarena Gallo
Macarena Gallo
Por

Patricio Guzmán (70) se aficionó por la astronomía a los 14 años. A esa edad miraba el sol con un vidrio ahumado para ver las manchas solares. Leía mucha ciencia ficción y no dejaba de comprar la revista científica argentina “Más Allá”, que traía a clásicos del género como Isaac Asimov y Ray Bradbury. Un día solicitó al Observatorio Astronómico Nacional una visita para contemplar las estrellas. Pero no podía ir sólo, le pedían que fuera con todo su curso. Y nadie quiso ir. Así que mintió. “Les aseguré que iríamos todos. Al final, ese día llegué con mi mejor amigo y nadie más. Esa noche tuvimos el observatorio para nosotros solos. Vimos la constelación de Orión y la luna”, recuerda Guzmán. Más de 50 años después, su premiado documental “Nostalgia de la luz” abre con ese mismo telescopio antiguo. En este documental cruza la mirada de astrónomos que buscan vida extraterrestre y la de un grupo de mujeres que remueve la tierra buscando fragmentos de sus parientes desaparecidos en dictadura en el Desierto de Atacama.

Una de las preguntas que se hace el documental es por qué a los chilenos les interesa más conocer el pasado remoto que el cercano, como el de los desaparecidos en dictadura que, salvo a sus familiares, parece no importarle a nadie.
-Sí. Debería importarle a todo el pueblo chileno. Llama la atención que los astrónomos puedan estudiar el pasado de hace diez mil años y los estudiantes chilenos no puedan leer en los textos escolares lo que pasó hace 38 años. Es increíble. La otra vez hallé una guía turística en Alemania mucho más clara y detallada sobre el período de Pinochet y Allende que los textos escolares chilenos… La memoria es un tema difícil de manejar. Es un proceso lento que demora siglos en esclarecerse.

En Chile se podría ir mucho más rápido si hubiese voluntad política.
-Pero no la hay. No son la clase política ni los gobernantes, sino la familia, los periodistas honestos, los movimientos no gubernamentales, los que ayudan a avanzar. La clase política no quiere llegar al fondo, no quiere herir intereses, piensan que es mucho mejor dejar las cosas tal cual en vez de solucionarlas. Cuando en el fondo miles de personas siguen con el dolor adentro y eso no hace más que aumentar la indignación con un Estado injusto.

Con este documental tuvo problemas de financiamiento. No lo pescaron ni en Francia ni acá.
-Sí, también “Allende” y el “El caso Pinochet” fueron rechazadas por el Fondart. No he recibido ningún fondo de ayuda para ninguna de mis películas. Tal vez no sea del gusto de nadie en Chile, no soy profeta en mi tierra. No sé. Pero mi obra circula en todo el mundo. Hay mucha gente que conoce Chile sólo por mis documentales. “La Batalla de Chile” nunca ha sido ni será pasada por TV hasta que todos estemos muertos. Porque en esa película quedan muchos aspectos al desnudo que ni la derecha ni la Concertación quisieran ver.

Al final la derecha terminó ganando la Batalla de Chile.
-No la ganó. Pronto perderá el poder, porque han perdido mucho oficio en el arte de gobernar y no han entregado soluciones reales a los problemas de la gente. Y como el período es muy corto, se erosionarán rápido y probablemente vuelva la Concertación. Y si eso ocurre ojalá vuelva una Concertación más moderna y autocrítica, porque sus últimos años fueron francamente malos.

¿Ha visto últimamente algún documental chileno?
-En el último FIDOCS vi una película sobre los zoológicos humanos “Calafate”, una gran investigación, muy interesante, terrible por todo lo que muestra. Pero no he visto nada más.

LA MEMORIA DE LOS JÓVENES

“Nostalgia de la luz” lo hizo para ver cuál era el estado de la memoria en los jóvenes. ¿Cómo la ha visto?
-Llenos de memoria, pero nadie los considera.

¿Ha estado al tanto de lo que pasa con los jóvenes chilenos que luchan por una educación sin lucro?
-Hay un gran descontento. Es escandaloso que los estudiantes tengan que endeudarse para pagar sus estudios. La educación pública ha sido muy castigada y muchos programas educativos no satisfacen a los jóvenes. Debería hacerse una reforma como se ha prometido una infinidad de veces y nunca se cumple. Se está llegando a un callejón sin salida que no hará más que aumentar el descontento.

Esta revuelta desnudó a una clase política obsoleta.
-La clase política se limita a promulgar leyes, como si gobernar se redujera solo a eso. Hay fatiga e indignación en Chile por la inmovilidad en la clase política y la falta de líderes carismáticos. Es un cansancio insoportable.

Desde Francia, ¿ha seguido las marchas?
-Sí, acabo de ver unas imágenes de Dauno Totoro, un realizador que fue aprisionado violentamente en plena calle junto con otro periodista. Da pena. De repente los policías actúan como si estuvieran aún en dictadura: no respetan el Estado de derecho y los gases que utilizan son inhumanos. No se puede mantener así una democracia.

Algunos intelectuales han comparado este movimiento ciudadano con los de los años sesenta y setenta.
-No son comparables. En tiempos de Allende se protestaba contra la derecha que trató de asfixiar el gobierno por todos los medios, se trataba de defender un programa social y había una gran participación. Nunca vi tal participación como cuando estuvo Allende. Ahora no veo eso.

¿Qué le ha llamado la atención de estas marchas?
-Todas las formas de manifestación son positivas. Es el pueblo el que se manifiesta. Son signos de salud y vida. Hoy en todos lados las marchas son carnavalescas y coloridas, pero con un dramatismo tremendo.

Si estuviera acá, ¿saldría a la calle a protestar?
-Sí, a mirar por supuesto. No me quedaría encerrado viendo las protestas por tv.

¿Contra qué protestaría?
-Por la educación actual. Hoy no se está velando por ella siendo el capital más importante que tiene un país.

www.patricioguzman.com

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