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Opinión

27 de Septiembre de 2011

No sólo por nosotros, sino por todos

* Sabíamos de dictaduras, de abusos de poder y de sus consecuencias, sabíamos todo aquello a través de los libros de historia. Ahora bien, las movilizaciones estudiantiles nos tienen experimentando la historia, esa de los libros, en carne propia. Sin duda somos aquellos que repetirán “sin contemplación”, aquellos que recibieron hace unos días el autoritarismo […]

Danae Díaz
Danae Díaz
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Sabíamos de dictaduras, de abusos de poder y de sus consecuencias, sabíamos todo aquello a través de los libros de historia. Ahora bien, las movilizaciones estudiantiles nos tienen experimentando la historia, esa de los libros, en carne propia.

Sin duda somos aquellos que repetirán “sin contemplación”, aquellos que recibieron hace unos días el autoritarismo tóxico, aquellos que se negaron a reiniciar las clases en liceos revestidos de comisaría, aquellos que se resisten a someterse a un plan para “salvar” el año escolar porque dicho plan atenta precisamente contra aquellos que luchamos: una educación de calidad.

No queremos que nos regalen las notas para salvarnos no sólo a nosotros, sino también al gobierno. No queremos eso porque llegamos a estudiar a Providencia por méritos propios. Esos mismos estudiantes provenientes de diversas comunas, esos con la inteligencia suficiente más no con los recursos necesarios, esos que postulamos a los colegios emblemáticos, que pasamos la prueba, que lo logramos! Esos, los “foráneos” que llenan de satisfacciones a una comuna que no es la nuestra.

No somos de Providencia, lo sabemos, nuestros padres pagan contribuciones en otras comunas, incluso periféricas. No nos pueden pedir que por estudiar en un colegio de excelencia olvidemos de dónde somos. Porque quisiéramos que allá, desde donde venimos, todos los jóvenes recibieran los beneficios de la excelencia académica y que para ello no tuvieran, como nosotros, que recorrer largas distancias y llegar a comunas “ajenas”.

No será un año perdido pues en sólo meses hemos aprendido más de conciencia social de lo que muchos en el poder han aprendido en toda su existencia. “Nada es gratis en esta vida” dijo alguien por ahí y quizás las declaraciones del Señor Alcalde sean el precio que debemos pagar por ser jóvenes que no piensan sólo en su realidad educacional, sino también en la realidad de muchos que se quedaron ahí en la eterna lista de espera de un emblemático, ahí resignados en un colegio de barrio, ahí con la ilusión de que el futuro pudo, quizás pudo ser mejor.

“Si no les gusta, regresen a sus comunas” esa frase lanzada con soberbia desde lo alto parece decirnos: Vamos, regresen a la mediocridad, a lo que nadie más les puede dar. Regresen por el camino que llegaron que postulantes sobran, siempre han sobrado. Váyanse a sus comunas, que han plagado la mía de una indeseable nobleza y solidaridad. Váyanse y háganlo pronto, que no toleramos un segundo más la “subversiva” lucha social. Los queremos obedientes, aplicados, los queremos dándonos los mejores resultados, sin alzar la voz, sin mirar al de al lado, sin cuestionar nuestros modos de gobernar.

Pero nuestra respuesta es NO, desde los patios de nuestros liceos en toma, desde nuestras comunas, desde nuestras familias, desde nuestros valores la respuesta es NO. No señor, no nos gusta la represión, pero no nos iremos. Nos ganamos el derecho a estudiar en sus “terrenos” y seguiremos en la lucha, no sólo por nosotros, sino por todos los estudiantes Chilenos.

Danae Díaz es presidenta del Centro de Alumnos del Liceo Carmela Carvajal

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