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Poder

30 de Septiembre de 2011

La pelea secreta de los cabecillas de La Polar para evitar una sanción de la SVS

The Clinic Online publica íntegramente los descargos de ambos ante la autoridad regulatoria. En ella, Alcalde, quien fuera gerente general y luego presidente del directorio, alega inocencia, que no sabía nada porque viajaba mucho al extranjero y no formula ninguna consulta a Moreno, su principal contradictor en este proceso y en la investigación que lleva la fiscalía centro norte. Este último, sin embargo, le jala la cadena, como también al directorio, respecto a que “no podían menos que saber” la situación patrimonial de la empresa del retail.

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La investigación que mantiene abierta la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) en contra de los ex directores y gerentes de La Polar, contiene hasta ahora detalles desconocidos y sabrosos.

Hoy en su etapa probatoria -instancia posterior a la formulación de cargos que la autoridad realizara en julio pasado-  los imputados entregan una pauta de preguntas a los investigadores de la SVS para que las formulen a la lista de testigos que cada uno propone. Y luego viene la sanción.

Pero antes de que llegue ese día, al menos en este caso y según el documento que The Clinic Online publica (vea el documento al final de esta nota), los ejecutivos comienzan a mostrarse los dientes. Y las lealtades, si es que las hubo en algún minuto, se terminan.

Los casos más patentes y sonoros de este proceso son dos: el del ex presidente del directorio Pablo Alcalde y el ex gerente Julián Moreno, a quien se le achaca ser otro de los cerebros detrás de las repactaciones automáticas a clientes de La Polar.

Alcalde, de acuerdo al documento preparado por su abogado patrocinante, Jorge Boffil, es inocente de los cargos que se le imputan, porque su labor dentro de la compañía era conocer aspectos globales y no puntuales… pese a que fue gerente general y luego presidente del directorio.

“Se pretende acreditar la efectividad de que las labores de don Pablo Alcalde Saavedra realizaba en su carácter de gerente general de La Polar consistían básicamente en fijar los lineamientos generales de las distintas áreas de la empresa, actuando cada gerencia, particularmente la de productos financieros y de administración (Moreno), con bastante autonomía e independencia”, señala la presentación.

Bon voyage

Para explicar el desconocimiento, los profesionales aseguran que debido a los múltiples viajes al extranjero de Alcalde para la internacionalización de la compañía hacia Colombia y la obtención de nuevos recursos financieros, estaba lejos de las decisiones terrenales de la empresa.

Para tratar de acreditar los llamados “puntos de prueba”, Alcalde presentó 16 testigos. Pero hay un detalle que llama la atención: dentro de estos últimos no incluyó a Moreno, su principal contradictor tanto en la indagatoria de la SVS, como la que tramita el fiscal Centro Norte, José Morales.

En este sentido, busca evitar confrontarse con las pruebas que lo sindican como un miembro del organigrama que “no podía menos que saber” -como reza la expresión jurídica- de cómo se manejaron las provisiones, las repactaciones ilegales y las mentiras a la SVS, la Bolsa y el mercado en general.

Dentro de las preguntas a una de las testigos que pide Alcalde -la ex gerenta María Isabel Farah, la tercera imputada más importante del caso- están los movimientos de las sociedades y venta de acciones, pero no se pronuncia sobre las repactaciones y así suma y sigue. De hecho, algunos de los testigos son “estudiantes universitarios”.

El fin de la lealtad

La presentación de Moreno es, a diferencia de la de Alcalde, incendiaria. En la minuta que preparó junto a su abogado Miguel Cháves cita 30 testigos. Los dos primeros son Alcalde y Farah, a quienes la SVS deberá formularle 30 preguntas por separado. Incluye además a gran parte de los gerentes que trabajaban en La Polar y que, de una u otra forma supieron de las “renecuotas”, tal como puede escucharse en el audio del último directorio -que publicó en exclusiva The Clinic Online- antes que la firma cayera en desgracia.

Moreno y su abogado fueron puntillosos en las interrogantes. Buscaron, como se puede leer en el documento, paso a paso demostrar que Alcalde, Farah, varios gerentes y el propio directorio, conocían perfectamente la situación patrimonial de la firma. De allí que a partir de las dudas que estos últimos deberán responder a la SVS, saldrán nuevas pruebas para el fiscal Morales.

La relación de preguntas se instala como la primera “jalada de cadena” de Moreno a Alcalde, incluso mayor que la hizo en su declaración ante la fiscalía

“¿Qué Gerencia de Empresas La Polar era la encargada de realizar el cálculo de las provisiones y preparar la información para confeccionar los estados financieros, que eran remitidos por el gerente general (Alcalde) y el directorio de Empresas La Polar a la SVS, a las bolsas de comercio y al público en general?”, consulta Moreno.

A renglón seguido le dispara a Alcalde inquiriéndolo repecto a si conocía las renegociaciones unilaterales y cómo es posible que desde su puesto desconociera el verdadero estado patrimonial de la firma.

“En base a su experiencia empresarial, ¿cómo podría explicarse el incremento de la deuda de una cartera, sin que los clientes que la componen estuviesen realizando compras?”, golpeó Moreno y su abogado directo el mentón del Alcalde.

Y quizás un detalle que podría parecer menor, pero que Alcalde deberá explicar a la SVS y posteriormente a la fiscalía, está precisamente vinculado a la estrecha relación que éste mantenía con Farah.

“¿Sabe por qué se le pagó un bono a María Isabel Farah el año 2011, siendo que en el comité de directores se había planteado no pagar por ese concepto ni a ella ni a Julián Moreno?”, inquirió cerrando las 30 preguntas al ex presidente del directorio de La Polar. Ahora, la suerte está echada.

Revisa el documento completo:

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