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Nacional

10 de Noviembre de 2011

Mejor presupuesto o reforma tributaria en marzo 2012: lo que ofrece la oposición para representar a la Confech

Sin acuerdo cerrado entre parlamentarios y universitarios, los congresistas opositores le presentaron esas dos vías de presión que tienen en carpeta para votar a nombre de los estudiantes en la discusión del presupuesto 2012. De todas maneras, la "representación" en esa instancia no está asegurada y genera suspicacias en los dirigentes. El sábado se decidirá en el Confech de Antofagasta.

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Dos métodos de presión para que el gobierno integre las demandas que han instalado los estudiantes durante el conflicto educacional de este año. Esas son las cartas que baraja la oposición para ser “representantes” de los dirigentes universitarios en el Congreso y que fueron presentadas a la mesa ejecutiva de la Confech en las reuniones que mantuvieron estos últimos dos días en el Congreso.

Dos opciones que aún no convencen a todos los dirigentes universitarios, pero que de todas formas se discutirá el sábado en una nueva reunión de la Confech, esta vez en Antofagasta. Ahí se debatirá si adhieren a la “sintonía” ofrecida por los parlamentarios de la Concertación y otros referentes opositores.

Según algunos participantes de esas reuniones, las opciones son los instrumentos políticos que tiene la oposición para presionar a la administración Piñera e integrar más de las demandas estudiantiles en la billetera fiscal del próximo año. O, en su defecto, de aprobar el presupuesto más o menos como está y en marzo de 2012 sentarse a trabajar en una reforma tributaria para cubrir los otros cambios que han instalado en el discurso los universitarios.

“Nos dijeron que la única manera de presionar es rechazar el presupuesto y que el gobierno presente una mejora de presupuesto o condicionar el voto siempre y cuando el Ejecutivo se comprometa a presentar una propuesta de reforma tributaria en marzo próximo”, dijo uno de los presentes. Una medida que, de todas formas, no satisface a todos los sectores de la agrupación universitaria y que será el caldo de la discusión pasado mañana en la segunda región.

Sintonía a medias

Luego de desmentir un acuerdo explícito entre los estudiantes y la Concertación ayer por la mañana, los parlamentarios de esa coalición explicaron que el único trato arreglado entre ellos era seguir “en sintonía” con las demandas estudiantiles. De hecho, en la reunión con la mesa del Senado, Giorgio Jackson ofreció ser el nexo entre esos parlamentarios y el centro de investigación Cenda (Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo) para presentar propuestas conjuntas.

Eso, a pesar de que el dirigente de la Feuc dejará en las próximas semanas su cargo. Sin embargo, en las reuniones él planteó que seguirá muy de cerca el movimiento y que puede cumplir con esa función aún afuera del cargo universitario, según contaron los presentes en esa reunión.

El tema es que esa medida, compartida por el ala más abierta a los acuerdos de la Confech, no tiene la mayoría en ese pleno y su concreción quedará sujeta al debate que se realice el sábado. Ese escenario, lo deducen sus dirigentes, tras las intensas conversaciones que tuvieron sólo para llegar a las reuniones de esta semana en el Congreso.

Después de varios meses apuntando con el dedo y criticando el accionar de los parlamentarios de todos los colores, la “negociación” con los representantes legislativos genera muchas suspicacias en los jóvenes. “No podemos llegar y confiar en algo así. Debemos discutirlo primero y definir si creemos que esos diputados y senadores sean nuestros representantes en esa instancia”, dijo un miembro de la mesa ejecutiva.

Aún así, las tratativas de un acuerdo transversal, como lo señaló Camila Vallejo ayer a la salida del edificio en Valparaíso, quedan abiertas, aunque según los universitarios, no tuvo un gran avance porque la conversación entre la mesa que hoy lidera Patricio Melero no ahondó en los temas de fondo y se limitó a conversar sobre la importancia de las instituciones y buscar acuerdos por el bien del país.

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