“Cuando el gobierno haga un gesto vamos a ser los primeros en subirnos a un nuevo diálogo”

¿Qué pasó cuando los gremialistas reconocieron la derrota y tú ganaste?
La verdad es que en ese preciso momento estaba muerto de sueño, no había dormido en dos semanas asi que igual me tomó un tiempo ver lo que estaba pasando. Pero cuando me di cuenta de lo que ocurría, me llamó la atención el apoyo considerable que tuvo la propuesta del NAU. Nosotros pensábamos que la votación iba a estar mucha más reñida de lo que fue.

¿Te llamó la atención?
Sí, porque confirmó más o menos lo que nosotros habíamos pensado y comentado: que los estudiantes de la UC ahora son distintos y ha cambiado la manera de ver a la universidad y su rol en el país. Eso habla muy bien de las federaciones anteriores porque siempre va a ser más difícil ser de la lista que continúa porque la votación termina siendo, casi siempre, una evaluación de la gestión del año anterior.

¿Crees que la nueva derrota del gremialismo es también una derrota del gobierno?
Yo creo que las votaciones cuando son de listas de continuidad son, como te dije, evaluaciones del mandato anterior. En ese sentido, si hubiésemos perdido probablemente se podría interpretar como un juicio crítico a la gestión de este año, pero como no sucedió eso y al final fue un espaldarazo. Si hubiésemos perdido, el gobierno perfectamente podría haber usado ese argumento criticando al movimientos estudiantil desde la UC.

Te lo digo porque incluso uno de los miembros del NAU y ex presidente de la Feuc, Miguel Crispi, hizo incapié en la coincidencia del discurso gremialista con el del Mineduc o el actual gobierno.
Bueno, efectivamente hay relaciones ideológicas claras. Muchas personas que estuvieron en el movimiento gremial en este momento están en el gobierno. Hay una vinculación ideológica muy importante, eso es innegable.

¿Podría haber sido ocupada para entrar e integrar la Confech el 2012?
La UC adquirió una relevancia en el país y los medios, pero no por ser la Universidad Católica sino que por el proceso que viene llevando a cabo. Hace no mucho tiempo la UC era absolutamente ajena a este tipo de demandas, reformas. El hecho de que aquí también haya llegado es una señal muy potente. No son un grupo pequeño o los mismos de siempre, es algo que atañe a un grupo grandísimo de la sociedad y llega hasta acá.

¿Cómo vas a enfrentar el cargo asumiendo a días de votarse el presupuesto y con el diálogo quebrado con el gobierno?
Lo que motivó a este movimiento fueron las demandas que se plantearon y esas demandas no han sido satisfechas, de ninguna manera. El próximo año vamos a seguir teniendo los aranceles más bajos del mundo, con un aumento del Aporte Fiscal Directo de un 0% de aumento real. Ahí proponemos muchos cambios porque la propuesta era muy mezquina y no se condecía con lo que había ocurrido este año. Pero ese malestar que hizo que este movimiento despertara, va a continuar. O sea, a principio de año todavía el gobierno se planteaba si la educación superior estaba en crisis y eso ya es innegable. Todo el mundo lo sabe y esa es quizás la victoria más grande que ha tenido este movimiento hasta hoy.

¿Y para el próximo año?
Entendemos que es el momento de concretar las demandas que se han levantado. Vamos a generar trabajo con investigaciones y plantear reformas junto a economistas y expertos en educación para ir concretando. Pero entendemos que este es un proceso gradual. Somos jóvenes, idealistas, pero tampoco somos tontos.

¿Cómo va a ser el nuevo presidente de la Feuc después de Giorgio Jackson?
Es un gran desafío, pero al mismo tiempo una oportunidad. A nivel personal y del movimiento, tenemos que lograr que nuestra postura se siga posicionando y expandiendo. Es la única forma de concretar algo y este año, si algo explica la fueza de este movimiento, esa es la masividad y eso se da por el descontento de la ciudadanía, el liderazgo de los dirigentes -como Giorgio- y la atención de los medios.

¿Crees que se pueda instaurar una nueva mesa de diálogo entre los estudiantes y el gobierno?
El gobierno ha apostado a desgastar el movimiento y a que se canse para que desaparezca. Comprendemos ese cansancio de las familias, si nosotros también lo estamos después de tanto tiempo movilizados. Pero no queremos parar porque estamos cansados, queremos hacerlo porque hemos logrado las transformaciones profundas para mejorar la educación. El siguiente paso es seguir trabajando en el Parlamento.

¿Y con el gobierno?
Sinceramente creemos que cuando ellos logren pasar su sesgo ideológico y tenga el acto de grandeza de entender que cuando la gran mayoría de la población pide cambios profundos, un gobierno no sólo puede sino que está obligado a hacer caso a lo que pide la mayoría. Estoy seguro que cuando el gobierno haga esos gestos, vamos a ser los primeros en subirnos a un nuevo diálogo. Pero primero necesitamos ese gesto.

Giorgio tuvo una figuración muy grande en los medios, pero de todas formas hubo sectores del movimiento que lo miraban con desconfianza. ¿Cómo enfrentarás eso?
Dentro del movimiento hay distintas visiones, pero justamente la manera en que ha convivido y se ha mantenido es una de las características que lo define. Esa diferencia es parte de la riqueza del movimiento y de la fuerza de sus demandas. Acá hay un trabajo de continuidad y el trabajo traspasa a los dirigentes temporales, asi que no hay nada que desconfiar.