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Opinión

20 de Noviembre de 2011

Jorge Garcés: “Yo por las mujeres finas me trastorno”

Empinada en el cerro Barón está la capilla de San Francisco. Cada jueves, penitentemente, se arrodilla a los pies de Santa Rita un hombre vestido de terno y corbata. Es Jorge Garcés Rojas, "El Peineta", que implora por las causas imposibles, esas odiseas que emprenden los pequeños grandes hombres, amén. Nacido en Talca, criado en el mundo, este ex entrenador del Rayo Vallecano, del Royal Franc Borrain, del Real España de Honduras, de Deportes Osorno, de la Católica y de un sinfín de equipos chicos, supo hacer que Santiago Wanderers pasara de David a Goliat. Pero ese triunfo quedó atrás, su actual campaña es adelgazar a Fredy Delgado, su ayudante, a quien le tiene prometido todas sus ropas dadas de baja si alcanza una talla decente. Él no tan delgado Fredy, entusiasmado por el botín, sólo come un cuarto de pan a la hora de once. El mismo colaborador afirma que Garcés es de otra estirpe, no pituco, sino elegante. Además, jura de guata que el "profe Garcés jamás se toma un copete" y que "su único vicio son las mujeres". Y se le nota. Por cada hembra que se le cruza, el D.T. de la Selección Nacional regala un beso, un piropo, o un abrazo de cintura bien apretado. Anda con la testosterona a mil. Soltero anulado, vestido con el mejor paño, calzado con los más elegantes mocasines, desaparece en su flamante Chevrolet Cavalier a conquistar el mundo si es posible.

Archivo The Clinic
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Por

Por Andrea Lagos

Con Wanderers campeón, ¿se cree “el hoyo del queque”?
Los triunfos hay que tomarlos con calma porque luego vienen las derrotas o los tiempos no tan felices. Un hombre no es exitoso porque gana un cam- peonato, un hombre es completo cuando ve crecer a sus nietos, tiene un hogar tranquilo y una mujer al lado para amar.

El suyo es el “sueño del pibe”: venirse de la provincia, hacer lo que le gusta, triunfar, ganar plata, amar…
Hay mucha gente de provincia que se identifica con mi carrera. Yo salí a los 17 años de Talca, pero en seguida me convertí en un ciudadano del mundo. La provincia quedó atrás. Estuve en tantos lugares, conocí a tanta gente.

Preguntan los talquinos –un poco pi -cados-, ¿por qué no le puso pino a Rangers?
Los rojinegros fueron los primeros en cerrarme la puerta.

No fue “profeta en su tierra”.
Mi tierra es Chile. Mis primeros pasos los di en Osorno, luego en Temuco, pronto en Everton, Cobreloa, Puerto Montt e Iquique.

LEVÁNTATE ¡LÁZARO!

¿Hay que hacer magia para reavivar a esta selección?
No sé si me corresponda seguir con ella. Si me toca, dispongo de la mejor arma: las ganas.

Pero nadie le tiene fe, ¿usted sí?
A mí tampoco nadie me tuvo fe cuando llegué a Chile. Tampoco en Wanderers me creían.

Entonces, ¿se cree capaz de resucitar muertos?
Levantar muertos debe ser recomplicado. ¿Cuánto rato se pueden mantener de pie? Hay que afirmarlos con estacas, pero igual se desmayan. Están muertos. A lo mejor… ¡Hermosa, preciosa! (Se cruza una mujer recién bañada y perfumada y se acerca a saludar al profesor Garcés. Éste le propina un estruendoso y erótico beso.) ¿De qué estábamos hablando? No puedo resistirme a una mujer hermosa.

De los muertos en vida.
La pasión mueve montañas, con pasión en lo que sea se puede conseguir lo imposible. Cuando llegué a Wanderers el 99 habían 11 puntos de diferencia con el puntero y fuimos segundos. Por Iquique nadie daba un peso y salimos séptimos. En Puerto Montt éramos penúltimos en el campeonato de apertura y salimos sextos en el de clausura. En Católica se puede hacer lo que sea: hay máquinas de gimnasio movidas por computador, médicos por si acaso, todo sobra. ¡En Puerto Montt tuvimos que hacer el ves- tuario de nuevo! ¡En Iquique todavía me deben plata! ¡Temuco estaba enterrado, le faltaba el clavito para la lápida! “Un equipo extraordinario” me pintaron y cuando llegué al sur tenía siete jugadores menos. Unos operados, otros cojos o lesionados. Eso también fue ganar un campeonato. Ni te cuento las condiciones para entrenar, para viajar o para comer, porque te puede dar pena.

¿Por qué se le veía a punto de tirar la esponja a días de erigirse como campeones?
Porque el protagonismo en Chile se lo llevan los dirigentes.

Pero Garcés, usted se robó la película, ¿qué más quiere?
Que las estrellas se vean en la cancha y no en escritorios de viejos guatones.

¿Cualquier pelagato puede ser grande?
A mí me gustaría que fuera como en Argentina donde no hay hegemonía de clubes grandes.

Y en la vida, ¿también cualquiera puede convertir en gigante sus pequeños sueños?
Los hechos hablan más que las pa- labras. Lo que hicimos en Wanderers es un tapabocas tan real como una pelota.

SU “REGALONA”

Usted no vota.
Por ningún motivo.

Lo suyo, ¿es una repugna hacia lo político?
No es un acto ni social ni político. En la vida a mí me gusta hacer lo que me da la gana.

¿No hay ninguna “Regalona”?
Como persona sí, pero quiero ver ahora lo que pasa. La Carmen Ibáñez ganó, se portó muy bien, dio muchas cosas. Ahora la pongo a prueba. Ya hablé con ella. Ahora quiero ver. Yo le tengo mucho aprecio, porque conozco su familia, sé que clase de mujer es. Pero ahora quiero ver. Ahora. Dentro de dos meses, luego que descanse, indudablemente. Pero quiero ver desde marzo si va a hacer Carmencita todo lo que ha prometido previo a las elecciones. Si lo hace, será “Mi regalona”.

Por qué lado va usted, derechamente ¿es UDI?
Yo voy por las personas. En todos los partidos políticos hay gente resca- table. Hay otros que son más falsos que Judas, es cuestión de verlos.

¿Arancibia?
No lo conozco, no tengo idea, pero indudablemente, lo que va a hacer ahora va a ser más provechoso económicamente para él. ¿Tú sabes que los senadores ganan once millones?

Y los diputados, ocho millones.
Pronto se subirán los sueldos. Sin duda, la política es el mejor negocio que existe en Chile. ¿Tú sabes que los pocos que llegan al Congreso se quedan dormidos? Llegan cinco, de los cinco hay tres durmiendo, uno está pololeando y el otro hace como que escucha. ¿Va uno a creer en ellos? Esto lo digo como chileno, porque con mis impuestos pago sus sueldos. A mí no me pueden reprochar que no entreno, que no trabajo, que no me saco la mierda todos los días. Digan lo que quie- ran. Que soy agrandado, que soy pituco, que soy palta, que soy el peineta, me da lo mismo. Yo cumplo con mi trabajo, así como lo hacen todos los trabajadores del país, sin faltar un solo día al deber.

DON PEINETA

¿Le molesta que le digan Peineta? ¿Dónde se compra la ropa, por ejemplo?
En cualquier parte. Lo mío es cuestión de familia. Yo me fuí de Chile con corbata y volví igual. No aprendí a vestirme afuera. Me criaron así. Y en el fútbol quiero imponer un estilo porque es una actividad social, importante para la gente y para el jugador mismo. El jugador se tiene que hacer respetar.

¿Tiene que ser pituco?
Tiene que preocuparse de cómo se ve. El fútbol es un deporte visual.

Usted es una estrella de cine.
El fútbol es una fiesta y a las fiestas hay que ir con las mejores galas. Yo todavía no he ido a una fiesta más maravillosa que las que se celebran en la cancha.

(Arrisca la nariz por el perfume de una mujer que se le acercó a besarlo y dejó tras sí una estela Coral Musk)

¿Ve que es cuicazo? ¿No le gustó la agüita de colonia?
A mí los perfumes en las mujeres no me gustan. A lo mejor los hay carísímos, pero prefiero el aroma que expele la piel de una mujer desnuda.

Y en un futbolista, ¿qué no tolera?
Que no se cuide, que no se alimente correctamente, que no asuma la profesión como un trabajo de 24 horas al día. Ni siquiera en vacaciones se deja de ser jugador de fútbol: debe trotar, debe jugar pichangas, debe comer ensaladas.

¿Hay jugadores de fútbol con calugas?
Sí, los hay. Pero también hay una clase que tiene en la guata bombones, koyaks, lolys y calugones.

Y LO QUE QUIERE DECIR

Si le ofrecieran mucha plata, ¿mordería el anzuelo para irse a dirigir fuera del país?
Me voy ya, aunque no me ofrezcan mucha plata.

¿Está cabreado?
No, quiero proyectarme. Volar.

En Chile, ¿cuánto deporte es necesario para limpiar las cabezas?
Todo lo posible. En los colegios, en las salas cunas, en el prekinder. Arturo Salah en el gobierno tiene toda una tarea por cumplir. Lo que Juanito no aprende, Juan menos. Hay que meterle cototo a Juanito, en las divisones menores, en las canchas de tierra de las poblaciones. Cuando hay campeonato de cadetes, por tres gotas de agua se suspenden los partidos. En invierno no los sacan de la estufa a parafina porque se van a resfriar. ¡No! Las clases de fútbol no se suspenden, a menos que la cancha esté tan inundada que en vez de fútbol tengan que jugar water polo. Y eso mismo se transmite en la vida: la gente tiene que salir adelante, aunque el mundo se le venga encima.

¿Es muy despelotado el jugador de fútbol chileno?
Hay de todo. Cuando hablamos del futbolista chileno, hablamos del hombre chileno.

Parece político…
Me lo han dicho. Si yo me hubiera presentado ahora en Valparaíso, me hubiera llevado todos los votos.

¿Y qué espera? ¡Son 11 millones de pesos!
Digo que no ahora, pero quién sabe. Quién sabe. Y si alguna vez me presento, tendría que prepararme muy bien para ayudar.

¿Cómo es? ¿Existe el “hombre chileno”? Usted hablaba de eso.
El hombre chileno tiene muchos defectos que se grafican en el jugador de fútbol. El jugador es cómodo, es flojo, es poco profesional, es desordenado,

Es bueno para el copete…
Y yo cuando hablan así les digo que el hombre chileno es cómodo, flojo, poco profesional y bueno para el declive. El hombre chileno es esto y lo otro, porque es el reflejo de cómo un país hace a sus hombres.

Los jugadores tienen toda una responsabilidad social sobre sus hombros, ¿saben eso?
Lo saben, pero como dicen los envidiosos, su gran pecado es que ganan mucha plata. Y ¿la plata? Hay gente que gana mucho menos y es más feliz.

¿Usted es feliz? Gana mucha plata.
No sé, ¿qué es esto? No me preocupa la plata.

¡No!, ¿cómo!
En fútbol se gana plata un tiempo y si uno no sabe invertir se va todo en un soplo.

Como Martín Vargas…
A Martín lo explotaron, le sacaron el jugo y ganaron todos menos él.

¿Mucho carrete?
Mientras más subes, más tentaciones tienes. Y mientras más alto, más feroz el porrazo. ¿Viste las Torres Gemelas? Eso te quiero decir.

Luego de comerse la mitad de un sandwich de jamón pierna y queso, parte a empingorotarse, porque lo van a premiar en el Colegio de Entrenadores. Se calza un perfecto terno gris y cuando baja de su camarín se queda pegado en un par de piernas que cruzadas lo esperan. No puede evitar lanzar un piropo heredado de su abuelo “¡Guau!¡Que rieles! ¿cómo será la estación?”. Y acelera rumbo al Zanjón de la Aguada, donde le rendirán tributo con una cena.

MUJERES

¿Qué le parecen las mujeres en el fútbol?
No me gusta. Para mí, ustedes son un cristal hermoso, delicadas todas.

Algunas son como bala para la pelota.
No niego su calidad, pero no me gusta que pierdan esa gracia de caminar en la tierra como si fueran ángeles. Yo por las mujeres finas me trastorno.

¿Nos relega al rincón de la belleza?
Una mujer tendría que ser el próximo presidente de Chile. Si es capaz, yo me sentiría orgulloso. Y si fuera mi mujer, me ofrecería para ser su chofer. La besaría hasta la punta de los pies. Le haría el amor en el auto cada quince minutos.

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