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Opinión

29 de Noviembre de 2011

“Yo no enseñé a llevar gente a los estadios de fútbol y dispararles”

Antes de transformarse en mujer, en 1996, fue profesor de historia económica de nuestros “ilustres” Chicago Boys. Hace dos semanas estuvo en Chile, invitada por el CEP y la Fundación Iguales, y se dio el tiempo para escribir una carta a varios parlamentarios a propósito de la Ley Antidiscriminación. “Les dije que si Chile quiere ser un país completamente moderno tiene que extender la igualdad de derechos a todos los ciudadanos”, sostiene.

Ana Rodríguez
Ana Rodríguez
Por

Antes de transformarse en una delicada señora rubia de sonrisa fácil, Donald McCloskey – un robusto economista de 53 años, casado y con dos hijos- tuvo que pasar tres veces por un psiquiátrico, influido por su hermana menor, una sicóloga empecinada en evitar su cambio de sexo. No fue todo. Para convertirse en Deirdre, su nueva identidad, Donald tuvo que desembolsar más de 90 mil dólares en un sinnúmero de cirugías, incluyendo la operación final de cambio de sexo en 1996. Una tarea nada fácil para un economista educado en Harvard, experto en historia económica, y que luego de su decisión nunca más tuvo contacto con sus hijos. Su transformación quedó plasmada en un libro autobiográfico, editado en 1999: “Crossing: A Memoir”, destacado como uno de los libros del año por el New York Times. “Ser capaz de decir que estás terminado, completo, que realmente eres una mujer por el criterio de no-pene, es la retórica de aceptación más poderosa”, comentó en sus memorias. Desde entonces, Deirdre no sólo ha destacado por su labor como experta en retórica de las relaciones humanas sino también como una importante activista en materia de integración sexual. Hace dos semanas estuvo en Chile, invitada por el CEP a dar dos charlas, y por la Fundación Iguales, en apoyo a la campaña por la ley Antidiscriminación. Deirdre asegura que le gustaría que existiera una institución como esta última en Chicago, con participación de intelectuales en asuntos de interés público. “Es políticamente balanceada y transversal en las disciplinas, con poetas, novelistas, economistas e historiadores”.

-¿Es cierto que enviaste una carta a varios congresistas chilenos?
Les dije que si Chile quiere ser un país completamente moderno, tan rico como libre, tiene que extender la igualdad de derechos a todos los ciudadanos, así como se ha hecho en países como España y algunas partes de Estados Unidos.

-¿Qué otra cosa le dirías a los políticos chilenos sobre el respeto a los derechos civiles y personales?
No tengo una base para dar muchas opiniones personales, lo que sé es que Chile tiene altos índices de libertad y entiendo que podrían ser mejores. Pero eso es lo que opino sobre todos los países del mundo. La libertad y dignidad humana construirán grandes sociedades. La mejor manera de hacerlo es educar y respaldar con leyes. La prensa y la televisión también influyen porque pueden mostrar que despedir a alguien por ser gay es algo ilegal y enseñar a la gente que odiar es malo.

-Algunas personas acá piensan que es riesgoso darle más libertades a la gente…
Sólo los realmente conservadores ven las libertades con alarma. Los liberales de verdad, como dice su nombre, creen en la libertad.

Liberales y fascistas

Deirdre McCloskey se declara como “postmoderna, pro libre mercado, cuantitativa, anglicana, feminista y aristótelica”. “Creo que las relaciones humanas son la mejor política para dejar que la gente ejercite sola su creatividad, que es la creatividad con la que se ha construido el mundo moderno”, cuenta desde Chicago. Esa es la parte que le agrada. Sin embargo, McCloskey asegura que existe una regla en el mundo moderno que no le acomoda: “que los que tienen tienen el oro, gobiernen”. “Los Estados están corruptos por los ricos, especialmente en países como Estados Unidos y Chile” , dice. A continuación agrega: “piensa en el gasto de defensa de Estados Unidos o los asuntos de Chile con las compañías mineras”.

-¿Por qué los más liberales económicamente son, a la vez, los más conservadores valóricamente?
Porque no están pensando claramente. Probablemente sea porque no son realmente liberales sino conservadores o, más exactamente, reaccionarios. Por ejemplo creen, equivocadamente, que la homosexualidad es mala o una elección. Y no lo es. Yo soy muy liberal en el sentido chileno pero también muy feliz de dar libertad a todos. En Estados Unidos los llamados “conservadores” están, a menudo, en favor del libre mercado para otras personas pero para ellos quieren protección del gobierno. Eso no tiene sentido. O estás a favor de la libertad o no lo estás. Si no lo estás, no eres un “liberal”, sino una especie de fascista…

-¿Cuál es la línea divisoria entre liberalismo y fascismo?
Correctamente definidos son opuestos. El fascismo subordina la gente al Estado y el liberalismo lo emancipa. Desafortunadamente, mucha gente que se hace llamar liberal ama al Estado. Esto es así en Estados Unidos donde al liberalismo extrañamente le han llamado “socialismo moderado”.

“Chicago Boys”

Uno de los puntos escasamente destacados de la visita de Deirdre McCloskey a Chile fue que durante los años 1968 y 1980, cuando aún respondía al nombre de Donald, fue académico en la Universidad de Chicago, es decir, profesor de una importante camada de economistas chilenos, los “Chicago Boys”, que implementaron el neoliberalismo en el país. “Muchos tomaron mi gran curso de economía, llamado economics 300, y también mi curso de historia económica, pero no recuerdo sus nombres”, cuenta. Antes de entrar en detalles Deirdre McCloskey advierte, casi poniéndose el parche ante la herida: “Yo no enseñé a llevar gente a los estadios de fútbol y dispararles. !Nadie de Chicago lo hizo! Enseñamos a nuestros estudiantes cómo crear una sociedad libre. Todavía enseño eso”.

¿Qué piensas del rol de los “Chicago Boys” en la historia de Chile?
No soy experta pero, hasta donde sé, ellos no se involucraron con la violencia. Culparlos a ellos por los excesos del régimen sería como decir que, cualquier experto que trabajó en economía para el gobierno de los Estados Unidos, es responsable de las idioteces de las políticas internacionales de Estados Unidos, una de las cuales estaba ayudando a sacar a Allende.

-¿Qué piensas sobre lo que les enseñaste versus lo que aquí hicieron?
No les enseñé sobre políticas macroeconómicas pero las apruebo, tal como recomendaron al gobierno implementar. Yo les enseñé el respeto a la libre elección de la gente en los mercados, que es de lo que se trata el libre mercado y la desregulación.

-¿Qué piensas sobre la implementación a ultranza del modelo neoliberal en Chile?
Fue “extremo” pero, como dijo un famoso político estadounidense, “el extremismo en favor de la libertad no es vicio”. Mira los resultados: ¿preferirías vivir en Venezuela?

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