Piñera: “Nuestro gobierno no sucumbirá a esos cantos de sirena”

En el veranito de San Juan que le dio el fin de semana largo, el Presidente Sebastián Piñera estuvo en Argentina, donde se refirió a la baja aprobación que mantiene su gestión y a las diferentes manifestaciones sociales por la educación que se han desarrollado en el país desde hace siete meses, asegurando que “no siempre la voz de la calle es la del pueblo”.

En entrevista con el diario argentino “La Nación”, el Mandatario señaló que “la causa de la educación es una causa noble y hermosa, que nuestro gobierno comparte cien por ciento”, para mejorarla en el ámbito preescolar, escolar y superior.

Por lo anterior- dijo Piñera- “los que más se han manifestado son los estudiantes universitarios y especialmente de las universidades públicas, que representan sólo un tercio del total de universitarios. Por tanto, no siempre la voz de la calle es la voz del pueblo”.

Respecto a las razones de apoyo de los diferentes sectores sociales a la causa estudiantil, el jefe de Estado, admitió que “es un fenómeno universal”.

“Hay una ciudadanía en Chile y en el mundo mucho más severa, exigente e impaciente, que pide soluciones inmediatas y totales a problemas que se arrastran por décadas. Desgraciadamente, eso no es posible”, sostuvo.

Popularidad

La última encuesta Adimark arrojó un alza en la aprobación de la gestión de Piñera, lo que espera que, “a medida que estos resultados objetivos vayan permeando las vidas de las familias y las personas, el apoyo vaya aumentando”.

Para el Mandatario, existe una paradoja entre las buenas cifras que ha alcanzado el país, como el crecimiento económico y la creación de empleos, con la aprobación de su gestión.

“Es una paradoja. No coincide la temperatura de los termómetros, que es la realidad, con la percepción térmica de las encuestas. Pero sé que, más temprano que tarde, ambas coincidirán”, indicó.

“Un presidente debe tomar las medidas que se necesitan. A veces serán populares y otras veces, no. Pero un buen Presidente no se guía por la popularidad de las medidas, sino por la sabiduría y necesidad de ellas. Si uno quisiera darles el gusto a todos, lo podrá hacer, pero por muy poco tiempo, y luego todo el país pagará las consecuencias. Esas son las políticas irresponsables y populistas: pan para hoy y hambre para mañana. Nuestro gobierno no sucumbirá a esos cantos de sirena”, sentenció.