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Opinión

2 de Enero de 2012

Ahora que los wachiturros votan …

… hay que pensar bien la hoja de ruta, aunque cualquier decisión pasa por tomar un descanso veraniego, no es mi caso porque yo vivo en donde la gente suele tomar sus vacaciones, lo que impide las propias. Aquí en el litoral tenemos un alcalde que lleva un período completo haciéndose propaganda y que cree […]

Marcelo Mellado
Marcelo Mellado
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… hay que pensar bien la hoja de ruta, aunque cualquier decisión pasa por tomar un descanso veraniego, no es mi caso porque yo vivo en donde la gente suele tomar sus vacaciones, lo que impide las propias. Aquí en el litoral tenemos un alcalde que lleva un período completo haciéndose propaganda y que cree que un municipio tiene por misión facilitar los abusos de la gran empresa, amante del retail (con La Polar a la cabeza) y del negocio portuario, que puso silos graneleros en el barrio cívico, que facilita su expansión y que permitió algo por lo que todos mis amigos que vienen de Santiago me hacen bullyng, la construcción de un mall que impide ver el mar y por cuyo acceso pasa un tren con ácido sulfúrico (gracias a Codelco).

Obviamente en Chile las instituciones no funcionan y todos los alcaldes y funcionarios de gobierno lo saben, por eso HidroAysén y las termoeléctricas van sin mayores problemas, no hay en Chile un estado de derecho como Dios manda que proteja a las comunidades ni a los consumidores, por eso se agradece lo que los estudiantes han hecho por la redemocratización de Chile, y esperamos que el otro año la cuestión sea mejor, es decir, que las propuestas se hagan carne. Ojalá que, ahora que los wachiturros votan, todo esto se termine. Pero lo primero es lo primero, tomémonos un descanso político antes de emprender la última parte del camino.

No sabemos si en las municipales estos alcaldes serán capaces de instalar la máquina de cohecho que suelen armar, para captar el nuevo voto flaitongo, aquí en el litoral nosotros recibimos a toda esa población wachitúrrica que ahora hace su ingreso formal al tinglado cívico, nos debieran subvencionar por eso. Recursos van a tener. El voto podría llegar a costar algunas chelas y un chimbombo y un carnaval bien maraqueado y unas becas para estudiar peluquería y uno que otro proyecto Corfo para ponerse piercing hasta en la raja. Por todo esto y por mucho más es que tenemos que descansar, guata al sol, comiendo melón y tomando vino (nunca juntos, porque es muy ordinario).

LA REVOLUCIÓN DOMÉSTICA

En lo personal, veo las cosas un poco a la distancia, muy compenetrado en mi vida doméstica, haciendo testimonio de la misma. En mi jardín, por ejemplo, florecen las hortensias y las rosas, y un tipo de aloe vera crece junto a ellas, el que hace un positivo control biológico al capturar, por su palatabilidad me imagino, a casi todos los caracoles del pasaje. Estoy revisando unas recetas para cocinarlos, cualquiera de estos días los preparo. Y en este contexto floral comparece también un molle nativo que, junto a un laurel, le da al jardín el toque de diferencia fundamental.

Por otra parte, con mi pequeña hija y mi señora preparamos el pino navideño, como cualquier familia que intenta producir esos pequeños actos de felicidad para neutralizar la chilenidad profunda, siempre con tendencia a la angustia y a la depre. Es probable que mi contador amigo me llame para tirar algunas carnecitas a la parrilla. Él también se prepara para enfrentar las fiestas de fin de año, en las cuales evidentemente no creemos, pero que respetamos, sobre todo para nuestros niños y niñas, él espera a su nieto para pasar las fiestas, un nieto muy especial que para dormirse le pide a su abuelo que le cuente chistes, en vez de cuentos, pero estos tienen que ser fomes para no sacarlo de la línea del sueño.

En este contexto de felicidad doméstica leo las noticias del abuso sistemático del sistema económico-político contra la población. Una economía desregulada es el capital cultural y político más importante que tiene nuestro orden político, conclusión brutal. Así nos pueden seguir cagando hasta cuando quieran, aunque todo depende de nosotros y de lo que hagamos después del verano. Y si el encapuchado-indignado fue elegido como personaje del año por cierta prensa, es porque esa es la tónica mundial, la ira ciudadana. Ahora sí que el capitalismo caga definitivamente. Después de todo lo ocurrido, las colusiones varias y las humillaciones y desprecios propios del sistema político, ¿cómo no se va a notar en las próximas elecciones un cambio en el barómetro político? Digo yo.

RECOMENDACIONES

Este verano tenemos que parar la máquina un poco, hay que tomarse un respiro, y descansar, ojalá en familia, aunque la familia chilena valga callampa. Y les recuerdo a todo el huevonaje que no tome más de la cuenta, para que no anden cacho paragua y puro dando jugo, que procesen la rabia razonablemente, que no consuman iniquidades (o cultívenlas como algo personal), que compren libros y lean, sarta de ignorantes. Y aprendan a comportarse en público, a reciclar la basura, a producir energías limpias, respeten a la gente chilenos culiaos, no anden tomando en la calle como basura humana. Sean más cívicos, piño de animales salvajes, chilenitos miserables. Puta que me caen mal los chilenos, sobre todo el pendejerío cerdo fascista y la viejas juliás que los incuban para que hagan daño por ellas.

Finalmente, este verano, para relajarme, voy a tomar un curso de surf en la playa de Llo-Lleo que van a impartir los neo surfistas de San Antonio, para demostrar su oposición a un decreto (el 130) que entrega patrimonio territorial a los privados.

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#Wachiturros

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