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Nacional

6 de Enero de 2012

La fórmula del Ejecutivo que se caga a los estudiantes más pobres

En medio del conflicto estudiantil durante 2011, la administración Piñera se comprometió a entregar gratuidad al 40% de los estudiantes más vulnerables, a través de becas. Así, los alumnos del primer y segundo quintil que sacaran igual o más de 550 puntos en la PSU tendrían cubierto el arancel de referencia. Sin embargo, el porcentaje de alumnos que logró ese puntaje es mucho menor al promedio, tal como lo denunciaron los dirigentes estudiantiles cuando se anunció.

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Ya lo habían anunciado hace unos meses. Insatisfechos por la respuesta del gobierno ante las demandas de gratuidad en el sistema educacional, los dirigentes estudiantiles lo plantearon e incluso se lo dijeron cara a cara al entonces ministro Bulnes: los alumnos más vulnerables no lograrán los 550 puntos de requisito para las becas de “gratuidad”. Y así fue.

Según un estudio realizado por la Universidad Técnica Federico Santa María, en la última Prueba de Selección Universitaria (PSU) sólo un 15% de los estudiantes más pobres que vienen de familias que generan menos de $144.000 al mes podrán optar a la Beca Bicentenario.

En contraste, el 83% de los hijos de familias que ganan más de $1.500.000 al mes, superaron la barrera de los 550 puntos. Un dato más, a juicio del dirigente Confech Patricio Contreras, el examen actual “es un mecanismo segregador”. O “un filtro”, como dice el presidente saliente de la Feusach y coordinador universitario de las Juventudes Comunistas, Camilo Ballesteros.

Con estos datos, serían 5.895 los estudiantes del sector más pobre de la población los que podrán optar a la Beca Bicentenario, dejando aislados a cerca de 33.400 estudiantes que creyeron que estudiarían gratis gracias a las promesas del gobierno que quiere enfrentar “la madre de todas las batallas”.

Gratuidad a los menos

“El gobierno con su discurso de la gratuidad a los más pobres sólo quiso tener una salida política (…) prometieron el oro y no les alcanzó ni pal’ bronce”, dice el presidente de la federación de estudiantes de la U. de Los Lagos, quien además dice no creer que la jugada del gobierno de Piñera haya sido una propuesta sincera.

Los estudiantes, específicamente los dirigentes de la Confech, pedían al menos un 70% de alumnos con educación gratuita, pero al final se impusieron los términos del gobierno y sólo se aprobó instalar un 60% de gratuidad para los alumnos más vulnerables.

Y además, la Beca Bicentenario, única actual que cubre el arancel referencial completo, tenía ciertos requerimientos: pertenecer al primer, segundo o tercer quintil (60% más pobre de la población) y sacar más de 550 puntos en la PSU.

Los 550 puntos que se exigieron para optar a la Beca Bicentenario se obtienen del promedio entre las pruebas de Lenguaje y la de Matemáticas. Para colmo, un estudio realizado por los académicos Mónica Silva y Madlen Koljatic publicado por el Centro de Estudios Públicos (CEP) dice que justamente ese promedio es el que más limita el acceso de alumnos a las becas.

Tomando como ejemplo una beca imaginaria que corte a los 600 puntos, los autores del estudio promediaron el NEM ( promedio de Notas de Enseñanza Media) con la prueba de Matemáticas y proyectaron un aumento en el acceso a las becas del 23% al 28% únicamente en colegios municipales.

En cambio, si se considerara únicamente el NEM de esos colegios municipales el acceso a becas ascendería a un 38%.

La PSU no basta

Para Gregory Elacqua, director del Instituto de Políticas Públicas de la U. Diego Portales, el culpable directamente es la PSU. “La barrera -los 550 puntos- es muy alta (…) Habría que exigir un puntaje más bajo y exigir otro tipo de indicador, como habilidades no cognitivas -responsabilidad, disciplina- o el ranking del colegio”, dice el académico.

De todas formas, Elacqua cree que la PSU “es un indicador importante” pero insuficiente, “que se debe combinar con otros”. Los resultados están a la vista.

La PSU 2011 son decidores respecto a la brecha entre los más ricos y los más pobres: el promedio de los colegios privados fue de 610 puntos y el de los municipales 452,9. Es decir, casi cien puntos menos que los 550 que exigió la beca del gobierno.

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