Puerto Aysén, somos parte de la ordinariez feroz

A León Ocqueteaux

Yel cuerpo social sigue sacudido de punta a cabo, para decirlo en buen chileno está quedando la cagada más grande, lo de Puerto Aysén ha sido muy fregado, muy expresivo, muy sintomático, muy elocuente, la gallada cabreada se manifiesta, se moviliza, encara, copa territorialmente los espacios públicos y, en un hecho inédito, neutraliza a la fuerza pública. Los camioneros, los pescadores artesanales -a la cabeza del movimiento-, los habitantes, las autoridades locales, la gente de trabajo de Puerto Aguirre, Puerto Chacabuco, Puerto Cisne, La Junta, Puerto Tranquilo, no están revolviendo el gallinero por las puras huinchas, no mi amigo, esas chilenas y chilenos están bregando por la calidad de vida, por la prosperidad, por parar la olla en forma decente, por mejor servicio médico, por una conectividad expedita.

En fin, la demanda social cubre todos los artículos de primera necesidad. ¿Y el gobierno? ¿Su reacción? ¿Cómo enfrenta el poder popular de Puerto Aysén? Como las pelotas, hay que decirlo: este gobierno, teniendo la oportunidad histórica de sacar adelante al proletariado, le devuelve la espalda enviando cientos de carabineros de FFEE y militariza la región y no es capaz de dialogar con el pueblo, el Presidente Piñera es el campeón de la incuria, y parece que el hombre en el desatino no tiene vuelta, precisamente los ayseninos lo apoyaron harto para que saliera elegido y ahora el primer mandatario de la república los tramita, los castiga, los ningunea.

En las crisis sociales del año pasado y en el comienzo de este 2012 el gobierno presidido por el señor Piñera ha demostrado ser insensible con las penurias del pueblo chileno; es verdad que los problemas y las insatisfacciones de la clase trabajadora venían de antes pero pasa el tiempo y el gobierno de mi querido Tatán se corre por la tangente y soslaya los mandatos constitucionales que velan por la suerte del desvalido y el pobre diablo.

¿Y la Concertación? Y los canallas de la Concertación son los peores, postergaron al bajo pueblo, lo metieron en camisa de once varas, no lo alfabetizaron en la lucha social, lo domesticaron, lo castraron y particularmente los gobiernos de Lagos y la Bachelet fueron el mayor fraude para los desposeídos del campo y la ciudad. Pero en las jornadas de protesta de Puerto Aysén, la Carretera Austral se ha ido convirtiendo en una de las grandes alamedas de las que nos habló el pije Allende, y es hermoso percibir que el pueblo se redime, se afana, se exalta, se organiza, y el lema “Tu problema es mi problema” te saca lágrimas, te hace sentir que la política y la vida en la patria tienen sentido; en estos días hemos sintonizado de la mañana a la noche la radio Santa María (patrocinada por la iglesia católica), que sin restricciones de ninguna especie recoge la opinión de los trabajadores y sus apoderados, y el patriota lúcido aconseja: movilizarse pero sin vandalismo, sin desmanes y la radio santa María tiene buena programación: mucha banda o solista de la patria, ocurre que la radio santa María es comunitaria, ya viene el informativo con todas las noticias… Queremos un Chile bien diferente, hecho y derecho, encausado en el bien común y hay una cosa que ha ido sucediendo Chile: agarra vuelo en la pureza, en el amor y en la lucha; los humildes de Puerto Aysén la llevan y nos dan la pauta… Y nosotros, los periodistas, los gestores culturales, los abogados, los profesores, los arquitectos, los médicos, los sociólogos ¿podemos hacer algo? ¿Podemos cuestionar el orden establecido del neoliberalismo? Hasta ahora hemos vendido el alma al diablo y ese orden hemos ayudado a instaurarlo y reproducirlo, ¿podemos los pequeñoburgueses hacer patria a lo largo y ancho del territorio nacional?
Creo que no. Somos parte de la ordinariez feroz.