“La doctora Bachelet y yo somos obesas”

Hace muchos años que no se sabía nada de la doctora María Luisa Cordero. Pero este 2012, la verborreica psiquiatra que sufre la extraña enfermedad de “no tener filtro” ha regresado a la farándula chilena. Para regocijo de sus seguidores y lamento de sus detractores, tendremos Cordero para rato. Al menos, durante todo el año gracias a su condición de panelista estable en el Late de Julio Cesar Rodríguez “Síganme Los Buenos”.

-¿Pensó que algún día volvería a la televisión?
-No, porque yo soy una persona de 69 años que ya he tenido lo mío. Para mí, la vuelta a la televisión, es como si es que ahora, que estoy jubilada de médico, me llamaran del psiquiátrico y me digan “doctora, necesitamos que haga un reemplazo”. Y me encanta hacerlo, siempre que no me agarren pal fideo, porque si es pa agarrarme para el chupeteo ¡No!

-Ese reportaje en que la denunciaron por vender licencias médicas ¿Fue una forma de agarrarla pal fideo?
-Peor que eso, ese fue un montaje en mi contra. De eso no caben dudas. Lo hicieron porque había gente que quería callar a la doctora Cordero. Yo creo que ahora a muchos les gustaría callar lo que estoy diciendo ahora. Les gustaría que me quedara “Calleuque el loro”, que es una frase típica del campo chileno. Pero yo no voy a tolerar ninguna censura. Mucho menos de los que no soportan que una mujer pueda ejercer su capacidad de opinión.

-¿Qué opina del machismo?
-Creo que está mal el abuso, pero a los hombres hay que respetarlos. Hay chiquillas que no van a entender lo que estoy diciendo. Pero lo que pasa es que yo soy de una generación en la que respetamos y amamos mucho a los hombres. Para mi los hombres han sido personajes muy importantes en mi vida, partiendo por mi padre, que era todo un personaje. Por eso es una estupidez lo que dijo Sergio Melnick de que en mil años más no van a existir los hombres y la mujeres se las van arreglar solas… eso es un disparate. Yo creo que Melnick tendría que ir a hacerse un perfil lipídico porque está lleno de colesterol. Ese gallo está hablando puras leseras. El hombre puede hacer cosas que la mujer no. Mi discurso ahora suena súper machista, pero es la realidad.

Bachelet y los maricones sonrientes

-¿Es acertado Sergio Melnick al decir que Bachelet “no da el ancho”?
-Es un comentario desafortunado y espantoso. Una talla ordinaria, sobre todo considerando que no tiene autoridad parar decirlo, porque él es un obeso mórbido. Yo creo que con eso Sergio Melnick queda a la altura de Luciano Brancoli, el cual hizo un comentario horrendo sobre la mama de Massu, mandándola a hacerse una liposucción. Lo de Melnick es una agresión, algo poco humano. Por eso es que no hay que agredir a los gordos, a los homosexuales, a los cojos; a nadie. Tenemos que ser tolerantes.

-¿Y se han burlado de usted por el tema del peso?
-Muchos. Sin ir más lejos, en The Clinic me ofendieron cuando pusieron “los calzones de la doctora Cordero sirven para hacer la carpa de un circo”. La doctora Bachelet y yo somos obesas, pero Bachelet era preciosa y delgada cuando joven. Yo me acuerdo de las fotos de ella en la época de la escuela de medicina. ¿Pero sabes tú porque se puso obesa? Porque cuando la operaron de una aneurisma, le dieron un medicamento que engorda y ahí la Michelle se hinchó. Es raro verla ahora, está como en un cuerpo extra.

-¿Por qué dijo que Bachelet es una maricona sonriente?
-Esa es una frase que le robé a un paciente que estudia derecho en la Universidad Diego Portales. Tenía un profesor al que le decía “Ese es un maricón sonriente”. Ese profesor, el maricón sonriente, es Jorge Correa Sutil, quien fue subsecretario del interior con Ricardo Lagos. El paciente me explicaba que Correa Sutil era una persona que tiene aspecto de afable, pero después te caga. La Bachelet es una persona que se las da de suavecita, de amorosita; pero que fue del MIR, de esos weones que ponían bombas y podían matar a alguien. En ese sentido yo le digo “maricona sonriente”.

-¿Y se comportó como tal la noche del terremoto?
-Claro, la doctora Bachelet no se la pudo. Y eso quedó en evidencia en la cámara de revelado fotográfico que fue el 27 de febrero. La madrugada del terremoto se vio la indefinición y la falta de liderazgo de la señora Bachelet. A pesar de eso, viene a Chile y puras sonrisitas. Pero como en The Clinic son bacheletistas, no van a poner esto que estoy diciendo…

-¿Cree que Bachelet pueda volver a ser la presidenta de Chile?
-¡No! ¡¡No!! ¡¡¡No!!! Yo creo que otra persona va a ser presidente de Chile. Esa altísima aprobación que tiene es simplemente porque la doctora Bachelet es la principal figura de la farándula chilena. Además, tenía mucha gente que la protegió.

-¿Cómo quiénes?
-Ella tenía varios machos que le taparon sus cagadas. Entre ellos, ella debió haberle dado el premio Nobel de solidaridad a Francisco Vidal, que le tapó todo. Vidal es un macho de verdad. Un gallo leal a toda prueba. Yo valoro mucho la lealtad en las personas, por eso admiro a Francisco Vidal. A él, no le sacan ni medio pelambre contra la Bachelet. Cosa que ninguno de los demás infelices ha hecho. Ahí tenis a (Patricio) Rosende, que dice que no estuvo a la altura la noche del terremoto. Ni hablar de (Andrés) Velasco. Los chilenos son muy buenos para aserruchar el piso.

-¿Qué le desearía a Bachelet?
-Le desearía cosas positivas, porque es una persona bondadosa. No es una weona buena persona, que no es lo mismo, sino que ella es buena tela. Entonces, le podría decir a Bachelet que se emparejara con Bielsa y que se vaya a vivir al país Vasco a acompañarlo a los entrenamientos del Athletic de Bilbao.