Disidente cubano denuncia “aumento exponencial” de la represión en Cuba por “Primavera Árabe”

El disidente cubano residente en España Néstor Rodríguez Lobaina denunció hoy el “aumento exponencial” de la represión en los últimos meses en Cuba a la par que se producía la “Primavera Árabe”, unas revoluciones que han pasado inadvertidas a causa de la “total censura” que impera en la isla.

“El régimen sigue atrincherado en la censura, por lo que la población no ha conocido la Primavera Árabe como no conoció la Revolución Naranja, la Primavera de Praga o la Perestroika, el control sobre la información sigue siendo total y absoluto”, afirmó Rodríguez.

“La policía digital cubana controla todo lo que entra y todo lo que sale”, dijo.

El disidente participó hoy en una mesa redonda sobre “Regímenes Totalitarios” durante la Cuarta Cumbre de Ginebra sobre Derechos Humanos y Democracia.

En su discurso, Rodríguez denunció “el vandalismo de Estado de Raúl Castro” (presidente cubano), que usa “bandas de paramilitares que asedian a plena luz del día” para amedrentar a los defensores de los derechos humanos.

El disidente denunció que se han multiplicado los arrestos de defensores de los derechos humanos y periodistas, unas detenciones que en el último año alcanzaron la cifra de 3.835, según sus propios datos, cuando en el 2010 fueron 1.499.

“Y cosas mucho peor, ha aumentado considerablemente el número de agresiones sexuales a mujeres defensoras de los derechos humanos. Es el lado más agresivo de los represores el que se está imponiendo”, señaló.

“En Cuba impera la ley de la selva”, aseveró.

Rodríguez, fundador del Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia, y adoptado por Amnistía Internacional como preso de conciencia, fue excarcelado en abril del 2011 y llegó a España junto a otros 37 expresos y sus familias tras un proceso acordado por el régimen de Castro y la Iglesia cubana, con el respaldo del Ejecutivo español.

El Gobierno español facilitó ayuda económica, alojamiento, y asistencia para encontrar trabajo y homologación de títulos universitarios a todos los excarcelados, aunque a algunos de ellos el proceso les pareció “una farsa”.

“Yo vivo un destierro forzoso” -afirmó Rodríguez- soy un deportado gracias al acuerdo entre el régimen dictatorial de Castro, el clero criollo y la izquierda ilusa y cómplice española”, indicó.

El disidente explicó como su conciencia política surgió a los 16 años cuando rechazó unirse al Ejército para participar de la guerra de Angola.

“Desde entonces me abrieron un expediente policial, me impidieron el ingreso en la Universidad y comenzó un proceso que me ha llevado a más de 300 detenciones arbitrarias, a pasar diez años de mi vida en la cárcel y a sufrir torturas y tratos degradantes”, dijo.

Ante esta realidad, Rodríguez solicitó a la comunidad internacional que no se quede de brazos cruzados ante un “país que está en ruinas, ruina económica, política y moral”.

“Sólo hay dos opciones, o estar del lado del verdugo o del de las víctimas”, aseguró y pidió que no se permita a Cuba renovar su puesto de miembro del Consejo de Derechos Humanos, “cuando es un país que viola sistemáticamente los derechos fundamentales”.