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Nacional

14 de Marzo de 2012

Gobierno acorralado por los movimientos sociales: Ahora se viene el “Aricazo”

Motivados por el sentir popular y las redes sociales, un grupo de jóvenes ariqueños tomó las riendas de su región y armó el que podría convertirse en un nuevo dolor de cabeza para el “gobierno de los mejores”: el levantamiento social de Arica y Parinacota, la segunda región simultánea en conflicto que saldrá a la […]

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Motivados por el sentir popular y las redes sociales, un grupo de jóvenes ariqueños tomó las riendas de su región y armó el que podría convertirse en un nuevo dolor de cabeza para el “gobierno de los mejores”: el levantamiento social de Arica y Parinacota, la segunda región simultánea en conflicto que saldrá a la calle a exigir terminar con la indiferencia y el favoritismo a su vecina Iquique.

Eso es lo que pretende la asamblea ciudadana de Arica, impulsados por el bichito que se les pegó a los estudiantes miembros de Región Autónoma de Arica y Parinacota, quienes se inspiraron en los movimientos de las regiones sureñas y pretenden golpear la mesa reclamando 39 años de abandono del Estado con la región fronteriza nortina.

“Creemos que esa fuerza se nos pegó y ahora estamos reclamando, aunque lo cierto es que deberíamos habernos levantado mucho antes que Aysén y Magallanes. Teníamos argumentos de sobra, pero nos caracteriza la paciencia y esperamos más de la cuenta… hasta ahora”, dice Humberto Choque, estudiante de tercer año de Arquitectura y coordinador del grupo ciudadano.

Ellos levantaron en su sitio de Facebook un video de la canción de Michael Jackson “They Don’t Care About Us” (Ellos no se preocupan de nosotros) con las imágenes de todas las desgracias del último tiempo en la zona y los recortes de diarios que daban cuenta del desamparo de la ciudad nortina. Tal fue lo que provocaron, que tocaron la puerta del Consejo de la Ciudadanía, otra organización social ariqueña, y junto a otras agrupaciones anunciaron marcha por el centro de Arica este sábado, con o sin la autorización provincial.

Envidia sana

Más allá de la “fuerza” o “inspiración” que tienen del Puntarenazo del 2011 y el movimiento en Aysén que ya lleva un mes agitándole la sopa a Piñera, los ariqueños dicen tener argumentos de peso para levantarse y exigir mejoras concretas. Y aunque recalcan que no es responsabilidad exclusiva del gobierno actual el entuerto, sí dicen que no hay tiempo para más y que las soluciones deben aparecer lo antes posible.

“Tenemos envidia sana por el desarrollo que tiene Iquique y Tarapacá, en desmedro de lo que pasa con nosotros. Ellos tienen desarrollo, inversión en parques industriales y Arica sigue siendo la ciudad militarizada, contaminada con polimetales, excluída de zona franca, con altas cifras de desempleo (8,6%, la mayor del país) y a Tacna con impulso para el poblamiento y el desarrollo. Así quién no va a querer reclamar”, dice Choque.

Con Iquique en auge por el desarrollo comercial y los beneficios que le da ser zona con beneficios tributarios, ya están en la tercera asamblea ciudadana con miras al sábado 17 de marzo a armar un gran bloque social que exija cambios inmediatos para la región fronteriza. Cambios que, dicen, no se ven en la región desde 1973 en adelante.

“Ésta no es una marcha partidista. Es política, sin duda, pero no tiene que ver con un color en especial. El problema que vemos es que tal como los otros gobiernos, estos dos años de Piñera se ha continuado la lógica instaurada desde el gobierno militar. Los 20 años de transición a la democracia aún no llegan a Arica si ni siquiera tenemos senadores”, dice Hermann Mondaca, coordinador del Consejo de la Ciudadanía, otro de los convocantes para este sábado.

A esa cita se espera que lleguen miles de ariqueños, pues ya cuentan con la participación de otras organizaciones sociales de la zona, incluido el Consejo Autónomo Aymara, la Anef y otras agrupaciones locales. Todos con la idea de levantar la voz y terminar con el “desprecio hacia una de las regiones estratégicas y más importantes del país”, según Mondaca.

“Queremos que el Estado gira hacia una estrategia de desarrollo para nosotros, volver a ser una región de paz, de integración y no el enclave militarizado, contaminado con plomo y con minas antipersonales que conocemos hoy. Queremos las medidas que teníamos antes, nada más. Y eso lo vamos a exigir”, dice.

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