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Opinión

18 de Abril de 2012

La reforma tributaria o el fraude a los movimientos sociales en Chile

Las históricas movilizaciones desarrolladas durante el 2011 no sólo significaron una fractura crítica para el actual gobierno, sino que además postularon diversas alternativas frente al actual modelo económico, político y social. Una de las tantas materias que se construyeron socialmente como propuestas para la transformación profunda del país, en especial del sistema educativo, fue la […]

Recaredo Galvez
Recaredo Galvez
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Las históricas movilizaciones desarrolladas durante el 2011 no sólo significaron una fractura crítica para el actual gobierno, sino que además postularon diversas alternativas frente al actual modelo económico, político y social. Una de las tantas materias que se construyeron socialmente como propuestas para la transformación profunda del país, en especial del sistema educativo, fue la reforma tributaria.

Desarrollada dentro de una lógica social, es decir rompiendo el círculo de hierro de la política pensada desde arriba, la reforma tributaria emergió de un diagnóstico común: Nuestra sociedad adolece de una profunda desigualdad donde las grandes empresas y corporaciones poseen el poder económico total y desde allí también el poder político.

La única forma de financiamiento para transformar radicalmente el sistema educativo y el país, era golpeando enérgicamente a quienes hoy expropian a las familias trabajadoras el fruto de su labor cotidiana.

Había que desarrollar una serie de políticas combinadas que contribuyeran en la lucha contra la mercantilización de las relaciones sociales. La educación, la salud, la previsión, la vivienda debían dejar de ser mercados, para ser producidos socialmente para la satisfacción común.

Las nacionalizaciones de los recursos naturales y la reforma tributaria fueron postuladas para el financiamiento permanente de estos propósitos de transformación social. Importante destacar que se plantean como piso de las transformaciones y no como finalidad. Frente a esta situación, el gobierno postula una reforma tributaria para la recaudación de 700 millones de dólares dirigidos hacia la reforma educativa.

Debemos decir sin ninguna vacilación: Lo que se plantea no es una reforma tributaria ni posee como destino financiar las transformaciones sociales postuladas durante el 2011. Es simplemente una “reforma del macetero”, que busca legitimar el modelo y frenar las potencialidades radicales de los procesos sociales y políticos que hoy vive el país.

Una reforma que utiliza a los y las estudiantes para la propaganda oficial, pero que posee como destino aumentar la distribución de fondos públicos hacia la banca privada que administra los créditos que el gobierno promete seguir potenciando.

Es decir, una reforma que no cambia nada del modelo, que no se hace cargo de los procesos sociales y que está dirigida hacia el perfeccionamiento del negocio del endeudamiento social. Ante esa situación solo podemos concluir lo siguiente: El gobierno y el Estado, sólo están al servicio del empresariado y la banca, y por tanto la única vía que debemos utilizar es la movilización y organización social, para satisfacer las necesidades de las familias trabajadoras.

El Estado es parte del problema y no de la solución. Está al servicio del empresariado y por lógica, nuestra lucha es entonces contra el empresariado, que es el que detiene las transformaciones sociales en su beneficio, explotando a los trabajadores y endeudando a las familias trabajadoras.

Como estudiantes enfrentándonos al Estado, no pudimos vencer. Pero como estudiantes que buscan una alianza con los trabajadores y trabajadoras contra el empresariado, el camino es distinto. Nuestra lucha es común. La precariedad, el endeudamiento, la desigualdad y la mercantilización, sólo podemos combatirla sumándonos como un sólo Pueblo. La reforma del macetero del gobierno de Alessandri no pudo finalmente detener la movilización campesina y las banderas de la reforma agraria. Veremos si esta intentona de reforma tributaria puede detener el embate de un Pueblo que avanza y se constituye soberanamente.
Presidente de la Federación de estudiantes de la Universidad de Concepción.

Vocero Zonal Sur CONFECH.
Miembro Mesa Ejecutiva CONFECH.

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