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Poder

20 de Abril de 2012

Scort contó detalles del webeo con el servicio secreto de EE.UU. en Colombia

Una scort cuyo nombre no fue divulgado dio detalles al New York Times de la farra que tiene colgando de un coquimbano al Servicio Secreto de los Estados Unidos. La mujer, quien presta el cuerpo a la comunidad por la módica suma de 800 dólares por noche (400 mil pesos), dice que fue expulsada de […]

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Una scort cuyo nombre no fue divulgado dio detalles al New York Times de la farra que tiene colgando de un coquimbano al Servicio Secreto de los Estados Unidos.

La mujer, quien presta el cuerpo a la comunidad por la módica suma de 800 dólares por noche (400 mil pesos), dice que fue expulsada de la habitación del hotel con 30 dólares en la mano.

Según su relato, ella y una amiga fueron abordadas por un par de extranjeros en una discoteque, quienes compraron dos botellas de vodka para beberlas juntos. Ahí se puso califa la cosa y el extranjero le preguntó si quería ir a conocer la habitación donde dormía. “Le dije que debía darme un regalo, el me preguntó de cuánto se trataba y yo le dije que 800 dólares”, dice

Todo bien hasta las 6:30 de la mañana del día siguiente, cuando los llamaron de la recepción del hotel y le dijeron que la dama no podía estar ahí. Hipsofacto, el agente la echó de la habitación y le pagó apenas 30 dólares. “Decía que estaba borracho cuando hicimos el trato”, reclamó la colombiana.

Ahí quedó la grande porque la mujer acusó al agente en la recepción del hotel a un policía con el que regresó a la habitación para exigir su dinero. Al final ella le pidió US$ 250 para la comisión “al muchacho que me ayuda a contactar clientes”, pero él apenas juntó 225 dólares.

Eso sí, la obrera sexual dijo que nunca nombraron ellos a Obama ni dijeron qué andaban haciendo en Cartagena.

Por ahora, dos de los implicados han sido identificados. Uno de ellos es David Chaney, supervisor en la unidad internacional del Servicio Secreto de 48 años, casado, quien anunció su jubilación el miércoles. El segundo supervisor implicado en el incidente es Greg Stokes, encargado de la división canina del Servicio Secreto, quien ya habría sido notificado de su despido.

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