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Cultura

1 de Junio de 2012

Los diez momentos más frikis de los talk show

Mega está la zorra. Cada vez más la zorra. Con el retorno de Laura en América, Caso cerrado para adultos, el estreno de Maldita y los reportajes de quince minutos del noticiero (ejemplos: El inglés de los chilenos, Plazas olvidadas, ¿Está muerto Paul McCartney?), demuestra una cosa: no es un canal. Mega es un gran […]

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Mega está la zorra. Cada vez más la zorra. Con el retorno de Laura en América, Caso cerrado para adultos, el estreno de Maldita y los reportajes de quince minutos del noticiero (ejemplos: El inglés de los chilenos, Plazas olvidadas, ¿Está muerto Paul McCartney?), demuestra una cosa: no es un canal. Mega es un gran programa. Un programa melodramático con distintas variables: la variable teleserie, la variable noticias, la variable talk show tropical.

Y, dentro de las distintas variables, la tropical es la mejor. Antes de ayer Laura Bozzo chillaba: “que pase el muerto”, después de hablarle por minutos a una caja de supuestas cenizas. El otro día, en Caso Cerrado para adultos, la doctora Polo veía el caso de una mina que encontraba a su marido fornicando con su suegra mirando un video de ella con su marido. Por eso es el momento de homenajear a los mejores momentos de los talk show con espíritu tropical.

Laura Jesucristo

Ya la adelantamos: una de las mejores peformances de Laura. Después de hablarle a las supuestas cenizas de un tipo que se gorreaba a su mujer con otra más joven y más flaca, Laura vocifera: “Porque este programa tiene el poder de resucitar a los muertooos. ¡Que pase el muerto!” Y, por supuesto, el muerto -un tipo que es difícil creer que tenga una mujer apenas- pasa.

Too lo animale

Éste es de Caso Cerrado. Aparece un video de un tipo tirándose a una vaquita. Una mula. Un ternero. Quién sabe. Hay patas de hombres y patas de animal y una mujer, en el estudio, chillando: “Esos son los jeans y los zapatos que yo le regalé”. El tipo, que es su esposo, se defiende diciendo que lo hace por plata. Que por la plata que le ofrecieron, cito textual: “Yo le meto mano a too esoh animaleh. A too lo animaleh de la finca le metí mano”. Lo mejor, aparte de las brillantes líneas del parlamento, es que llevan a una sexóloga y a un policía al estudio.

El Súper pene

Otra de Caso Cerrado. La historia se resume en dos frases: una chica, acongojada, se pregunta sobre el tipo con que alguna vez culeó: ¿Es hombre o es caballo? y “El sexo es para disfrutarlo. No para sufrir”.

Amiga: vuelve a ser perna.

El Diario de Eva era noventa mil veces más ñoño y Eva noventa mil veces más fome que Laura o la doctora Polo. Pero tenía una virtud: era más raro que la chucha. De ésas cosas que en quién sabe cuántos años más alguien se encuentre, mire y piense: ¿de verdad los jóvenes eran así?

Zapatillas colas

Gran momento en La Jueza de CHV. Una de las transformistas de CHV se agarra con su jefe/tal vez enamorado. Uno de los argumentos: “se enamora todas las semanas. Y le regala zapatillas a todos sus novios”.

El termo

Fome pero la pelea es tan sorprendentemente irrelevante que hay que ponerlo: las dos chiquillas se agarran por un termo.

No diga garabatos

Lo mejor: Un chiquillo llora y sufre por la droga. Parece triste en serio o actúa muy bien. Pero a los que conducen el programa les importa una cosa muy distinta: “No diga garabatos”, le dicen.

Rosa espinoza en Tribunal Oral

El capítulo no es lo mejor del planeta pero tiene dos grandes virtudes: tiene a Rosa Espinoza y muestran, primer plano, al tipo que subió el video de las chuchadas a Youtube. Tiene la clásica cara de maricón sonriente.

Salamandra en el culito

Este capítulo es una prueba aplastante de que los talk show de afuera le vuelan la raja a los chilenos. Una mina dice que tiene problemas al colon, que le salen pólipos y que la forma de curarlos es poniéndose una salamandra -esos bichos que parecen lagartijas- en el culito. El mejor momento del capítulo es éste: la mina, muy pedagógica, mostrando cómo se hace el asunto. Se pone más o menos en cuatro, inclinando las tetas hacia la cámara, se mete (o hace como que se mete) la salamandra y explica que hay que estar seis horas con el animalito ahí.

Yo soy bronceadita por el sol, mamita


Este se llama Maritere y es ecuatoriano. La escenografía es charcha -muy charcha- y la conductora no es ni la mitad de bacán que Laura o la doctor Polo, pero los invitados son buenísimos: una mujer gorda, morena, odia a los negros. Su gran frase es: “Yo soy bronceadita por el sol, mamita”.

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