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11 de Junio de 2012

Las señales estatistas que preocupan a la Fundación Jaime Guzmán

La salida de los bancos del sistema de financiamiento estudiantil y la idea de que el Estado se haga parte de la carretera eléctrica a propósito del congelamiento de Hidroaysén, son dos de las señales más preocupantes de estatismo que ha visto el último tiempo la Fundación Jaime Guzmán. Eso lo dice el abogado asesor […]

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La salida de los bancos del sistema de financiamiento estudiantil y la idea de que el Estado se haga parte de la carretera eléctrica a propósito del congelamiento de Hidroaysén, son dos de las señales más preocupantes de estatismo que ha visto el último tiempo la Fundación Jaime Guzmán.

Eso lo dice el abogado asesor de la fundación del asesinado senador gremialista, Máximo Pavéz, quien en una carta publicada hoy por El Mercurio expone sus ideas liberales sobre estos dos temas y llama a poner atención a la corriente que pide el reingreso del Estado en temas clave que vive Chile este último tiempo.

“Con un Estado de Derecho fuerte pueden conseguirse los mismos resultados, sin transformar al Estado en un proveedor de bienes y servicios que las personas -en el ejercicio de su libertad y responsabilidad- pueden y deben desarrollar. Al argumento contrario, que dice que “existen ciertos bienes sociales que hay que cuidar de manera especialísima y que por tanto no deben quedar al arbitrio del mercado”, es fácil responder preguntando ¿qué aspecto de la vida de las personas en sociedad no es especialmente importante?”, dice el abogado, en la previa de su argumento clave.

“Si los alimentos, el agua, la vivienda, el trabajo, la energía, la educación, las instituciones políticas y jurídicas, la cultura, y tantos otros aspectos de la persona son relevantes, y sosteniendo las ideas que circulan en el debate actual, es posible concluir que el Estado debe ser un proveedor de todo. ¿O es más importante la energía que la vivienda? ¿La educación que la salud?”, señala.

Pavéz, deja clara la corriente de la fundación a la que representa y culmina su misiva mandándole un claro mensaje a sus compañeros de ideología: “Es importante que los sectores que tradicionalmente han defendido el modelo de la subsidiariedad del Estado no olviden su fundamento: la libertad y la responsabilidad de cada uno individualmente y para con el bien común”.

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