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Poder

18 de Julio de 2012

La “operación Osorno” del clan Ossandón Larraín que investiga la unidad de élite del SII

El “tata fisco” sospecha de la venta de esta propiedad, justo cuando el abogado Marko Jürgensen debía concurrir a un juzgado civil para acreditar la calidad de administrador de una sociedad en los paraísos fiscales, donde están las lucas dejadas por el empresario y político Bernardo Larraín Vial. Quien la compró fue Bernardo Ossandón Larraín, el nieto administrador de la fortuna, enfrentado con un hermano Manuel quien le exige los US$ 200 millones que a su juicio le pertenecen. Tanto Jürgensen como Bernardo están imputados en una investigación por fraude tributario en el SII y en la fiscalía por otros ilícitos. Por esta razón, las dudas apuntan a si la venta del terreno se trató de un negocio o un pago de honorarios para guardar silencio.

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El 30 de diciembre de 2010 el abogado Marko Jürgensen Kröneberg estaba citado al 9º Juzgado Civil de Santiago a una diligencia conocida como “exhibición de documentos”. Debía concurrir, porque Manuel Ossandón Larraín buscaba acreditar que Jürgensen era el representante legal de la sociedad constituida en Panamá, “Real State Golden Investment”, hacia donde fue derivada la fortuna familiar amasada por su abuelo, el empresario y político Bernardo Larraín Vial, cuyo monto asciende a varios cientos de millones de dólares.

La triangulación, según Manuel, se ejecutó a través del vaciamiento “ilegal” que realizó su hermano y administrador de toda la plata, Bernardo Ossandón Larraín, entre distintas sociedades, evitando pagar la carga tributaria, lo que -a su juicio- se trató de un fraude que incluyó la falsificación de la firma de su abuelo. Ello, con el fin de constituir la “Fundación Educacional BLV” en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes, donde están radicadas las lucas. Y que todo lo anterior, no le permite acceder a su parte de US$ 200 millones.

Pues bien, Jürgensen llegó al tribunal a cumplir con la orden judicial, pero tres días antes -el 27 de diciembre de 2010- realizó la venta de un terreno ubicado en Osorno del cual era dueño junto a sus colegas del estudio jurídico de Roberto Ossandón Irarrázaval -el dirigente RN- y José Montero Ossandón.

La propiedad les pertenecía luego de representar en un juicio de partición de herencia en favor de Gabriela Biewer Piwonka y Hott Biewer, que comenzó en 2002 y culminó en 2007.

Los honorarios de Jürgensen, Roberto Ossandón Irarrázaval y Montero -que participan del mismo bufet- se pagaron con dicha propiedad que fue avaluada en poco más de $ 200 millones, tal como acreditan los documentos a los que accedió The Clinic Online.

Hasta allí se trata de un trabajo más de cualquier estudio jurídico que cobra altos honorarios.

¿Coincidencia?

Sin embargo, la venta se hizo nada menos que a la sociedad Lomas II, cuyo dueño es Bernardo Ossandón Larraín, el nieto administrador de la fortuna. ¿La suma? US$ 5 millones de dólares, operación que está en la mira del Departamento de Investigación de Delitos Tributarios (Didet) del SII, según confidenció una fuente del organismo a The Clinic Online.

Lo sospechoso de la venta, reconoce una fuente del “tata fisco”, es que se realiza “justito” tres días antes de la declaración ante el juzgado civil que hizo Jürgensen.

En esa línea, este último y Bernardo Ossandón Larraín, son imputados en el caso que lleva el Didet, como en la causa que tramita el Ministerio Público por estafa, apropiación indebida y prevaricación de abogado, debido a la querella presentada por Manuel Ossandón Larraín.

Es decir, para los efectos de estas indagatorias, Marko Jürgensen y Bernardo Ossandón Larraín, deben defenderse de las mismos requerimientos para explicar hechos que podrían ser constitutivos de delito. Por esta razón, las dudas apuntan a si la venta del terreno, “justito” tres días antes de la diligencia judicial, se trató de un negocio o un pago de honorarios para guardar silencio.

Como contexto, también constan dos peritajes particulares encargados por Manuel, que establecen que la rúbrica del “pater familia” Bernardo Larraín Vial, habría sido falsificada. Al respecto, cabe recordar que la firma de este último se legalizó por Jürgensen y dos testigos más: el propio Bernardo Ossandón Larraín y el abogado Roberto Ossandón Irarrázaval, para crear la sociedad en la banca off shore de la Commonwealth británica, hecho que le permite a su hermano administrar todos los activos familiares y no entregarle su parte de US$ 200 millones.

Expertos tributarios consultados por este diario, sostienen que la defensa más probable que harán los Ossandón Larraín ante el SII, es que el terreno se compró en 5 palos verdes para venderlo a otra persona o sociedad a un mayor valor, consiguiendo una ganancia. Sin embargo, la ley chilena establece una figura llamada “lesión enorme” a los primeros vendedores del terreno, ya que el aumento en el valor resulta poco explicable.

Actualmente el Didet, unidad de élite del SII, mantiene abierta una indagatoria en contra de Jürgensen, Bernardo Ossandón Larraín y Rodrigo Ruiz Tagle (abogado del estudio “Menchaca”), por un posible fraude tributario que se tramita en paralelo al libelo de la Fiscalía Centro Norte. Este fue incoado por los abogados de Manuel Ossandón Larraín, los profesionales Sergio Contreras y Marcelo Oyharcabal, en septiembre de 2011 en contra de los mencionados, aduciendo que la “reorganización financiera” es una fórmula “delictual” para no pagar impuestos y esconder los verdaderos activos de la familia, afectando con ello los intereses de su cliente. La fiscal a cargo es Macarena Cañas.

Los sospechosos de siempre

Quien es el jefe directo para resolver el procedimiento tributario y que puede dejar en mal pie al clan, es el subdirector del SII Mario Vila. Se trata del mismo abogado que asesoró a Jonhson’s y después en su cargo le condonó una multimillonaria multa. Está a cargo porque el director titular Julio Pereira se inhabilitó de conocer este caso en marzo pasado, dando cuenta de una relación familiar -aunque lejana- con los Ossandón Larraín.

La familia Ossandón Larraín, emparentada con los dirigentes RN, UDI y la familia de Eliodoro Matte, hasta ahora han guardado silencio. Ninguno de sus abogados ha querido referirse públicamente al tema y mantienen alejado de la familia a Manuel. De hecho, en el acta de constitución de la Fundación Educacional BLV del paraíso fiscal donde lava el dinero el crimen organizado y también lo hizo Pinochet, se escribió que Manuel Ossandón Larraín nunca podrá administrar los bienes ni su descendencia mientras esté vivo.

El único que ha entregado una explicación fue Bernardo Ossandón Larraín, en una escrito a la fiscal Macarena Cañas donde acusa a su hermano Manuel de estar “celoso”.

Una causa similar a la que enfrentan los Ossandón Larraín en el SII fue revelada por este diario el pasado 12 de julio, donde el dueño de El Mercurio, Agustín “Dunny” Edwards, no quiere pagarle impuestos al fisco por $ 200 millones, proceso tributario donde también lo asesoró Mario Vila antes de asumir su cargo.

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