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Planeta

23 de Julio de 2012

Confidencias de Fulvio Rossi sobre la marihuana reabren el debate de la despenalización del cultivo

Las confidencias del senador chileno Fulvio Rossi sobre que fuma marihuana y su propuesta de despenalizar el cultivo para uso propio, posibilidad que el Gobierno rechazó hoy de nuevo, han reabierto la controversia sobre las drogas en Chile. "Una o dos veces al mes, más o menos, fumo. Y nunca he sentido desesperación, ansiedad. Nunca ha interferido en mi rendimiento profesional o intelectual", confesó el parlamentario socialista en una entrevista publicada el domingo por el diario La Tercera. En ella, el senador considera que en el caso de la marihuana se deberían relajar ciertas prohibiciones para los adultos y aplicar las mismas restricciones que con el tabaco y el alcohol, de forma que se impida su consumo a los menores de 18 años.

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Las confidencias del senador chileno Fulvio Rossi sobre que fuma marihuana y su propuesta de despenalizar el cultivo para uso propio, posibilidad que el Gobierno rechazó hoy de nuevo, han reabierto la controversia sobre las drogas en Chile.

“Una o dos veces al mes, más o menos, fumo. Y nunca he sentido desesperación, ansiedad. Nunca ha interferido en mi rendimiento profesional o intelectual”, confesó el parlamentario socialista en una entrevista publicada el domingo por el diario La Tercera.

En ella, el senador considera que en el caso de la marihuana se deberían relajar ciertas prohibiciones para los adultos y aplicar las mismas restricciones que con el tabaco y el alcohol, de forma que se impida su consumo a los menores de 18 años.

Médico de profesión, Rossi, a quien Efe intentó hoy contactar, adelanta además que en las próximas semanas presentará un proyecto de ley sobre la marihuana, pero solo para esta droga, porque se declara contrario a legalizar otras sustancias que, como la pasta base y la cocaína, tienen consecuencias “devastadoras”, dice.

Estas declaraciones han vuelto a agitar la controversia en el país, donde no está prohibido el consumo de marihuana, pero sí el cultivo de esa planta, mientras que el porte para uso personal puede ser sancionado con multas menores o la obligación de realizar trabajos comunitarios o someterse a programas de rehabilitación.

La directora del estatal Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Francisca Florenzano, coincide con Rossi en que “ninguna droga es buena para un menor de edad”.

Pero, según recordó hoy a Efe, en el caso del alcohol, la legislación prohíbe su venta a menores de 18 años, y aun así el consumo entre la población escolar (hasta esa edad) alcanza el 56 %.

En cambio, el consumo de marihuana es del 15 % en ese mismo grupo etáreo (entre la población en general baja al 8 %).

“¿Cuál es la diferencia entre las dos? Que la marihuana es ilegal y el alcohol es legal. Si la legislación actual (restrictiva también para los adultos) es una barrera de acceso para los menores, bienvenida sea”, apunta Florenzano.

“Si en Chile tenemos una legislación con respecto al alcohol que hace esa diferencia (entre menores y mayores de edad) y sabemos que funciona muy mal, ¿por qué tendríamos que pensar que una legislación del mismo tipo para el caso de la marihuana funcionaría de forma distinta?”, recalca.

En cambio, los editores de la revista Cáñamo han sido los más combativos en la defensa de la despenalización del cultivo y del porte de esa hierba.

“Primero debiera determinarse la superficie a cultivar y luego la cantidad que se puede portar”, indicó hoy a Efe su director, Sebastián Binfa.

Binfa critica además que no haya estrategias estatales orientadas a los usuarios no problemáticos y reclama la instauración de “una política de reducción de riesgo y daño” que forme a la población sobre el consumo responsable.

El protagonista de la última portada de Cáñamo fue el también senador Ricardo Lagos Weber, que en ocasiones anteriores ha admitido que, aunque no consume drogas, en su juventud sí probó la marihuana, y se ha mostrado abierto a discutir la despenalización del autocultivo de la cannabis sativa.

Su padre, el expresidente socialista Ricardo Lagos (2000-2006), ha ido más allá y se ha declarado abierto a la posibilidad de despenalizar el consumo de drogas, pero siempre que sea una política concordada entre los países suramericanos.

Según dijo en una entrevista a La Tercera el pasado mayo, es posible concebir que la marihuana sea tratada igual que el tabaco y no sea delito comercializarla “siempre que toda América del Sur lo haga, porque de lo contrario, el que lo haga individualmente se convierte en paraíso de la droga”.

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