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Poder

17 de Agosto de 2012

La Concertación no sabe qué hacer con los ninguneos y ataques de Camila Vallejo

Las últimas declaraciones de la dirigente estudiantil, en las que incluso ha tratado de traidores a parlamentarios de la oposición por la votación por la reforma tributaria, ha sacado ronchas en el conglomerado del arcoiris, que mira con preocupación lo que ocurra cuando se defina la posible candidatura de Bachelet. La molestia ha sido llevada a la alta esfera del partido Comunista y en la Concertación dicen que ha generado tal molestia que algunos parlamentarios han pensado en cambiar su voto por no parecer pauteados por la dirigente estudiantil.

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Los ataques públicos de Camila Vallejo a la Concertación se convirtieron en un problema. Tanto así, que importantes personeros de la Concertación se han acercado al secretario general del PC, Guillermo Teillier, para notificarlo de la molestia que están provocando los dichos de la vicepresidenta de la FECH. En el PS, por ejemplo, el problema lo visualizan más cerca del PPD y los radicales que de su partido y de la DC porque -recuerdan- “son ellos los que compraron la tesis de la ciudadanía y de los movimientos sociales. Y como el resto, nosotros, tenemos lepra parece, entonces no nos hacemos cargo. Cada uno tiene que cocinar en el caldo que preparó”.

Pese a eso y al pacto “Por un Chile justo” donde los tres partidos son socios mayoritarios, en la Concertación el problema está más vivo que nunca y es diario. De hecho, llegó a las más altas esferas concertacionistas, que ven con preocupación cómo la estrategia de la dirigenta -si es que la tiene, comentan- de frenar la reforma tributaria del gobierno podría estar en peligro.

“Muchos que estaban en contra, ahora están dispuestos a votar a favor porque no quieren salir pauteados por esta niña”, comentan en el socialismo y agregan que en este punto el Ejecutivo le ha dado en el clavo con la ofensiva comunicacional al disparar en ese sentido. “El gobierno nos está dejando como pauteados por una quinceañera. Y el problema es que no todos los parlamentarios están dispuestos a soportarlo”.

“Como esta niña se cree la ‘Mandela’, la iluminada que cree que después de hablar con Fidel todo da lo mismo, ahora el PPD tiene que aguantar”, comentan en la tienda de Bachelet. El problema, según quienes han conversado con Teillier, es que el PC no ha mostrado control sobre ella. El “control de cuadros” no ha funcionado y lo peor -según explican- es que hoy no pueden públicamente salir a quitarle el piso.

Pero si hoy no hay control, ¿qué sucederá si Bachelet decide regresar a Chile?, se preguntan.

Bachelet

Más allá del enojo que han provocado sus declaraciones, lo que preocupa en la Concertación es que las críticas se intensifiquen si Bachelet confirma su candidatura a las presidenciales del próximo año. Esto porque Vallejo en reiteradas ocasiones ha criticado la gestión de la ex Mandataria en materia educacional, principalmente por su actuar durante la revolución pingüina del 2006.

De hecho, en enero de este año la dirigenta señaló que no votaría ni haría campaña por ella. “No haría campaña por Michelle Bachelet ni llamaría a los jóvenes a votar por ella”, dijo en una entrevista al diario El País. Con la polémica que se originó ese día, la dirigenta escribió en su blog una aclaración a sus dichos, aunque no se desdijo de lo anterior.

En marzo de este año volvió a criticar al bloque del arcoiris. “Nadie quiere un quinto Gobierno de la Concertación con las mismas características, con la misma determinación consciente de mantención del modelo heredado de la dictadura”, dijo en esa oportunidad.

Pero otros parlamentarios, en cambio, dicen que el problema que ocasione la dirigente con la llegada de Bachelet es de la misma dirigente y no de ellos. “Si el PC decide apoyar a Bachelet, Camila tendrá que ver cómo lo soluciona”, dice uno parlamentario de oposición.

Hasta ahora, el partido de la hoz y el martillo no ha definido un candidato presidencial, pero sí ha manifestado su intención de participar en un proceso que defina un programa único de la oposición para volver al gobierno en 2014.

En el PC -comentan algunos concertacionistas consultados por The Clinic Online- “tiene muchas ganas de ser parte de un futuro gobierno”. Y es en ese escenario donde tendrán que jugar. Con Camila incluída.

Mandela

A tanto ha llegado el malestar en la Concertación por las críticas de Vallejo, que incluso algunos la llaman “Mandela”. La referencia al líder sudafricano es fruto del malestar que ha provocado su “pauteo” a votar de determinada forma a los proyectos de ley enviados por el gobierno.

Por esta razón, el presidente del PC ha recibido directamente la molestia de sus pares de los partidos de la Concertación. Sin embargo, públicamente Teillier ha respaldado a Vallejo. “Estoy solicitando conversar con algunos presidentes de partidos de oposición para que en casos tan trascendentes cómo éste (reforma tributaria) por lo menos nos pongamos de acuerdo sobre si vamos a tener una opinión en conjunto, o al menos si tenemos posturas diferentes las expliquemos antes para no crear falsas expectativas en los dirigentes estudiantiles y ante el movimiento social”, dijo la semana pasada.

Aún así, al interior del PC reconocen un problema en las declaraciones de Vallejo. Como lo explica un miembro del Comité Central: “Decir que la oposición en plural no ha cumplido genera conflictos en tu propio espacio y le da herramientas al resto para responder”.

Sin reconocer el perfil díscolo de la vicepresidenta de la Fech, los comunistas detectaron el error y trataron de solucionarlo para no dejar ambigüedades en las críticas. De hecho, en sus primeras declaraciones habló de oposición, lo que en el partido de Vicuña Mackenna fue visto como un error comunicacional que podía abrir la puerta a dardos incluso hacia ellos mismos.

En esa línea, la encargada de contener a la dirigente sería la Secretaria de las Juventudes Comunistas, Karol Cariola, quien acompaña a la tesista de Geografía en muchas de sus apariciones públicas. Cariola, parte del círculo estrecho de Vallejo en el partido, es también quien canaliza las críticas desde el Comité Central, cuando estas no van de manera directa a la estudiante de la Universidad de Chile.

Lenguaje de la guerra fría

Por su parte, en el PPD también reconocen el problema que ha ocasionado en el contexto del pacto que los une en la lista “Por un Chile justo” que va a competir en estas municipales y que tiene proyecciones para las presidenciales del próximo año.

En la tienda de Jaime Quintana, que siendo presidente de la Comisión de Educación del Senado fue uno de los primeros parlamentarios que recibió a los dirigentes estudiantiles en el Congreso, dicen que a pesar de que sus críticas no son novedad por su distancia con la política de hoy, los ataques no pasaron inadvertidos.

Días después que la militante de la Jota tildara de traidores a los diputados que dieron el sí a la reforma tributaria en la cámara, la comisión política del PPD rechazó en conjunto los dichos, que incluso llevaron a Pepe Auth, vicepresidente del partido, a congelar su participación en la bancada.

Auth, quien se defendió públicamente diciendo que “no seguía instrucciones de nadie”, señala que “ella tiene derecho a interpelar a los partidos, a hacer lobby en el parlamento, a expresar su voluntad. A lo que no tienen derecho es a descalificar, a dibujar las diferencias en un lenguaje propio de la guerra fría”, dice.

El diputado por Maipú, Estación Central y Cerrillos agrega que los escucharon su postura y no hubo acuerdo porque ellos preferían ningún avance y nosotros queríamos discutir. “Si yo estoy sólo un 90% de acuerdo contigo ¿paso a ser un traidor? Eso no revela un talante democrático. Ella no es poseedora de toda la verdad”, dice.

En tanto, en el movimiento estudiantil el perfil político de Vallejo también suma críticas. Con un papel mucho menos activo que el que tuvo el año pasado e interrumpiendo el proceso para terminar su tesis de Geografía casi sólo para apariciones mucho más políticas -según explican-, las críticas a su papel se han masificado.

Un miembro de la mesa ejecutiva dice que sus intervenciones han ayudado a posicionar el rechazo a la reforma tributaria, pero reconoce que la agenda de Camila “no es necesariamente la del movimiento estudiantil”.

Eso sí, algunos creen que sus declaraciones son utilizadas por el partido para no perder credibilidad ante los movimientos sociales y el electorado más joven, por su alianza electoral con parte del “progresismo” de la Concertación.

Y si bien varios parlamentarios reconocen que todas sus intervenciones las hace desde su cargo como dirigente estudiantil, este es también una especie de escudo para deslizar las críticas a la Concertación, algo que comparten en el movimiento universitario.

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