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Nacional

17 de Agosto de 2012

Lucro en la Católica: el usurero crédito universitario de la PUC

Creada para los alumnos que no alcanzaban a cubrir el total del arancel de la carrera, la Pontificia Universidad Católica de Chile ideó y ofreció a sus alumnos créditos universitarios financiados de su propio bolsillo con intereses que a estas alturas ya los tienen pagando entre el doble y el triple de lo que les prestaron inicialmente. Algunos de esos casos, que son parte de los cientos de ex alumnos que hoy planean una demanada colectiva, acusan un enriquecimiento innecesario de la universidad privada tradicional más prestigiosa de Chile.

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Ante la crisis que vivió el Fondo Solidario de Crédito Universitario (FSCU) a mediados del 2000 y la escasez de oportunidades de otros financiamientos para los estudiantes rezagados del crédito Corfo, la Pontificia Universidad Católica creó un crédito para “ayudar” a esos alumnos que hoy tiene acogotado cientos de ex alumnos con deudas que ascienden al doble de lo que realmente les prestaron.

Con un 8,5% de interés (similar al que tienen los hoy polémicos créditos Corfo) el crédito Universitario UC generaba un préstamo en UF’s para financiar “parte del arancel anual de cada carrera” de los alumnos a los que no le daba el cuero para pagarlo completo, pidiendo dos “codeudores solidarios y avales” no mayores de 66 años dentro del contrato.

De esta forma, actualmente son más de cien los ex alumnos de la Católica que se están agrupando para denunciar el lucro que lleva adelante la universidad con deudas que llegan hasta el triple de lo realmente prestado por la universidad. Pidiendo reserva de sus identidades para este reportaje, The Clinic Online recogió algunos casos de ex estudiantes PUC que acusan un enriquecimiento innecesario de la universidad privada tradicional más prestigiosa de Chile.

Doble o triple

Sin la plata necesaria para pagar su carrera universitaria, Jorge tuvo que buscar un prestamista para no perder el cupo de Periodismo en la UC el año 2004. Con el Fondo Solidario rechazado y desconfiando por recomendaciones de cercanos del crédito Corfo, los encargados de financiamiento estudiantil de la PUC le ofrecieron una alternativa: el Crédito Universitario UC, un préstamo con parámetros similares a los que daba la banca privada, pero acompañado de una beca para palear la tasa de interés.

Confiando en la buena fe de la universidad y tomando en cuenta las nulas opciones que le quedaban, Jorge aceptó y estudió gracias a ese crédito durante los primeros cuatro años de carrera. Sólo dos años después de egresar, cuando llegó la hora de empezar a pagarlo, supo que los $6.768.307 pesos que le prestaron se habían transformado en una deuda por casi 20.500.000 millones, el triple de lo que había pedido inicialmente.

“Tú igual confiai’ en algo por ser de la UC y además yo pensé que con la beca al final iba a pagar un poco más, pero nunca pensé que fuera tanto. Al final fue al mismo nivel del crédito Corfo que esquivé”, dice Jorge.

Tal como dicen las cartas que la universidad enviaba a los alumnos luego de firmar contrato (Ver al final de la nota), el préstamo estaba destinado a financiar “parte del arancel anual de cada carrera”. Ahí se explicaban sus requisitos personales y académicos y la condición de que al terminar la carrera los deudores tenían hasta en 144 cuotas para cancelar su deuda.

Hoy, reunidos en un grupo de Facebook llamado “Ex Alumnos PUC que deben pagar Crédito Universitario UC”, ya tienen más de 100 miembros y actualmente estudian acciones a través del Sernac, donde les recomendaron seguir sumando casos para armar una sola gran demanda colectiva.

“L” es otra afectada por el crédito. Para estudiar pidió 307 UF, casi 5,5 millones de pesos, y su deuda actual, la que ya está pagando en 144 cuotas, va a terminar en más de 18 millones. Empezó a pagar este año y en ese gasto se le va casi un cuarto de su sueldo de profesora. Un gasto que, reclama, no habría tenido hoy con la beca para Vocación de Profesor. “Me da una rabia tremenda porque hoy habría estudiado gratis con la beca del Mineduc y ahora pago como si hubiera estudiado dos carreras completas”, dice.

Alejandra es otra ex alumna afectada. Como estudiante de Pedagogía Básica en la PUC, le prestaron $4.648.970 pesos (264,53 UF) durante los cuatro años que pidió crédito y su deuda actual es de $8.919.739 (405,92 UF). Y este pago, sumado al que asumió con su primera carrera en la Universidad de Chile, la tienen haciendo malabares para llegar a fin de mes.

“Tratar de ayudar”

Para la Pontificia Universidad Católica de Chile, la creación del crédito fue con un espíritu de tratar de apoyar en el financiamiento a los alumnos “cuando los sistemas de becas estatales y financiamiento externo no los incluyen”.

Según la PUC, tras las pocas opciones que daba el financiamiento de la educación superior en la década pasada, la universidad firmó un convenio con el Banco del Desarrollo para los que no alcanzaban a cubrir con Fondo Solidario, pero aún así quedaban rezagados con avales que no eran confiables para los bancos.

Por esa razón “efectivamente, la UC les otorgó un crédito con recursos propios en las mismas condiciones que se entregaban los créditos por parte del banco a nuestros alumnos (tasa y período de servicio de la deuda) y, en forma adicional, se les asignó una beca que permitió rebajar su arancel de manera de disminuir su nivel de endeudamiento futuro”, explica a The Clinic Online el director de Admisión y Gestión Estudiantil de la PUC, Juan Echeverría Vial.

Actualmente, a pesar de la expansión del CAE y otros tipos de financiamiento, la UC sigue otorgando créditos con recursos propios -según explica Echeverría- pero con tasas de interés entre el 2% y el 4,5% anual. Y en el caso de los ex alumnos, “la UC está evaluando casos de quienes manifiestan problemas para pagar sus créditos y no tenemos ningún problema en reprogramar dichos créditos a las tasas actuales y aún menores si las circunstancias así lo ameritan”, dice.

Sin embargo, varios afectados dicen que las rebajas sólo se aplican en casos muy excepcionales y los intereses siguen incrementando la deuda. En el caso de Jorge, después de pagar 131,23UF durante el 2011 y dejar la deuda en 475,04 UF, en el pagaré de este año apareció la cantidad de 478,37 UF y, para luego subir de nuevo a 507,96 UF, en los que quedó finalmente. “Damos varios pasos adelante, con mucho esfuerzo, y después te hacen dar medio paso de nuevo hacia atrás”, dice.

Feuc: “No hay lucro”

Para la Feuc, en tanto, la creación del crédito es una consecuencia de la política de endeudamiento del sistema. “La política de la U era entregar a quienes no cumplían con Corfo o CAE, pero efectivamente es la misma lógica de endeudamiento que hemos criticado. Es de nuestro interés que la universidad repacte esos créditos a lo razonable (entre 2 y 4%), pero todavía no han dado una respuesta institucional”, dice Rodrigo Echecopar, vicepresidente de la Feuc.

Según las estimaciones, los afectados de este crédito fluctúan entre los 100 y 200 personas. Y a pesar de la magnitud de los casos, aún así para la federación no hay lucro.

“No estamos hablando de lucro en la universidad. Tenemos que ser justos y entender que es el Estado el que le negaba los montos para los estudiantes. Sin embargo, la universidad debe repactar las deudas a las tasas de interés actuales. En ese tiempo la tasas estaban muy encima de lo justo y sin negar que a nuestro parecer la universidad se hacía cargo de la flaqueza del Estado, claramente podrían ser ayudas mejores”, señala.

Según Echecopar, durante las conversaciones que han tenido con el vicerrector financiero, Patricio Donoso, la universidad se ha comprometido a mejorar ésta y otras situaciones, pero aún no las han concretado, a excepción de algunos casos muy específicos.

Por esta razón, la Feuc tampoco ha dado una respuesta formal a los ex alumnos. Sólo ante la insistencia de uno de los ex alumnos se limitaron a responder que estaban en tratativas con las autoridades de la PUC, pero no han tenido comunicación fluida con el grupo.

La Feuc se escuda en que aún no tienen una respuesta formal de la universidad para responder. “Es lo mismo que pasa con las supuestas becas de 100% al primer y segundo quintil por la que la universidad se jacta. Ahí también hay letra chica y por más que hemos pedido un pronunciamiento institucional, este todavía no llega a esta altura del año. En los créditos queremos que se baje la tasa a menos de la mitad”, dice.


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