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Cultura

24 de Agosto de 2012

La música legendaria de los Beatles, disco a disco

Los cuatro de Liverpool cumplen 50 años desde su creación, para conmemorar su aniversario, el diario español El País lanzó un especial en el que incluye este repaso de su discografía, disco a disco. Fuente: El País Please Please Me (1963) 1962. Liverpool, una población gris de la costa occidental británica, a orillas del río […]

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Los cuatro de Liverpool cumplen 50 años desde su creación, para conmemorar su aniversario, el diario español El País lanzó un especial en el que incluye este repaso de su discografía, disco a disco.

Fuente: El País

Please Please Me (1963)

1962. Liverpool, una población gris de la costa occidental británica, a orillas del río Mersey. Allí, cuatro chicos llevan decenas y decenas de actuaciones en bares y, como tantas bandas que empiezan en la ciudad, basan su repertorio en imitar a sus ídolos del rock’n’roll norteamericano, que conocen a través de los discos que llegan del otro lado del Atlántico. Los Beatles, tras ser rechazados por Decca, graban para la filial de EMI, Parlophone. Estos teddy boys (jóvenes con tejanos negros ajustados y zapatos de puntera estrecha) son los abanderados del Mersey Sound, el nuevo ruido que mezcla rock americano conskiffle local. Please Please Me, lanzado en 1963, es todo un éxito nacional, un brillante estallido de júbilo y recreo musical, con ocho temas de la talentosa sociedad Lennon-McCartney y seis de autores estadounidenses.

Una canción. Love Me Do. El primer sencillo. La canción con la que los Beatles se dieron a conocer al mundo. Una composición que marcará sus vidas y les identifica con su propio universo beatle. La canción favorita de Ringo.

With the Beatles (1963)

La magnífica continuación de su debut, con un esquema similar de versiones de compositores estadounidenses y temas propios de Lennon-McCartney. La inmediatez, la energía y la inocencia de Please Please Me siguen intactas. El contagioso ritmo y la vibrante actitud de los cuatro de Liverpool se expanden con asombrosa gracia entre la juventud británica. Toda la espontaneidad de su música se apoya en un plan de marketing estudiado al milímetro: los flequillos, las camisas blancas, los trajes, la imagen aseada y sutilmente irreverente… Nace el fenómeno beatle. La historia les espera.

Una canción. Please Mister Postman. El clásico de The Marvelettes, la primera banda de la factoría Motown en conseguir el número uno en Estados Unidos, parece hecho a su medida. Un ejemplo perfecto de su gran capacidad para versionar el pop norteamericano. Elbeat es cegador.

A Hard Day’s Night (1964)

Elvis Presley era el único que podía decir que sabía lo que sentían los Beatles con tanta histeria desatada por las fans. Unos y otros eran el objetivo de las incontroladas fans y vivían en permanente estado de acoso y admiración sin límites. Y como el Rey del rock’n’roll necesitaban de una película para difundir su mensaje musical y convertirse en iconos más reconocibles y valiosos. A Hard Day’s Night es el disco de la banda sonora de la película de mismo nombre, que ayudó a dar más forma y contenido a la imaginería pop de los fab four.  Lennon compuso la mayoría de los temas, aunque, como siempre, los créditos recogían la sociedad Lennon-McCartney. La fórmula no varía: canciones de menos de dos minutos y medio y aspirando a un pop directo y efectivo.

Una canción. A Hard Day’s Night. Una pista que transmite buena parte de la esencia de la liberación del pop de los sesenta. Efusividad sonora y temática de insinuación sexual. Los jóvenes, nuevos consumidores hambrientos de ocio, quieren su espacio y lo quieren ahora.

Beatles For Sale (1964)

Muchos fans lo califican como el disco más flojo de la banda. Otros, en cambio, lo defienden con uñas y dientes aunque solo sea porque empiezan a aparecer los primeros síntomas de buscar nuevos horizontes artísticos en sus principales compositores. Los Beatles dieron el gran salto, tan recordado por los musicólogos, cuando giraron por EE UU y dieron pistoletazo de salida a la Invasión Británica. Allí, conocieron a Bob Dylan y, aparte de darles sus primeros porros de marihuana, este fue una influencia directa de Lennon, que admiraba la psicología más adulta y madura de sus letras.

Una canción. I’m a Loser. Es un buen ejemplo de ese cambio de perspectiva. Lennon se abre al mundo menos inocente de Dylan y entra en la vía de nuevas fórmulas compositivas.

Help! (1965)

La Beatleamenía ya goza del mismo respaldo espectacular a ambas orillas del Atlántico. Este álbum, que llegó a lo más alto de las listas estadounidenses, es la banda sonora de la película con mismo nombre, mucho menos interesante que la anterior  A Hard Day’s Night. Estamos ante una obra maravillosa, donde ya no hay tanto pop beat, a pesar del trallazo grandioso de Help que abre el disco, y hay más folk y composiciones en clave intimista.

Una canción. Yesterday. Tal vez, la canción más famosa de los Beatles, la más versionada y radiada. La canción de Paul McCartney que el resto despreció, especialmente Lennon. No salió como single pero es, para muchos críticos y músicos, la mejor balada pop de la historia.

Rubber Soul (1965)

Este disco está pensado para el mercado navideño pero está lejos de ser un trabajo de paso. Los caminos de exploración ya están abiertos y no hay vuelta atrás. Los cuatro fabulosos de Liverpool se lanzan a investigar sus inquietudes musicales y líricas más allá de todo lo hecho anteriormente. Las canciones de amor ya no son un simple lamento o celebración. Ahora, guardan más recovecos complejos y evocadores. Además, está lleno de pistas magistrales como In My Life, The Word, Michelle, Nowhere Man o Norwegian Wood.

Una canción. Norwegian Wood. Los Beatles han inspirado a centenares de músicos pero también a escritores como Haruki Murakami. Su novela Tokio Blues nace de la escucha de esta canción que Lennon compuso por sus infidelidades. George Harrison añade el sitar.

Revolver (1966)

Año capital en la música popular con la publicación de obras maestras como Aftermath de los Rolling Stones, Blonde on Blonde de Bob Dylan, Pet Sounds de Beach Boys o Fith Dimension de The Byrds. Los Beatles, siempre en ascenso, sitúan su nuevo trabajo a la altura de todas estas maravillas del rock. Revolver es un disco redondo, donde el concepto de obra entera de principio y fin es un hecho. Se supera la celebración del sexo y el amor adolescente para adentrarse en una visión más trascendental de la vida. Se suben a la cresta de los nuevos tiempos.

Una canción. Taxman. Se hace necesario incluir alguna canción de George Harrison en estas selecciones porque su aportación siempre fue digna de aplauso. Esta composición suya, una dura crítica a la Hacienda británica, es muy celebrada.

Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967)

Considerado el mejor disco del rock por muchas publicaciones, el álbum conceptual más importante de toda una generación, con la portada más comentada de la historia, el disco del Sargento Pimienta es una cumbre sin igual, el Everest de un estudio de grabación, con permiso de Pet Sounds. El LSD ya era un compañero de viaje de los británicos y su objetivo fue olvidarse de las giras y centrarse en crear todo un mundo interior en un plástico. Este mundo es un homenaje al campo británico pero con aspiraciones de tocar el cielo y las estrellas a través de la música.

Una canción. Lucy in the Sky with Diamonds. Pocas canciones han sido tan comentadas en la vida. Cada uno le encuentra un significado distinto, como el viaje de LSD que tantos ven. Un emblema de la recreación pop en un estudio.  


Magical Mystery Tour (1967)

Forma parte de la etapa psicodélica del grupo y es una obra menor, más teniendo en cuenta su predecesor, que marcó un antes y un después. Su inspiración nace de un viaje de McCartney por Estados Unidos en plena eclosión hippie. Se hizo una cinta para la ocasión. Este año se recuerda más por acontecimientos históricos para el futuro del grupo: la muerte de Brian Epstein, mánager de la banda, la relación de Lennon con Yoko Ono y la aparición del Maharishi Mahesh Yogi.

Una canción. All You Need is Love. Rebosa sentimiento, es un gozo emocional de instrumentos y voces. En los coros, están Mick Jagger, Keith Richards o Eric Clapton. Se utilizó para la primera retransmisión vía satélite en televisión.

The Beatles. (1968)

El doble álbum de los fab four, llamado Álbum Blanco por el color de su portada, es parido en India, donde, más que encontrar un nuevo guía espiritual, los Beatles hallan todos los motivos para su futura separación. Es el trabajo más polémico del grupo por las tensiones y las discordancias que trae. Es el resultado de la suma de los cuatro por separado más la sombra de Yoko Ono, ya presente diariamente en la vida de Lennon y que lleva a este a publicar su primer disco fuera del entorno Beatle. Es un disco desigual con grandes momentos (Back in the U.S.S.R.) pero también con las peores cotas del grupo (Revolution 9 o Honey Pie).

Una canción. Back in the U.S.S.R. McCartney estaba harto que tacharan en EE UU a la banda de comunista por su música. Se parodió de todo en este rock’n’roll con ecos de Beach Boys. McCartney toca la batería tras una discusión con Ringo, que deja la grabación.

  

Abbey Road (1969)

Es un milagro que este disco vea la luz después los problemas en India. Pero se consigue y, encima, no es el último. Con todo, las cosas ya no son como antes y la sociedad Lennon-McCartney, apoyada en Ringo y Harrison, está rota. La cara A es de Lennon y la B para McCartney, mientras Harrison aporta sus mejores canciones. Conclusión: los de Liverpool, pese a la dejadez y la falta de espíritu colectivo, demuestran su grandeza dejando algunas joyas para la posteridad.

Una canción. Here Comes the Sun. El mejor Harrison luce fenomenal en este álbum y esta canción es la mejor prueba de su talento. Se le ocurrió un día en el jardín de su amigo Eric Clapton. Absorbente.

Let It Be (1970)

El fin. McCartney anuncia que deja la banda después de que Lennon no le dijese nada de que había contratado a Phil Spector para incluir arreglos en algunas canciones, entre ellasThe Long and Winding Road, una excelente composición. Lennon está metido en la heroína, McCartney se autoproclama líder aunque los demás no le soportan, Harrison está con la cabeza en la India y a Ringo ya le importa todo muy poco. El adiós del grupo, para colmo, es grabado por las cámaras para otro documental.

Una canción. Let It Be. Nacida de un sueño de McCartney, es una balada que lleva todas sus señas de identidad: melancolía emotiva captada gracias a unos arreglos sublimes y un tono mágico.

  

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