Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

29 de Agosto de 2012

Beyer a la ruleta rusa tras exitosa jornada estudiantil y rechazo a la reforma tributaria en el Congreso

Con la reforma tributaria pendiendo de un hilo y los parlamentarios oficialistas divididos frente a ella, el ministro hipotecó sus cartas apostadas al Congreso y podría quedarse sin los recursos para financiar la agenda legislativa que lleva adelante. En el Mineduc igual anuncian que no darán su brazo a torcer y aseguran que no estarán disponibles para discutir las demandas estudiantiles, a pesar de la jornada de oro que vivieron ayer en las calles y la derrota parlamentaria que se asoma en Valparaiso. Beyer no se saldrá de su agenda, que está en el Parlamento.

Por

Una victoria completa para el movimiento estudiantil con la masiva concurrencia a la marcha convocada por estudiantes, profesores, apoderados y trabajadores de la educación y coronada al fin del día con el envío de la reforma tributaria a una comisión mixta tras su rechazo en el Senado, se llevó ayer el movimiento estudiantil.

Con una sorpresiva conducción hacia la comisión mixta emanada desde el mismo gobierno, aunque desobedecia por algunos parlamentarios de la misma alianza, la reforma tributaria se fue al todo o nada en la comisión que integrarán diputados y senadores y que, de rechazarse nuevamente después de seis meses de haber sido presentada, constataría el escaso apoyo del sector más duro de la coalición al ajuste tributario propuesto por Piñera y una visible derrota para los recursos que necesita la agenda legislativa que impulsa Harald Beyer.

Un cálculo de último minuto en el gobierno que dejó mal parada a la administración central y al ministro de Educación, destinatario de esos recursos, con el bolsillo vacío para impulsar sus proyectos. Un hecho que, de confirmarse el rechazo en la comisión mixta, pone en un nuevo escenario a Beyer y a la porfía del Ejecutivo de seguir haciéndole el quite a la demostración de fuerza del movimiento estudiantil.

No a las demandas

El mismo Beyer lo mencionó en la tarde, después de aplaudir la maciza convocatoria que reunió a más 200 mil personas a lo largo del país y valorar “el volver a hablar de educación”, tras los incidentes aislados y posteriores a la marcha estudiantil.

“Lo central del proyecto son los mil millones de dólares que llegan a educación para aumentar la cobertura, la calidad y la equidad en la educación parvularia, en educación escolar y en educación superior”, dijo el ministro, quien incluso habló de grupos minoritarios cuando se le consultó por los incidentes en las calles.

¿La razón? Tras los parabienes, Beyer volvió a hacerle la finta a las demandas propuestas por los estudiantes, chuteando la discusión para el Congreso y enterrando una vez más las intenciones de instalarse a conversar con ellos sobre sus demandas.

Según fuentes del gobierno, el ministro no está dispuesto a dialogar en los términos que le ha exigido el movimiento estudiantil ni menos sentarse a conversar con los dirigentes sobre los cinco puntos que ellos plantean (fin al lucro, desmunicipalización, aportes basales, carrera docente y democratización y control comunitario).

No lo ha estado antes y tampoco ahora -dicen en el ministerio-, aún cuando el paquete de reformas que le entrega los recursos para sacar su agenda adelante terminó a la suerte de la ruleta rusa.

“Este movimiento está dispuesto a avanzar en fortalecer la educación pública, el fin definitivo del lucro, terminar con el negocio de la educación. ¿Está dispuesto el ministro Harald Beyer a avanzar en esta dirección?”, preguntó a la cámara Gabriel Boric recién terminada la marcha. Pero Beyer, una hora más tarde, respondió sosteniendo que sus planes no cambiarían.

En el ministerio de Educación creen que con las actuales propuestas y tono de la dirigencia, es difícil tener un diálogo muy fructífero porque las diferencias entre ambas partes son abismantes. Eso, aún cuando ayer Boric explicitó que estaban dispuestos a “cambios parciales en vías de reformas más profundas”.

De hecho, Beyer sólo se ha mostrado menos reticente con la propuesta de la Cones, al considerarla sensata, bien trabajada y abierta para la discusión en los términos que más le acomodan. De las otras, las medidas que pide el otro sector del movimiento estudiantil, impulsados por la Confech y la Aces, ni hablar.

“Hasta ahora, esos temas, ha preferido hablarlos en el Congreso”, dicen en el ministerio, donde explican que la intención es no entrar en diálogos en privado y sin parlamentarios.

Reforma al suelo y más movilizaciones

Con la derrota improvisada por el gobierno ayer en el Congreso, agosto terminó con un broche de oro para el mes de movilizaciones que revitalizó al movimiento estudiantil.

El resultado, celebrado en las gradas por los dirigentes universitarios y secundarios que llegaron hasta el congreso, les anotó una victoria política de las pocas que habían conseguido en instancias decisivas en el parlamento. “Los senadores, diputados y otros representantes tienen que acostumbrarse a una ciudadanía que está pendiente de las decisiones que toman”, dijeron los estudiantes, al tiempo que anunciaron más movilizaciones.

De esa forma, el término de la fiesta de los poderosos y el comienzo de la fiesta ciudadana que mencionó Noam Titelman tuvo un final feliz. Si bien la discusión de la reforma seguirá en el Congreso y aún tiene chances de conseguir una bandera verde, el triunfo de la jornada se confirmó pasadas las 21 horas.

Con el resultado de la votación (6 votos a favor, 19 en contra, 7 abstenciones y 2 pareos), la administración de Piñera quedó como chaleco de monos. Algunos de sus propios aliados no quisieron adoptar la última estrategia para salvar el proyecto y no se sumaron a las abstenciones que darían cabida a un extraño cálculo que los libraba de culpa con la derrota.

La oposición, por otro lado, perdió la posibilidad estratégica de negociar con las alzas impositivas en el bolsillo, aunque celebró igual el paso a la comisión mixta y ganó en respaldar al movimiento estudiantil que tanto lo había criticado en el intertanto.

Con todo, la jornada terminó igual con más de 200 detenidos y carabineros acordonando a punta de Fuerzas Especiales, guanacos y lacrimógenas la Casa Central de la Universidad de Chile. Pero con una sonrisa momentánea entre los dirigentes que abrocharon un cierre perfecto para las aspiraciones políticas del movimiento estudiantil.

Notas relacionadas