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Poder

30 de Agosto de 2012

La hora de Beyer: sus redes políticas y cómo lo ven en el Congreso

El titular del Mineduc deberá cerrar varios flancos en las próximas semanas. Resolver si finalmente se sentará con la totalidad de los dirigentes estudiantiles a dialogar, mientras articula los votos para aprobar los proyectos de ley que tiene su cartera en el Congreso. Será su primer reto político y el más importante.

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Antes de ingresar al gobierno, Beyer no estaba muy de acuerdo con la agenda legislativa del gobierno y en algunos momentos hasta le perdió la pista: cuando Piñera decidió invitar a los estudiantes a La Moneda a fines de septiembre de 2011 en la era Bulnes, Beyer combinaba sus actividades del CEP con su preparación para la maratón de Berlin.

Algo de eso había dejado ver en sus encuentros con la prensa cuando ya nombrado en el cargo, en una entrevista con el diario La Tercera -en enero pasado- Beyer declaró que la reforma tributaria era sólo un instrumento. “Lo que yo no veo son proyectos claros a financiar en el debate, que todavía es muy abstracto y busca fijar banderas”, señaló en esa oportunidad.

Por eso, cuando el secretario de Estado expuso sobre los destinos de los recursos que se podrían recibir de la Reforma Tributaria para su cartera en la comisión, a algunos en la Concertación, que han establecido relaciones políticas con él durante este tiempo, no les quedó claro si estaba “entusiasmado con tener esos dineros o no”, comenta un senador de oposición. Y agrega: “Eso lo ha visto Larraín porque él no deja que se meta, pero tampoco veo una intención de Beyer en influir en ella. No parece muy entusiasmado con lo que ve”, agrega.

Beyer, ex subdirector académico del CEP y cercano a Arturo Fontaine, según la lectura que hacen parlamentarios y analistas políticos consultados por The Clinic Online, deberá ahora probar hasta dónde puede llegar con su muñeca política y cómo están sus redes a nivel parlamentario. No sólo por los proyectos en carpeta sino también porque será ese el escenario donde los estudiantes presionarán para ser escuchados.

Las redes

En la UDI creen que Beyer -si desea avanzar- deberá generar redes propias, uno de los principales flancos que le visualizan por la poca complicidad que ha generado con el mundo parlamentario. Pese a que desde siempre ha participado en política -como invitado- por su expertise en temas de educación, un analista UDI cree que deberá meter el acelerador a los proyectos de ley que tiene su cartera.

Aquí lo explica: “vivió un verano con su alza en las encuestas y su participación en la marcha gay, pero aún no lo vemos bajo presión, no ha tenido una prueba de fuego, de un proyecto que necesite los votos”, apunta. Y agrega una pregunta: “¿Será capáz de lograr acuerdos como los que consiguió Lavín con Ignacio Wlaker o el mismo Bulnes?”.

Quienes opinan y prefieren hacerlo desde el anonimato, creen que pasa también porque los partidos de la Alianza no ven en él una inversión, explica un dirigente UDI para ejemplificar las diferencias que habían con sus antecesores: el actual ministro de Desarrollo Social Joaquín Lavín que -como siempre- apostaban a su candidatura presidencial o el mismo Felipe Bulnes, a quien RN lo había dibujado en la prensa y en las cúpulas partidistas como una posible carta presidencial.

Pero con Beyer es distinto: “Sabemos que se acaba cuando se termina Piñera”, dice un influyente dirigente de la tienda de la calle Suecia.

Sin embargo, otros en el Congreso matizan y dicen que sí se ha preocupado de cultivar relaciones políticas. Actualmente, comentan, tiene buena llegada con el presidente de la DC -el príncipe mayor- Ignacio Walker, el ex presidente Eduardo Frei y la senadora Ximena Rincón. También ha compartido paneles y comisiones que le han valido “amistades” en el Parlamento con el también DC José Miguel Ortiz y el diputado Pepe Auth (PPD). Pero no le alcanzan.

Desde la coalición no ha provocado mucha adhesión. Además de los parlamentarios “soldados” en materia educativa, como la senadora designada Ena von Baer y la diputada María José Hoffmann (ambas UDI), no tiene grandes aliados políticos en esa arena. A diferencia de lo bien que se entiende con el ministro Segpres Cristián Larroulet y el Instituto Libertad y Desarrollo y sus conversaciones con el ministro vocero de gobierno, Andrés Chadwick.

Técnico y transversal

Un sector en el Congreso, mezcla de oficialismo y oposición, confiesa que la relación del titular de Educación con ellos es “tibia”. A veces “parca” aunque lo justifican por una supuesta timidez. Pese a que por años ha sido a quien más han escuchado desde la derecha y la Concertación en cuanta comisión se ha creado -“ha participado en la mayoría de las comisiones, sino en todas. Desde Mariana Aylwin en adelante”, comenta un alcalde DC- no evalúan positivamente la lentitud para sacar adelante los proyectos educacionales impulsados por el Ejecutivo ni la manera en que los ha manejado.

Ayer, por ejemplo, recién después de varios meses se aprobó el proyecto que rebaja el CAE a 2% de interés de manera retroactiva, proyecto que además no fue presentado con él en el Mineduc.

Pero el perfil del ex subdirector académico del CEP no es visto por los parlamentarios como el de un negociador, sino que al contrario: es un experto bastante duro en sus argumentos que trata de imponer lo que sus ensayos y creencias estiman conveniente. Y eso a veces molesta.

“Le tiene buena fe a sus opiniones, demasiada”, dice un parlamentarios de oposición que aprovecha de pasarle la cuenta. Y agrega: “le gustan mucho sus ideas”.

El congresista dice que durante todo este tiempo ha tratado de imponerse en vez de abrir canales para lograr acuerdos. Aunque otros le reconocen que el diálogo puede existir.

Punto aparte es su carácter transversal, que le vale parabienes y críticas por ambas veredas. Con Piñera, lo une las ideas económicas liberales y menos conservadoras más que una relación de amistad forjada por años. De hecho, el que Beyer haya liderado el equipo de Educación en el grupo Tantauco obedece -según uno de sus colaboradores- más al deseo de Piñera de contar con él por su competencia y figura, ampliamente aceptada y reconocida por ambos bandos de la política.

Como la relación que ha cultivado con la actual oposición, que tiene registros de los noventa, cuando en 1994 fue reclutado por el entonces presidente Eduardo Frei para integrar la Comisión Nacional de Modernización de la Educación, la primera de las que integraría para esos gobiernos.

Desde entonces ha formado parte diversos paneles, incluso el comité asesor que formó Michelle Bachelet. En esa órbita se entiende mejor con el ala más liberal del conglomerado del arcoiris, sobre todo en materia económica. Esto, principalmente por su rol economista, por el que también fue invitado en varias ocasiones como colaborador en gobiernos pasados.

Entre las personalidades con las que encuentra más cercanía está el ex ministro de Hacienda y hoy precandidato presidencial, Andrés Velasco, y el Director de Economía de la Universidad de Chile que recientemente criticó los resultados de la última Casen, Dante Contreras.

Beyer y lo que se viene

Las próximas semanas serán claves para el secretario de Estado. Los secundarios y universitarios ya prometieron que continuarán con las movilziaciones. Sobre todo con el triunfo anotado esta semana, donde lograron desterrar la violencia de las marchas.

Por eso Beyer ya ha delineado distintos escenarios de cómo se manejará con ellos.

De hecho, ya les les dio una muestra hace pocos días cuando recibió a la CONES, desatando una breve pugna con la ACES y al interior del movimiento. Y aunque en el gobierno aseguran que podrìan existir consesiones en el Congreso, los estudiantes la tendrán más dura.

Sin ánimo de discutir en los términos que ha impuesto el movimiento estudiantil y con el tambaleo de los recursos para financiar el paquete legislativo del Mineduc, Beyer debe decidir si quiere mostrar su muñeca política o dejarla escondida como hasta ahora.

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