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Opinión

28 de Septiembre de 2012

Jorge González en Colombia: “la dictadura nunca se fue”

Fuente El Espectador Ahora que está de gira por Colombia, ¿cómo son las versiones de las canciones en conciertos? Me gusta dejar los mismos arreglos que aparecen en el disco. Me gusta que la gente las recuerde tal y como son. Usted ha tenido proyectos como solista y también ha estado en reconocidas bandas. ¿Cómo […]

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Fuente El Espectador

Ahora que está de gira por Colombia, ¿cómo son las versiones de las canciones en conciertos?
Me gusta dejar los mismos arreglos que aparecen en el disco. Me gusta que la gente las recuerde tal y como son.

Usted ha tenido proyectos como solista y también ha estado en reconocidas bandas. ¿Cómo cambia su mente trabajando solo o en conjunto?
Es distinto. En estudio lo que más me interesa hacer es todo aquello que no he hecho, casi todo enmarcado dentro del estrecho mundo del pop. En estudio soy más experimental, pero cuando se trata de tocar en concierto, soy cero experimental, voy a lo seguro y toco todos los hits. Lo más importante de la presentación es que la gente comparta y todos canten al unísono.

Cuando hizo el proyecto Gonzalo Martínez y sus Congas Pensantes, ¿qué encontró en la cumbia que le llamó tanto la atención?
Eso fue en el año 98 y yo estaba estudiando ingeniería de sonido en Nueva York. Me gustaba la movida electrónica, pero el 70% de los DJ eran latinos, entonces me relacioné con ellos y me mostraron muchas cumbias. Recuerdo que para ese proyecto busqué las versiones originales, las de Discos Fuentes, la compañía de discos en Medellín. Lástima que a nadie le importó ese disco.

En Los Prisioneros, ¿cómo fue el cambio de hacer música para el público independiente a componer para el gusto masivo?
Cuando empecé a hacer música la industria chilena era casi inexistente. Eso fue en los 80 y en ese entonces no había ni un lugar de reunión para oír canciones. No había un underground; uno sacaba un disco y lo tocaba en frente de un grupo regular de gente, así que nunca fui independiente porque al cuarto concierto de Los Prisioneros todo estaba vendido. El primer disco ya fue un éxito.

Para los letristas chilenos, ¿qué tan importantes son Violeta Parra y Víctor Jara?
Sin esos personajes no existiría la música chilena como la conocemos. Son sombras gigantes que no tapan sino que brindan apoyo.

¿Cómo notó que los mensajes crudos llegaban mejor envueltos en pop?
Nunca me hice esa pregunta. Sólo hice lo único que podía hacer en ese momento. Nunca llegué a sacar cuentas.

El encuentro rápido con el éxito en Los Prisioneros, ¿le ha permitido evolucionar como solista?
He crecido mucho. He podido hacer todo lo que he querido. Tengo una ventaja y es que experimento, y si eso no funciona, pues salgo de gira con las canciones de Los Prisioneros, que también son mías. Soy muy libre, aunque mis discos ahora no tienen la resonancia que tuvieron en los 80.

¿Cómo era hacer música dentro de una dictadura?
Es lo mismo que ahora. La dictadura nunca se fue, y de hecho todos los países tienen una, en unos más descubierta que en otros, pero todos están gobernados de la misma manera: a sangre y fuego.

Después de tantos años, ¿su sensación es que sigue siendo un prisionero?
Para nada. He logrado librarme de ellos. Lo he conseguido por dos vías: la primera es un trabajo mental interno y la segunda es que he vivido durante muchos años en países como México, Estados Unidos y ahora Alemania, en los que Los Prisioneros son menos que una acotación al margen. Cuando camino por la calle, muy poca gente sabe que fui un músico reconocido por una cantidad importante de gente.

¿Cómo han sido los reencuentros entre Los Prisioneros?
Siempre son muy cómicos. Tenemos récord porque nos ha tocado hacer presentaciones en estadios durante varios días seguidos.

¿Cómo fue la experiencia de Los Updates?
Muy buena. Tal vez ha sido la etapa musical más divertida de todas. Sin embargo, algo me pasó con la música electrónica que me desconecté de ella y volví a la guitarra, el piano y el canto. Dentro de poco saldrá a la venta ese nuevo material, que se llama Libro, y con él me he separado de los computadores.

¿Suena diferente la música en acetato, cd, mp3 y todos los formatos digitales?
En mi casa sólo escucho música en acetato. Soy fanático hardcore del vinilo y me cuesta mucho escuchar digital porque de una me remite a la versión original que es en acetato. Por eso todos mis discos tienen versión en vinilo.

¿Se arrepiente de haber compuesto alguna letra o de haber dicho algo?
Sólo me arrepiento de aquellas letras con las que me atrasé y se me fueron acumulando. Por eso tengo tanto material inédito.

Sigue acá…

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